Algas para tratar el SARS CoV-2

Por Dr. Joseph Mercola, Mercola, 08 de septiembre del 2020.

HISTORIA EN BREVE

  • Los investigadores han analizado los extractos de algas marinas como posibles tratamientos contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19
  • Se analizó la dosis de cinco extractos de algas, lo que demuestra que la concentración efectiva inihibe el 50 % de la actividad viral, conocida como EC50; una EC50 más baja demuestra que el extracto es más eficaz
  • Los resultados demostraron que el extracto de las algas marinas RPI-27 tenían una EC50 de casi 83 nanomolar, en comparación con los 770 nanomolar del remdesivir
  • El remdesivir es un medicamento antiviral que ha demostrado ser prometedor en el tratamiento contra el COVID-19; sin embargo, se han reportado efectos secundarios graves, incluyendo la insuficiencia renal
  • Con los extractos de algas, no se encontró toxicidad celular, incluso en las concentraciones más altas, y en algunos casos superaron al remdesivir al combatir el SARS-CoV-2

Aunque las algas marinas son una novedad en la dieta occidental típica, excepto por una cena de sushi ocasional o un plato de sopa de miso, han sido un alimento básico en Japón, Corea y China desde la antigüedad. Es posible que en Japón las algas representen más del 10 % de la alimentación y se utilizan 21 tipos diferentes en la cocina diaria.

Las algas marinas son muy nutritivas y proporcionan una fuente rica de micronutrientes. Sin embargo, también tiene poderosas propiedades antivirales y los investigadores han estudiado extractos de algas marinas como posibles tratamientos contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.

Los extractos de algas marinas superan al estándar antiviral del COVID-19

Investigadores del Center for Biotechnology and Interdisciplinary Studies (CBIS) del Instituto Politécnico Rensselear analizaron la eficacia antiviral de los extractos de algas marinas contra el SARS-CoV-2 y obtuvieron resultados prometedores.

Se analizaron cinco polisacáridos sulfatados, incluyendo variantes de heparina, que se utilizan para la terapia anticoagulante, (heparina, heparina trisulfatada y una heparina de bajo peso molecular no anticoagulante) junto con los fucoidanos RPI-27 y RPI-28.

“Estamos aprendiendo cómo bloquear la infección viral, ya que necesitaremos saber eso si queremos enfrentar más rápido las pandemias”, dijo el investigador principal, Jonathan Dordick, para un comunicado de prensa. “En realidad no tenemos buenos antivirales. Necesitaremos muchísimos enfoques que podamos adaptar muy rápido a los virus emergentes para protegernos contra las futuras pandemias”.

Se analizó la dosis de cinco extractos de algas, lo que demuestra que la concentración efectiva inihibe el 50 % de la actividad viral, conocida como EC50; una EC50 más baja demuestra que el extracto es más eficaz. Los resultados en la concentración molar, demostraron que el RPI-27 tenía una EC50 de casi 83 nanomolar, en comparación con los 770 nanomolar del remdesivir, que se reveló a través de una investigación separada.

El remdesivir es un medicamento antiviral que ha demostrado ser prometedor en el tratamiento contra el COVID-19, sin embargo, se han reportado efectos secundarios graves, incluyendo la insuficiencia renal. Sin embargo, con los extractos de algas, no se encontró toxicidad celular, incluso en las concentraciones más altas.

En el caso de los otros extractos, la heparina tenía una EC50 de 2.1 micromolar, que era aproximadamente un tercio más activa que el remdesivir, mientras que la heparina no anticoagulante era casi una quinta parte tan activa que el remdesivir, con una EC50 de 5 micromolar.

Un nuevo método de tratamiento

Robert Linhardt, un profesor de Rensselaer que colabora con Dordick, dijo que lo más interesante es descubrir una nueva forma para tratar una infección:

“El pensamiento actual es que la infección por COVID-19 comienza en la nariz y cualquiera de estas sustancias podría ser la base para un aerosol nasal. Si pudiera tratar la infección a tiempo, o incluso tratarla antes de tenerla, tendría una forma de bloquearla antes de que ingrese al cuerpo”.

Debido a que los compuestos de algas también se pueden consumir por vía oral, también podrían ser beneficiosos para tratar las infecciones gastrointestinales, según Dordick. De hecho, mientras que el remdesivir se debe administrar por vía intravenosa, los extractos de algas se pueden administrar a través de un aerosol nasal, inhalador o por vía oral. Cuando se consumen por vía oral, los fucoidanos de las algas marinas son “generalmente reconocidos como seguros”.

Los extractos de algas parecen funcionar en el tratamiento contra el SARS-CoV-2 a través de lo que se conoce como técnica de señuelo, que se ha utilizado antes contra el dengue, Zika, influenza A y otros virus. De acuerdo con lo que reportó el Instituto Politécnico Rensselaer para un comunicado de prensa:

“La proteína spike en la superficie del SARS-CoV-2 se adhiere al receptor ACE-2, una molécula en la superficie de las células humanas. Una vez asegurado, el virus inserta su propio material genético en la célula y se apodera del mecanismo celular para producir réplicas del virus.

Pero el virus se podría persuadir muy fácil para que se fije en una molécula señuelo y ofrezca un ajuste similar. El virus neutralizado quedaría atrapado y en algún momento se degradaría de forma natural”.

Al unirse a la proteína spike del SARS-CoV-2, los polisacáridos sulfatados de las algas marinas podrían actuar como señuelos para interferir con la unión entre la proteína spike y el correceptor de heparán sulfato, lo que podría disuadir de manera eficaz la infección viral.

También vale la pena señalar que una investigación separada descubrió que los anticoagulantes como la heparina produjeron mejores resultados en los pacientes hospitalizados con COVID-19. Los pacientes intubados que recibieron heparina tuvieron un riesgo de mortalidad menor comparado con los que no la recibieron.

“Se desconoce si esto es el resultado de la heparina en la anticoagulación o si es un efecto de su actividad anti-SARS-CoV-2”, explicaron los investigadores del estudio.

Actividad antiviral de las algas

Aunque su uso contra el SARS-CoV-2 es nuevo, los extractos y polisacáridos de algas marinas que incluyen carragenina, alginato, fucano, laminaran y naviculan han sido reconocidos durante mucho tiempo por sus propiedades antivirales. Se estudió el extracto de seis especies de algas pardas de Hong Kong, la mayoría inhibió los tipos 1 y 2 del virus del herpes simple, con muy baja toxicidad para otras células. También fueron un poco efectivos para inhibir el virus respiratorio sincitial (VRS).

De hecho, se ha realizado un estudio de las algas marinas con la esperanza de encontrar nuevos compuestos para tratar las enfermedades virales. En uno de esos estudios, los polisacáridos de algas rojas y pardas inhibieron la reproducción del virus de la hepatitis C, mientras que otros han señalado sus diversos modos de acción.

“La diversidad estructural, la complejidad de los polisacáridos marinos y sus derivados contribuyen a sus actividades antivirales en diferentes fases de muchos procesos diferentes de infección viral”, escribieron los investigadores para la revista Carbohydrate Research, y señalaron que los extractos de algas marinas tienen la capacidad de inhibir la absorción del virus y provocar la transcripción y reproducción del mismo. Algunos también son inmunomoduladores.

En otro estudio, se investigaron 16 extractos de algas de la Columbia Británica y se descubrió que 15 de ellos tenían capacidades directas para matar virus.

Las algas probablemente influyeron en las bajas tasas iniciales del COVID-19 en Japón

En Japón donde los mariscos son un alimento básico, cuando inició la pandemia había pocos casos de infección por COVID19, sobre todo Hokkaido.

Al escribir en el Journal of Applied Phycology, investigadores de la Universidad de Coimbra y del Centro Verschuren de Canadá para la Sostenibilidad en Energía y Medio Ambiente sugirieron que podría haber una conexión y que las bajas tasas iniciales “posiblemente se relacionen con el consumo tradicional y generalizado de algas y el suministro regular de yodo en su alimentación”.

Aunque después incrementaron los casos, señalaron: “Estos informes sugieren que las algas marinas ayudaron a las poblaciones de Hokkaido a reducir el contagio en un período inicial, pero su consumo no era un arma 100 % efectiva …”

También se ha descubierto que los extractos de algas, incluyendo la carragenina, benefician el resfriado común, que es causado por diferentes virus respiratorios, incluyendo el coronavirus. En un estudio realizado a niños y adultos, se descubrió que un aerosol nasal de carragenina redujo la duración del resfriado común, incrementó la depuración viral y disminuyó la recaída de los síntomas.

La compañía farmacéutica Boehringer Ingelheim comercializa un aerosol nasal a base de carragenina, pero los investigadores cuestionaron por qué no fue reconocida la investigación sustancial sobre las propiedades antivirales de los extractos de algas marinas por las grandes farmacéuticas durante la pandemia de COVID-19. Agregaron:

“Muchas especies de algas marinas contienen cantidades significativas de polisacáridos sulfatados y estructurales complejos que han demostrado inhibir la reproducción de virus envueltos, incluyendo los miembros de los Nidovirales.

Otros compuestos, tanto de algas rojas (p. ej., La lectina griffithsin) como otros polisacáridos sulfatados extraídos de algas verdes (p. Ej., Ulvans) y algas pardas (p. Ej., Fucoidans) podrían ser agentes terapéuticos antivirales potenciales contra el SARS-CoV-2″.

Las algas son un superalimento

Existen muchas razones para agregar algas a su alimentación, aparte de su potencial antiviral. Para empezar, es una excelente fuente de yodo, que a su vez es una poderosa arma contra las infecciones virales. Un desequilibrio de yodo afecta su función tiroidea y otros sistemas de su cuerpo, incluyendo el corazón.

Las algas también tienen propiedades que son ideales para reducir la presión arterial. En un estudio observacional en niños, se demostró que el consumo de algas marinas reduce la presión arterial diastólica en los niños y la presión arterial sistólica en las niñas.

En cuanto a los adultos, la investigación publicada en American Journal of Hypertension encontró que una preparación hecha a base de algas marinas había disminuído la presión arterial media en 62 pacientes de mediana edad con presión arterial leve.

Las algas también contienen nutrientes beneficiosos, como potasio, calcio, hierro y ácido algínico. El ácido algínico protege de forma natural a las plantas marinas de las bacterias y se une a los metales pesados en los seres humanos, lo que convierte a las algas marinas en un poderoso alimento desintoxicante.

La elección de algas marinas de aguas no contaminadas es fundamental, ya que estas plantas absorben el contenido del agua en la que crecen. Aunque esto es parte de lo que las hace tan nutritivas, también puede ser un problema si se obtienen de aguas contaminadas.

Además, es posible que las algas que provienen de grandes “granjas” industriales (a menudo en Asia) sean recolectadas por una máquina que daña el medio ambiente. Busque algas provenientes de aguas no contaminadas que se recolecten de manera sostenible y respetuosa con el medio ambiente (como las recolectadas a mano).

También verifique que sus algas se procesen a través de secado al sol o secado al aire a baja temperatura, ya que las altas temperaturas podrían dañar los nutrientes.

También podría encontrar algas marinas que se analizan con regularidad en busca de productos químicos y metales pesados para garantizar que se trata de un producto puro y saludable. Si desea agregar algas a sus alimentos, existen muchas opciones que puede elegir, ya que cada una ofrece sabores y usos diferentes. Éstas son algunas recomendaciones por Supermarket Guru:

  • Hijiki. La hijiki es un alga de sabor más fuerte que crece en ramas gruesas, que se expanden cuando se cocinan.
  • Nori. El nori a menudo se usa para hacer rollos de sushi, el nori es de color morado oscuro o rojo, pero se vuelve verde brillante cuando se tuesta. El nori sin tostar conserva mejor sus nutrientes.
  • Arame. El arame tiene hojas frondosas y un sabor más dulce que algunas otras variedades.
  • Wakame. El wakame se encuentra en la sopa de miso, es de color marrón con hojas delicadas y un sabor suave que no huele a pescado.
  • Dulse. El dulse tiene una textura masticable y, a menudo, se usa en forma seca o en hojuelas.