¿Cuál es el impacto ambiental de una camiseta de algodón?

“Las grandes empresas empiezan a mirar de dónde sale el algodón que utilizan”, destaca Castañeda, cuya organización con sede en EEUU promueve el uso de fibras procedentes de agricultura ecológica. “En los últimos años, el precio del algodón se ha multiplicado por tres y las empresas se han dado cuenta que no pueden controlar su materia prima principal. Hasta ahora, a la industria lo único que le interesaba era comprar producto final, negociar producto final, y no prestaba atención al resto de la cadena de valor, pero ha visto que hay riesgos y está empezando a buscar la trazabilidad de toda la cadena. Esto incluye la cuestión del agua, pues las empresas tienen que asegurar su suministro para el futuro”.

¿Qué pasa cuando se comparan distintos tipos de camiseta con datos más concretos? Esto es lo que hizo la marca estadounidense Anvil con cuatro de sus modelos: una de algodón convencional (de 173 gramos), una de algodón reciclado (de 156 g.), una de algodón ecológico (de 141 g.) y una última elaborada a partir de algodón convencional y botellas de plástico PET (de 136 g.).

Estas prendas tienen impactos muy distintos (la de la agricultura ecológica sigue consumiendo mucha agua, pero no ha utilizado agroquímicos, y la de botellas de PET evita tener que usar nuevas materias primas). Sin embargo, el estudio se centra en la huella de carbono de cada camiseta, es decir, en las emisiones de CO2 equivalente generadas por cada una de ellas a lo largo de todo su ciclo de vida: desde que se planta el algodón hasta que se convierte en residuo.

Este trabajo incide también en algo que ya se ha constatado en investigaciones anteriores con ropa, como unos pantalones vaqueros, y es que la mayor parte de las emisiones de las camisetas no se generan por la obtención de los materiales (20%), ni durante su fabricación (9%), ni durante el transporte por medio mundo (2%), sino por su uso cotidiano (60%): por la energía utilizada en el lavado y secado de la ropa(3). Así pues, resulta esencial los hábitos de consumo del ciudadano, el tipo de lavadora que tenga o la temperatura del agua del programa del lavado que ponga.

¿La conclusión del estudio? La camiseta que menos emisiones de efecto invernadero genera a lo largo de su ciclo de vida es la elaborada con algodón ecológico: 3,09 kilos de CO2. Según este trabajo de Anvil, la siguiente con menos emisiones es la fabricada a partir de botellas de plástico PET (3,29 kgCO2), luego la de algodón convencional (3,87 kgCO2) y finalmente la de algodón reciclado (3,99 kgCO2). La de algodón reciclado aparece esta vez en última posición porque se le computan las emisiones asociadas a la primera vida del material (al tratarse de recortes de la industria, se entiende que no ha habido un producto final anterior al que cargar estas emisiones). Aún así, el trabajo incide en las ventajas ambientales de aprovechar esta fibra. En el caso de la camiseta elaborada con poliéster reciclado a partir de botellas de plástico, ahí sí que ha habido un producto final anterior. No obstante, algunos expertos consideran que esto es infrareciclaje, ya que no se puede cerrar el ciclo para conseguir fabricar productos una y otra vez con los residuos.

“El algodón ecológico, y de comercio justo, es la mejor fibra que se puede utilizar para confeccionar ropa”, recalca la directora europea de Textile Exchange, organización que asegura que la variante ecológica representa un 1% de la producción mundial de algodón.

Referencias:

(1) El trabajo da distinto peso a estos seis tipos de impactos: la emisión de gases causantes del cambio climático (20%), su toxicidad en humanos (20%), su eco-toxicidad (20%), su consumo de energía (13,33%), su consumo de agua (13,33%) y sus requerimientos de tierra para los cultivos (13,33%).

(2) Datos extraídos del libro Globalización del agua, de Arjen Y. Hoekstra y Ashok K. Chapagain.

(3) El estudio considera que las camisetas van a usarse 100 días a lo largo de dos años y que se van a lavar de media unas 50 veces.