Alimentos transgénicos: fantasma que recorre San Luis y el Mundo

Esto dio pie a que el Gobierno Federal constituyera un Comité Técnico con la UNAM y la Universidad de Chapingo para dar respuesta a la empresa porque no había ninguna legislación federal al respecto.

“En San Luis Potosí, por ejemplo, además de la soya transgénica que se siembra desde hace 12 años en Tamuín y Ebano, también se cultivó algodón que, por cierto, ya desapareció, pues esa parte de San Luis junto con Tamaulipas forma parte del corredor noreste de los Estados Unidos para la siembra de transgénicos”.

De la solicitud de Campbells derivó la Norma Oficial Mexicana que luego se derogó, y entró la nueva Ley de Sanidad Vegetal en 1994; finalmente se integró el Comité de Bioseguridad, responsable de aprobar la siembra de transgénicos en el país.

“Hoy toda la soya que se siembra en México es transgénica porque su producción con otros métodos ya no es costeable. Esto generó derechos a la empresa Monsanto para producir, reproducir y vender, conforme a la regulación internacional”.

A pregunta de por qué sí se siembra soya en San Luis Potosí y no maíz, dice: La soya, a excepción de la leche de soya y de la carne de soya, es un insumo para crear alimentos entre otros productos, por lo que su consumo es indirecto y hay menos riesgos. No pasa lo mismo con el maíz que consumimos de manera directa.

A nivel estatal en San Luis Potosí hasta el momento no se ha integrado ningún comité técnico que opine, regule o proponga con respecto a la siembra de transgénicos, solamente se norman conforme a lo que establece la Ley Federal, y en el caso del maíz la SAGARPA no ha notificado hasta el momento si hay proyectos de siembra en algún municipio de la entidad, aun cuando a nivel local se aplican todos los señalamientos legales.

El ingeniero Francisco Ramírez Ramírez ha ocupado, entre otros cargos, el de director de Agricultura y Ganaderia, de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria de la SEDARH, y coordinador del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológico de la UASLP, y funcionario de la SAGARPA a nivel federal, así como director del Centro Nacional de Referencia Fitosanitaria, entre otros cargos, Ha viajado a Chile, Colombia, Estados Unidos e Italia, por lo que domina muy bien el tema.

Proponen ley en el congreso del Estado

A esta “guerra” en contra de la siembra de transgénicos se han sumado los productores de naranja y maíz de la Huasteca potosina, de la Asociación Lalasjmkemj, que en náhuatl significa “Productores de naranja”, pero que también siembran maíz y frijol, en voz de su dirigente y ahora diputado local perredista Filemón Hilario Juárez.

“Ante lo que consideramos la defensa de nuestros derechos para proteger nuestra herencia cultural, presentamos ante el Congreso del Estado una iniciativa de Ley de Fomento y Protección al Maíz, como patrimonio originario de San Luis Potosí”, que actualmente se discute en comisiones y busca frenar aquí la siembra de transgénicos.

Y afirma: “Desde luego que preocupa a los productores no sólo de maíz, sino también a los apicultores y a los centenares de familia que viven de esa actividad, por el riesgo que representa la siembra de transgénicos”.

Nosotros queremos semilla original (maíz criollo), y sólo por citar un ejemplo, una vez que llegan los transgénicos no entran las abejas, o mueren, además de que hay riesgo de que el polen de las nuevas plantas salga de control, por lo que nos organizarnos para evitarlo. “Que se lleven su basura”, dice.

“Si se autoriza la siembra de maíz transgénico de forma experimental, o en una primera etapa, resultarán afectados Tamazunchale, Tampacán y Matlapa, además de Tamuín, Ebano y San Vicente, y miles de productores tanto de maíz como apicultores y sus familias, sin contar los daños a nuestras tierras, por lo que realizamos foros informativos con apoyo de organizaciones nacionales para la defensa del maíz”.

Filemón Hilario Juárez, representante indígena en el Congreso, dice: No estamos peleados con la tecnología, pero sí tratamos de impedir daños a las personas y al entorno, pues si se busca resolver el problema del hambre, que no se nos perjudique, ni a los ecosistemas, pues lo que se observa es que priva el interés económico, y nosotros estamos dispuestos a defender nuestra tierra.