¿Cómo será la convivencia social para quienes no se hayan vacunado?

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 17 de agosto de 2021.

HISTORIA EN BREVE

  • Las prominentes cadenas de restaurantes requerirán al personal y comensales al interior de sus instalaciones en la ciudad de Nueva York y Washington DC que comprueben que “fueron vacunados” y esto iniciará a partir del 7 de septiembre de 2021
  • También se abrieron bares y restaurantes solo para gente que se vacunó en Seattle, Los Ángeles, San Francisco, Oakland, Filadelfia, Boston, Atlanta, Boulder, San Luis y Nueva Orleans
  • A su vez, un número creciente de empresas privadas les exigen a los trabajadores que participen en este experimento médico para seres humanos o sino perderán trabajo. Las empresas que están en el listado son: Facebook, Google, Twitter, Lyft, Uber, Saks Fifth Avenue, The Washington Post, BlackRock, Ascension Health, Netflix, Walmart, Walt Disney Corporation y Morgan Stanley
  • PayPal se compromete a bloquear las transacciones y cancelar las cuentas de los “extremistas” y cualquier persona que ponga en peligro a las “comunidades en riesgo”, lo que podría incluir casi cualquier cosa, incluida la retórica antivacunas
  • Don Lemon, presentador de la CNN sugirió que a las personas que no se han vacunado se les debería prohibir comprar alimentos en los supermercados y que se les quitara la licencia de conducir

En el 2020 la propuesta de que las contramedidas por el COVID-19 llegarían a incluir la vacunación forzada y los pasaportes de vacunas (lo que resultaría en una sociedad segregada donde solo aquellos que participaron en el experimento de la vacuna antiCOVID tienen derechos humanos) fue etiquetada como una teoría de la conspiración salvaje y sin posibilidades de discutirla.

Nos remontamos al 2 de agosto de 2022 y Forbes anunció: “Sin vacuna, no hay servicio: en estos lugares de Estados Unidos se requiere de una prueba de la vacuna”.

Sin vacuna no hay servicio

De acuerdo con Forbes, las cadenas de restaurantes como Shake Shack y Union Square Hospitality lideran el solicitar a todo su personal y a sus comensales de Nueva York y de Washington DC que demuestren que ya fueron vacunados con las dosis de la vacuna antiCOVID-19 que entrara en vigor el 7 de septiembre de 2021.

Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, elogió la decisión y dijo que otros seguirán la medida, de hecho, lo hicieron, y el mismo de Blasio anunció el 3 de agosto de 2021 que la prueba de vacunación será obligatoria para todos los lugares de comida cerrados, gimnasios y cines de la ciudad:

“Este fenomenal lugar está lleno de maravillas”, dijo. “Si estás vacunado, todo estará a tu alcance, pero si no, lamentablemente no podrás participar en muchas cosas”.

Varios comedores de Nueva York ya estaban verificando el estado de vacunación y durante la última semana de julio de 2021 la Alianza de Propietarios de Bares de San Francisco instó a sus 300 miembros a exigir una prueba de la vacuna antiCOVID-19 o una prueba negativa para los clientes que desean tomar una bebida dentro de sus instalaciones.

Varios restaurantes, bares y clubes de comedia de Los Ángeles también están haciendo lo mismo, al igual que más de 60 establecimientos en Seattle. También surgieron restaurantes exclusivos para quienes ya se vacunaron en Oakland, Filadelfia, Boston, Atlanta, Boulder, San Luis y Nueva Orleans.

Dado que estas contramedidas se aplican a nivel mundial, pasa lo mismo en otros países también. Por otro lado, yo vivo en Florida y ahí las empresas tienen prohibido por ley exigir a los clientes que demuestren su participación en la vacunación por la COVID.

Sin vacuna no hay trabajo

A su vez, un número creciente de empresas privadas les exigen a los trabajadores que participen en este experimento médico para seres humanos o sino perderán su trabajo. Axios informó que las empresas incluidas son: Facebook, Google, Twitter, Lyft, Uber, Saks Fifth Avenue, The Washington Post, BlackRock, Ascension Health, Netflix, Walmart, Walt Disney Corporation y Morgan Stanley.

Como se mencionó, Florida prohíbe a las empresas exigir a los clientes que presenten pruebas de que ya se pusieron la vacuna antiCOVID, pero no prohíbe a las empresas exigir que sus empleados tengan la vacuna.

Por ahora y de acuerdo con las noticias de Yahoo, el mandato de Disney solo se aplica a los empleados asalariados y no sindicalizados. Disney está en negociaciones con los funcionarios sindicales que representan a los empleados del parque temático y a los miembros de sus equipos de producción de películas y televisión. El objetivo es ampliar el mandato de la vacuna a los empleados del sindicato también.

En mayo de 2021, la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo decretó que es legal que las empresas les soliciten a los empleados ponerse la vacuna antiCOVID. Esto a pesar de que las cuatro vacunas antiCOVID disponibles solo están autorizadas para uso de emergencia y aún no tienen licencia. No se espera que las pruebas concluyan hasta dentro de dos años.

Sin vacuna no hay negocios

Las empresas privadas no pueden exigir las vacunas antiCOVID, por supuesto, pero defender el derecho de los trabajadores a elegir podría obstaculizar su capacidad para realizar negocios, ya que PayPal ahora promete bloquear las transacciones y cancelar las cuentas de los “extremistas” y cualquier persona que ponga en peligro a las “comunidades en riesgo”, lo que podría incluir casi cualquier cosa en este momento.

Al ver cómo la Casa Blanca promueve la idea de que aquellos quienes cuestionan la efectividad y la seguridad de las vacunas de la COVID son “asesinos” y que el Center for Countering Digital Hate (CCDH) etiqueta a la retórica antivacunas como una forma de discurso de odio … ¿Sería exagerado sospechar que PayPal comenzará a bloquear las cuentas de los antivacunas?

Los propietarios de negocios y los empresarios autónomos que se pronuncian en contra de otras narrativas oficiales probablemente corren el mismo riesgo. El capitalista de riesgo David Sacks comentó recientemente sobre la situación:

“Cuando ayudé a crear PayPal en 1999, fue para promover una idea revolucionaria. La gente común ya no dependería de las grandes instituciones financieras para iniciar un negocio.

pero ahora PayPal está dando la espalda a su misión original. Ahora lidera el cargo para restringir la participación de aquellos que considera indignos. Estamos hablando de callar gente y organizaciones que expresan opiniones que son completamente legales.

Si la historia sirve de guía, otras empresas FINTECH pronto seguirán su ejemplo. Y cuando su nombre aparezca en alguna de sus listas creadas por el consorcio de compañías FINTECH privadas … ¿A quién le podrá reclamar?

En cuanto a la noción de crear su propio PayPal o Facebook: debido a sus gigantescos efectos de red y economías de escala, no existe una alternativa viable cuando toda la industria trabaja en conjunto para negarle el acceso.

Expulsar a las personas de las redes sociales las priva del derecho a hablar el actual mundo digital. Dejarlos fuera de la economía financiera es peor: los priva del derecho a ganarse la vida.

Hemos visto cómo la cultura de la cancelación puede anular la capacidad de uno para obtener ingresos, pero ahora a quienes cancelen se pueden encontrar sin una forma de pagar bienes y servicios.

Anteriormente, los empleados vetados que nunca más tendrían la oportunidad de trabajar para una empresa de Fortune 500, al menos tenían la opción de iniciar un negocio por sí mismos. Pero si no pueden comprar equipos, pagar a los empleados o recibir pagos de clientes, esa puerta también se les cierra”.

Si esta tendencia continúa y es probable que así sea … ¿Se podría prohibir a las personas que cuestionan las vacunas antiCOVID o que se niegan a participar en la experimentación humana y prohibirles tener una tarjeta de crédito o una cuenta bancaria?

Sin vacuna no hay comida

Algunos están pidiendo un castigo aún más severo para quienes no se hayan vacunado. Sin embargo, para algunos líderes de opinión no es suficiente que las personas no vacunadas no puedan ingresar a un bar o restaurante y que puedan perder la capacidad de enviar o recibir dinero por bienes y servicios mediante PayPal (y posiblemente otros servicios de transacciones digitales).

Por ejemplo, el presentador de la CNN, Don Lemon, sugirió recientemente que a las personas que no se han vacunado se les debería prohibir comprar alimentos y que se les quitara la licencia de conducir.

Me gustaría que llevaras a cabo un experimento mental y lo pensaras de principio a fin. Cómo sería su vida si le prohibieran:

  1. Manejar
  2. Trabajar y ganar un salario
  3. Enviar o recibir dinero en línea
  4. Tener una cuenta bancaria y tarjeta de crédito
  5. Comer comida en un restaurante (suponiendo que de alguna manera tenga el dinero en efectivo para pagarla)
  6. Comprar comida (nuevamente, asumiendo que de alguna manera obtuvo el efectivo para pagarla)

¿Sera que lo que Lemon y muchos otros realmente quieren decir es que es aceptable dejar a la mitad de la población de los Estados Unidos sin hogar y matarlos de hambre para, teóricamente, prevenir la propagación de una infección que, hasta ahora, ha tenido una tasa de supervivencia del 99.74 %?

La moral de las masas

Para comprender lo que realmente sucede y lo que logra la retórica de Lemon, recomiendo leer el artículo de Charles Eisenstein: “Mob Morality and the Unvaxxed”. Es excelente e invita a la reflexión. Escogí algunas citas:

“Nos gustaría pensar que las sociedades modernas como la nuestra han superado las costumbres bárbaras como el sacrificio humano. En realidad, no matamos personas con la esperanza de aplacar a los dioses y restaurar el orden. O ¿sí? …

No cualquier víctima serviría como objeto de sacrificio de los seres humanos. Las víctimas deben estar, como dice la experta en derecho Roberta Harding: “dentro de la sociedad, pero no de ella”. Por eso, durante la Peste Negra, las turbas deambulaban asesinando judíos por “envenenar los pozos”.

Toda la población judía de Basilea fue quemada viva, una escena que se repitió en toda Europa Occidental. Sin embargo, esto no fue principalmente el resultado de un odio virulento preexistente hacia los judíos que esperaban una excusa para estallar. Era que se necesitaban víctimas para liberar la tensión social, y el odio, un instrumento de esa liberación se fusionó de manera oportunista sobre los judíos.

“Combatir el odio” es combatir un síntoma. Los chivos expiatorios no tienen por qué ser culpables, pero deben ser marginales, marginados, herejes, violadores de tabúes o infieles de un tipo u otro … Si todavía no son marginados, deben serlo.

[D] La categorización de izquierda a derecha es una nueva y prometedora clase de chivos expiatorios, los herejes de nuestro tiempo: los antivacunas. Como subpoblación fácilmente identificable, son candidatos ideales para convertirse en chivos expiatorios. Poco importa si alguno de estos representa una amenaza real para la sociedad, su culpa es irrelevante para el proyecto de restaurar el orden a través del sacrificio de sangre.

Todo lo que se necesita es que la clase deshumanizada despierte la indignación ciega y la rabia necesaria para incitar un paroxismo de violencia unificadora. Más relevante para los tiempos actuales, esta energía primigenia de las masas se puede aprovechar hacia fines políticos fascistas.

Los sujetos sacrificados llevan una asociación de contaminación o contagio; así, su eliminación limpia a la sociedad. Conozco personas en el campo de la salud alternativa que se consideran tan impuras que, si menciono sus nombres en un Tweet o una publicación de Facebook, la publicación podría ser eliminada.

La pronta aceptación por parte del público de una censura tan descarada no puede explicarse únicamente en términos de creer en el pretexto de “controlar la desinformación”. De manera inconsciente, el público reconoce y se ajusta al antiguo programa de invertir en una subclase de parias con la simbología de la contaminación.

Este programa está bien encaminado hacia los que no se han puesto la vacuna antiCOVID, quienes están siendo retratados como pozos negros de gérmenes que podrían contaminar a los Hermanos Santificados (los vacunados).

Hoy mi esposa examinó una página de Facebook de acupuntura, en la cual alguien preguntó: “¿Cuál es la palabra que me viene a la mente para describir a las personas que no se han vacunado?” Las respuestas fueron cosas como “sucios”, “imbéciles” y “mortífagos”. Esta es precisamente la deshumanización necesaria para preparar a una clase de personas para limpiar.

Preparar a alguien para eliminar a lo que se considere malévolo ayuda a amontonarle cualquier calumnia imaginable. Por lo tanto, escuchamos en las publicaciones principales que los antivacunas no solo están matando gente, sino que son narcisistas furiosos y son el equivalente a terroristas domésticos”.

Territorio peligroso por delante

Si en el fondo de sus entrañas siente que nos estamos acelerando hacia un territorio peligroso, probablemente tenga razón. Tanto los medios de comunicación como los funcionarios del gobierno alientan y manipulan activamente al público “vacunado” para que, literalmente, desprecie y desee la muerte de quienes no lo han hecho, y esto es algo muy peligroso. Genera una clase de personas con mentalidad desprovista de razón y lógica, lo que puede tener consecuencias trágicas.

“¿Por qué el fascismo se asocia tan comúnmente con el genocidio, cuando como filosofía política se trata de la unidad, el nacionalismo y la fusión del poder corporativo y estatal?” Pregunta Eisenstein.

“Es porque necesita una fuerza unificadora lo suficientemente poderosa como para dejar de lado toda resistencia. El “nosotros” del fascismo requiere de un “ellos”. La mayoría de la gente moral cívica participa de buena gana y segura de que es por hacer un bien. Algo se debe de hacer. Los escépticos también están de acuerdo, por su propia seguridad.

No es extraño que las instituciones autoritarias de hoy sepan de manera instintiva cómo avivar la histeria hacia quienes no se han vacunado. El fascismo aprovecha, explota e institucionaliza un instinto más profundo.

La práctica de crear clases de personas deshumanizadas y luego asesinarlas es más antigua que la historia misma. La campaña contra quienes no se han vacunado, imaginados con una bata blanca de laboratorio, armados con datos sesgados y agitando el banderín del altruismo, canaliza hacia un impulso brutal y antiguo”.

La Constitución todavía ofrece alguna medida de protección en los Estados Unidos, pero puede ser ingenuo suponer que se cumplirá a largo plazo a menos que la gente lo exija. En Australia, los militares ahora deambulan por las calles de Sídney para asegurarse de que nadie se desvíe más allá de la entrada de su hogar, ya que el país ha implementado uno de sus cierres más estrictos hasta el momento.

Avivando las llamas de la ira y el odio, el primer ministro Scott Morrison ha declarado que los australianos vacunados podrían recuperar parte de su movilidad una vez que la tasa de vacunación alcance el 70 %, y los bloqueos generales pueden evitarse por completo si la tasa de vacunación alcanza el 80 %.

“Si se vacuna, habrá reglas especiales que se le aplicarán”, dijo Morrison a los periodistas. “¿Por qué? Porque si está vacunado, presenta un riesgo menor para la salud pública”.

Una persona racional podría cuestionar si Morrison realmente cumplirá su palabra. Una persona cegada por la ira probablemente no lo hará, pero en su lugar dirigirá su frustración hacia quienes se resisten e impiden que la tasa de vacunación alcance ese umbral mágico en el que creen que se restaurará la libertad.

Photo by Marisol Benitez on Unsplash