Animales torturados con alimento genéticamente modificado de Monsanto

Deformidades del esqueleto

En sus años de práctica, Art Dunham no había visto ningún caso de deficiencia de manganeso en los rebaños que había tratado. Pero eso cambió aproximadamente en el año 2000, cuando empezó a ver a más y más terneros naciendo con deformidades del esqueleto –síntoma de una dieta deficiente en manganeso. Inicialmente escéptico, Dunham experimentó añadiendo manganeso a las dietas de las terneras. Su salud mejoró. Su presentimiento fue confirmado cuando resultados de laboratorio en algunos de los hígados de las terneras muertas revelaron muy poco o nada de manganeso.

Dunham estaba confundido. Una dieta de maíz, soya y heno debería de contener suficiente manganeso para los cerdos y el ganado de carne y lácteo. Pero empezó a tener más sentido cuando se encontró un estudio de 2007, realizado por el Dr. Huber. Huber, quien encontró que al rociar manganeso en soya de 10-14 días después de que la ésta fuera rociada con glifosato, los granjeros podían aumentar los rendimientos de la cosecha. ¿Por qué? Huber postuló que el glifosato ocasionó que algunas cosechas se volvieran deficientes de manganeso, porque estaba destruyendo los nutrientes en la tierra y las plantas. Las cosechas rociadas con glifosato fueron menos capaces de metabolizar los nutrientes necesarios que hizo a las plantas susceptibles a enfermedades.

¿Esto motivó que las terneras alimentadas con cosechas deficientes de manganeso -rociadas con glifosato- mostraran íntomas de deficiencia de manganeso, incluyendo articulaciones alargadas, extremidades deformes y debilidad incapacitante? La evidencia era conveniente y la teoría pausible.

Fallas en la sobrevivencia

Es un tanto asqueroso, como recientemente en Norte América, aproximadamente después de cinco a 10 días de su nacimiento, los lechones normales y sanos sean destetados, por lo que se vuelven flacos, pálidos y anoréxicos. Su salud se deteriora rápidamente. Este es llamado el “Síndrome de fallo de supervivencia post destetado” o PFTS (por sus siglas en inglés). Y una causa por la que los lechones destruyan sus propios tejidos y órganos, esencialmente canibalizándose a sí mismos. Después viene la emaciación y después, la eutanasia.

¿Un virus causa PFTS? Los estudios sugieren que no, dice Dunham. Es más probable que la causa esté relacionada con la dieta, ya que la enfermedad se manifiesta cuando los lechones empiezan a alimentarse. La teoría de la dieta es apoyada por post-mortems, mostrando cómo los lechones afectados tienen lesiones en sus estómagos e intestinos.

¿Podría el PFTS representar otro caso de pérdida de elementos esenciales en las dietas de los lechones? Posiblemente. Un análisis de los hígados de los cerdos revela niveles de cobalto bajos “hasta el suelo”. De hecho, de 522 hígados estudiandos, ninguno llegó al rango normal de cobalto, establecido antes que el alimento OGM llegara al mercado. Tal vez no por coincidencia, de acuerdo a Dunham, investigadores en la Universidad de Texas A&M han encontrado que el glifosato retiene al cobalto de 102 a 103 veces más de lo que amarra al manganeso.