Conferencia: amenaza de Monsanto contra el maíz tradicional mexicano

Por Mercedes López Martínez, Vía Orgánica AC, 1º de abril de 2013

El 20 de marzo de 2013, se presentó la obra de teatro: Los niños del maíz”, la creación del hombre según el Popol Vuh, por la Compañía Claroscuro, copatrocinada por el Museo Dolores Olmedo. Posteriormente, Mercedes López Martínez, representante de Vía Orgánica en la ciudad de México impartió una conferencia sobre la defensa del maíz mexicano y las amenazas de convertirlo en transgénico.

En la conferencia, a la que acudieron madres y padres de familia en el Foro Abierto del Teatro, Mercedes López dijo que el maíz es nuestra cultura, nuestra identidad y nuestro alimento, y que a esta semilla se le ha considerado elemento fundamental de la civilización mesoamericana, ya que se cultivó y desarrolló desde México hasta Centroamérica, desde donde se expandió a todo el mundo.

La conferencista indicó que en México se consumen más de 100 kilos de maíz por persona por año, producción dotada en más de un 80 por ciento por campesinos y campesinas mexicanas. La planta se siembra tradicionalmente en el sistema milpa, que consiste en un cultivo diverso que incluye calabazas, quelites, frijol, jitomate, entre otras especies mexicanas, que constituyen la base de nuestra alimentación.

Actualmente el maíz es el cereal más importante en el mundo, tanto por su nivel de producción como a su versatilidad, pues aparte de ser consumido mayoritariamente en gran parte de América Latina y África, se utiliza como materia prima para producir papel, baterías, combustibles y alimentos.

No obstante, existe la amenaza de terminar con un cultivo preservado por más de 500 años por las poblaciones campesinas e indígenas, ante la amenaza de compañías transnacionales como Monsanto, que se adueñó de la patente al realizar experimentos genéticos con esta semilla ancestral.

La experta comentó que Monsanto es una empresa con sede en Estados Unidos, famosa por producir el agente naranja, mejor conocido como napalm, con el que rociaron y quemaron a la población de Vietnam. Indicó que Monsanto ha sido beneficiada por la mayor parte de los permisos concedidos por el gobierno mexicano para sembrar transgénicos: casi 70 por ciento de las solicitudes de liberación al ambiente OMGs han sido promovidas por esta empresa, bajo diferentes nombres.

Otras de las transnacionales beneficiarias y productoras de semillas transgénicas son Pioneer, Bayer, Syngenta, Dow Agrosciences, las cuales están presionando a los países del Tercer Mundo junto con Monsanto, para sembrar comercialmente maíz transgénico.

Y el problema no sólo es comercial, sino de salud, indicó Mercedes López, ya que si se autoriza que Monsanto siembre en México su maíz transgénico NK603, se generarán daños irreversibles a la salud, tal y como demostró en Francia el doctor Gille Eric Séralini, quien realizó experimentos con ese maíz alimentando a ratas con diferentes cantidades de maíz, cuyos resultados demostraron muerte prematura y cáncer en las ratas.

¿Cuál es el problema del maíz NK603 de Monsanto?, que se le ha introducido un gen que lo hace resistente a herbicidas, los cuales contienen como principio activo una sustancia denominada glifosato.  Esa sustancia mata a las plagas que comen la planta (entre ellos alimentos del sistema milpa), destruyendo el estómago de los insectos que lo comen, contaminando el área a 20 km a la redonda, afectando la salud de población circundante a los cultivos (bebés con malformaciones, problemas de alergias respiratorias, de piel, muerte de abejas, contaminación de miel en Yucatán).

Mercedes López comentó que la liberación de OGMs al campo mexicano traerá amenazas para la seguridad alimentaria al nivel nacional en cuatro frentes:

1. El déficit alimentario

2. La diversidad de la comida pluricultural nacional

3. La biodiversidad del maíz y de sus parientes silvestres

Indicó que ante este riesgo varias organizaciones se han movilizado en todo el país, sin que el gobierno mexicano tome cartas en el asunto para atender la salud, cultura y soberanía alimentaria. Citó el caso Civil es integrante. La campaña agrupa a más de 300 organizaciones campesinas, ambientalistas, de derechos humanos y otras y fue conformada en 2007.

Cada 29 de septiembre, conmemora y exige respeto al maíz mestizo, la reactivación del campo y de la economía campesina, se pronuncia por la prohibición de los transgénicos y organiza marchas, plantones y conferencias de prensa contra esta medida; se manifiesta en favor de un comercio justo; ha solicitado audiencia a las autoridades responsables del campo y la salud en México; participa en conferencias de prensa, foros, ferias, para denunciar esta problemática.