Cinco consejos en la lucha contra los transgénicos

4.- Movilizaciones, peticiones a través de la red y recaudación de fondos son asuntos clave

Los activistas contra los transgénicos están construyendo nuevas coaliciones, solicitando peticiones y aumentando la lista de correos, con agrupaciones nacionales y locales, con la utilización de las redes sociales para la movilización, y la recaudación de fondos a través de Internet.

En las recientes iniciativas legislativas para el etiquetado de los transgénicos en California y Washington, así como otras iniciativas en otros estados, se ha conseguido el envío coordinado de más 10 millones de correos electrónicos a la vez. Durante los últimos 12 meses, Organic Consumers Association, Mercola.com, Food Democracy Now, Natural News, Alliance for Natural Health, Center for Food Safety, Just Label It, Environmental Working Group, Cornucopia, Friends of the Earth, CREDO, y MoveOn han sido capaces de enviar mensajes a favor del etiquetado y contra los transgénicos a millones de consumidores, la realización de miles de acciones locales de protesta, y la consecución de más de 20 millones de dólares a través de pequeñas donaciones. El movimiento en contra de los transgénicos no tiene los bolsillos tan grandes ni puede realizar campañas de publicidad y de relaciones públicas como las grandes Empresas de Biotecnología, pero están desarrollando nuestros propios medios de información en Internet, sobre todo a través de Facebook.

5.- La acción política local y estatal es más eficaz que las campañas dirigidas a la aprobación de nuevas leyes y los legisladores

El movimiento en contra de los transgénicos, como otros movimientos de transformación social, han aprendido por las malas que las empresas y la elite rica controlan no sólo los medios de comunicación, sino también el Gobierno, loo Tribunales y las Agencias de Regulación. Después del envío de peticiones durante décadas al Gobierno, éste hace caso omiso de ellas atendiendo a los contribuyentes ricos, desoyendo a ese 93% de la población que ve con buenos ojos el etiquetado obligatorio de los alimentos modificados genéticamente.

En consecuencia, el movimiento contra los transgénicos ha trasladado su punto de atención de Washington a otros lugares: presión sobre el mercado, campañas políticas a nivel local, sobre todo iniciativas legislativas. Las iniciativas legislativas ciudadanas son legales en 24 estados y aproximadamente en 1000 condados y municipios. Esta forma de democracia directa da a los votantes el poder de promulgar leyes de etiquetado, la aprobación de normas reguladoras para las empresas de Biotecnología y Agricultura Industrial, sin pasar a través de políticos y burócratas. Varios condados de los estados de Washington y California han ido más allá del simple etiquetado, expresándose a favor de la prohibición total de los transgénicos, gracias a la acción política local. En 2014, cuatro condados de Oregón votarán iniciativas legislativas sobre la prohibición de los cultivos transgénicos.

Gane o pierda en el estado de Washington la iniciativa a favor del etiquetado, el movimiento contra los transgénicos se ha convertido en un buen ejército de base, comprometido en la reclamación de sistemas alimentarios y agrícolas más respetuosos, dentro de una batalla más amplia para transformar la política y el Sistema Económico.

Ronnie Cummins es un activista veterano, organizador y autor. Es el director internacional de la Asociación de Consumidores Orgánicos y de su filial en México, Vía Orgánica.http://www.organicconsumers.orghttps://viaorganica.org