Confían en viraje en política de transgénicos y solicitan moratoria

Por Imagen Agropecuaria, 28 de julio de 2013

Científicos y ONGs confían en que el gobierno federal rectificará lo hecho en sexenios panistas

Científicos y organizaciones no gubernamentales tienen “esperanza” de que en materia de transgénicos habrá en un viraje de política de la presente administración, por lo que pugnarán porque se establezca una nueva moratoria a la siembra de éstos y cancelar cualquier tipo de siembra en todas sus fases.

Argumentan que los maíces modificados genéticamente, promovidos por las transnacionales, no son necesarios, porque México cuenta con 270 variedades de maíces desarrolladas por centros de investigación nacionales y adaptadas a cada región, con las que se puede alcanzar una producción de 33 millones de toneladas de maíz y, con políticas adecuadas, lograr la soberanía alimentaria en cinco años.

Esto lo expresaron luego de haber sostenido una reunión –el lunes pasado– con el titular de la Semarnat, Juan José Guerra Abud, quien les expresó que el gobierno federal no cederá a presiones de “un lado u otro” y que la decisión en cuanto a la siembra comercial de maíces transgénicos será la que más conviene al país y estará basada en la opinión de los expertos.

Así lo informó Alejandro Espinosa Calderón, coordinador del Programa Agricultura y Alimentación Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), quien detalló que durante la reunión con el funcionario federal los participantes le manifestaron que “sería terrible” para México la autorización de permisos para siembra comercial de maíz transgénico, porque impactaría la diversidad genética de maíces nativos, además, contrario a lo que afirman las empresas que los promueven, no aportan mayores rendimientos que los convencionales, ni reducen el uso de agroquímicos e implican riesgos para la salud.

El investigador, Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, señaló que Guerra Abud se comprometió a reunirse con ellos en tres semanas para recibir mayor información sobre sus planteamientos y sus argumentos del porqué es indispensable que en México se declare la moratoria al maíz transgénico, “que es una posición irreductible, porque no es posible coexistencia de maíces transgénico con los nativos”, subrayó.

El especialista en fitomejoramiento de maíz y uno de los críticos más agudo de los transgénicos, platicó que la primera reunión con el titular de la Semarnat es muy alentadora por lo que pudimos plantearle y porque el funcionario federal refirió que han solicitado que instituciones como la UNAM, el IPN; el Colegio de Postgraduados, emitan su opinión como expertos en la materia.

Remarcó que el secretario dijo que como autoridades, la Semarnat y la Sagarpa, tienen presiones de uno y otro lado, que están escuchando a las dos partes y que van a resolver de acuerdo a lo que conviene al país.

Esta apertura, remarcó, “a las organizaciones y científicos nos da esperanza, nos da la certeza de que se va a revisar y a analizar el tema. Percibo que teniendo la información no seguirán con el compromiso que adquirió, seguramente, el sexenio anterior con las empresas”.

Los científicos y las organizaciones expusieron a Guerra Abud que México no merece arriesgar un cultivo milenario, desarrollado por más de 300 generaciones de mexicanos y que es sustento de humanidad, autorizando la siembra de transgénicos que contaminarán maíces nativos. Le recordaron que en abril del año pasado lograron suspender en el Legislativo la votación de la Ley federal de variedades vegetales, que hubiera permitido patentar genes; pero no está cancelada.

Ante esta información, el secretario de Semarnat se mostró preocupado e interesado y anotó que los van a revisar, comentó Alejandro Espinosa, quien se dijo “gratamente sorprendido con el secretario Guerra. Tenemos confianza que Peña Nieto, la Semarnat y la Sagarpa promuevan la producción y el abasto con semillas mexicanas”.

El investigador en tecnología y producción de semillas del Campo Experimental Valle de México CEVAMEX, INIFAP, afirmó que los transgénicos no los necesitamos, sino una Sagarpa fuerte que apoye campo mexicano, a la investigación, que se den recursos a instituciones mexicanas, no al CIMMYT para que maneje a Masagro y que éste subcontrate técnicos mexicanos; sino que sea INIFAP quien encabece estos esfuerzos.

Estoy completamente convencido, aseveró, que “el secretario Abud no va a ceder ni a uno ni a otro lado, sino cederá ante los argumentos. Tengo la certeza de que no nos puede pasar nada más malo que en los dos sexenios anteriores”.