Alemania es el ‘referente’ de alimentos ecológicos en Europa

Por Ingrid Wenzl, Ecoticias, 15 de julio de 2016

Alemania es el mercado más grande de alimentos ecológicos de Europa. Pero entre su propia producción y la demanda aún queda una brecha. Es un mercado de oportunidades.

En algunos sitios podría crecer más rápidamente aún porque la demanda aumenta.

2015 fue un año bueno para el sector biológico en Alemania. Su volumen de ventas subió con un 11%, llegando a los 8.620 millones de euros.

Según la Sociedad de Información del Mercado Agrario (AMI en siglas alemanas), eso se debe principalmente a la iniciativa del comercio detallista: “Sobre todo las tiendas-discount, como Aldi Nord, Lidl o Penny, que están ampliando su surtido ecológico considerablemente“, explica la analista de mercado para la agricultura ecológica Diana Schaack.

Les siguieron los proveedores de gama completa y las grandes superficies ofreciendo aún más productos ecológicos para destacarse de su competencia más barata.

“Como todos participaron en este proceso eso provocó un salto importante en el volumen de ventas de los productos orgánicos”, afirma Schaack.

Sin embargo, muchos de ellos proceden todavía del extranjero. La diferencia entre oferta y demanda en Alemania aún persiste.

El cambio agro frenado

En 2001, después del escándalo de las vacas locas, la ministra federal de Agricultura de entonces, Renate Künast (Los Verdes), anunció un cambio rotundo en la política agraria.

Prometió subir la parte de las superficies agrícolas ecológicas hasta el 2010 a un 20%. 15 años más tarde los gobernantes siguen repitiendo esta meta -pero ya sin fecha límite-.

Con un 6,5%, las superficies agrícolas ecológicas en Alemania se encuentran por encima del promedio europeo pero aun muy debajo de las propias ambiciones.

“Si seguimos en esta velocidad llegaremos al 20 por ciento en el 2070”, ironiza la portavoz de la Alianza por la Agricultura Ecologica (BÖLW en siglas alemanas), Joyce Möwius.

El Ministerio de Agricultura Federal reconoce -al menos teóricamente- el gran potencial del sector ecológico para su país: “Usar este potencial está en primer lugar en manos de la economía y necesita el compromiso de sus actores.

Con la Estrategia de Futuro de la Agricultura Ecológica el ministro federal (Christian) Schmidt quiere acompañar este proceso”, comunica.

Sin embargo, ésta, más de un año después de que anunció su elaboración, todavía no ha sido presentada. SRU Por su parte, el consejo de expertos para cuestiones medioambientales (SRU en siglas alemanas) critica a Alemania que haya debilitado los esfuerzos de la Comisión Europea de llevar a cabo una transformación ecológica del sector agrícola y de haber desaprovechado los márgenes nacionales para posibilitar un cambio más rápido a la agricultura ecológica.

Así la Unión Europea permite a sus miembros desplazar un 15% de sus subvenciones agrarias a actividades agrícolas concretas a favor del medio ambiente.

En Alemania se convierte sólo un 4,5%. “Falta un consenso amplio para una agricultura acorde con el medio ambiente y preparada para el futuro”, señalan los expertos.

Al presidente de la BOELW, Felix Prinz zu Löwenstein, no le sorprende este juicio duro: “A pesar de que alguna gente cree que sólo se trata de marketing para productos ecológicos o de un pasatiempos de activistas ecologistas, la contaminación y la destrucción de recursos de primera necesidad, como el agua o la biodiversidad, son problemas centrales de nuestro tiempo.

Se pueden resolver pero sólo cuando el gobierno federal deja de frenar la reforma ecológica”, dice.

Crecimiento moderado

Que a pesar de la política tibia del gobierno federal cada vez más agricultores alemanes reorganizan sus empresas -en el 2015 el número de granjas ecológicas creció un 4%, en la última década un 30%-, la BOELW lo explica con más seguridad y condiciones favorables en algunos laender y por una fuerte demanda de productos orgánicos regionales que genera precios estables.

Entre los laender ejemplares destaca Bavaria con su plan integral BioRegio Bayern 2020 que pretende duplicar la producción agrícola ecológica en la región en el margen del tiempo del 2012 hasta el 2020 (ver despiece).

En Baja Sajonia, un land marcado por sus megagranjas de cerdos y aves de corral, cambió por fin el rumbo del viento. El nuevo gobierno premia entre otras medidas a agricultores que protegen el bienestar de los animales beneficiando así sobre todo a las granjas ecológicas.

En algunos otros laender, en cambio, la inestabilidad de los subsidios dificulta la reorganizaciónde las granjas hacia el universo orgánico.

Precios estables

A diferencia de la agricultura convencional, en el sector ecológico los precios resultan bastante estables. Claras ventajas frente a sus colegas convencionales tienen en Alemania los productores de leche orgánica.

Con el fin de la cuota de leche y la saturación de los mercados, el precio de la leche convencional está tocando fondo. En junio de 2016 el litro costaba sólo 21 céntimos -menos que la mitad de la leche ecológica en el mismo tiempo-.

El precio de la leche ecológica estable se debe a la gran demanda de productos lácteos ecológicos en Alemania, que aún supera a la oferta.

No obstante, su producción crece en el país, especialmente en el sur, donde las vacas pastan en los prados de los Prealpes porque el paso a la ganadería ecológica resulta fácil y las recompensas son muy tentadoras. También entre los precios de carne de cerdo convencional y de ganadería ecológica se abre una brecha. La gran demanda, por un lado, y la pequeña oferta, por el otro, han disparado el precio de la carne de cerdo orgánico.

A finales de 2015 alcanzó el triple del de procedencia convencional que, por su parte, se encontraba en su punto más bajo.

Más investigación

Para aprovechar bien el gran potencial económico y ecológico del sector ecológico hace falta un cambio más integral, sobre todo más incentivos e investigación.

“En este momento, ni se puede hablar en la práctica ni en la teoría de una promoción relevante de una ampliación más allá de las palabras vacías de los políticos”, critica Holger Mittelstraß, coordinador de la carrera de Agricultura Ecológica en la Universidad de Kassel-Witzenhausen.

Sólo unos 30 millones de euros se dirigen al Programa Federal de Agricultura Ecológica. El interés por su carrera, no obstante, está creciendo. Actualmente ya cuenta con 1.150 alumnos.

“Son un 30% más que hace cinco años”, constata Mittelstraß. También la participación multitudinaria en la manifestación de Berlín bajo el lema Wir haben es satt (Ya estamos hartos) que se celebra cada año simultáneamente con la feria agraria Grüne Woche y el número elevado de visitantes de la ecoferia Biofach en febrero demuestran el gran interés en la población más allá de su comportamiento de compra.

El sector biológico ha llegado al tuétano de la sociedad alemana. Ahora le toca a los políticos de tomar las medidas para darle el lugar que la corresponda. Ingrid Wenzl

Bavaria el caballo de tiro

Con su programa BioRegio Bayern 2020, Bavaria es el land alemán que empuja con más énfasis en el progreso de la agricultura ecológica.

Para duplicar la producción de los alimentos ecológicos del 2012 al 2020, este land rural no sólo aprovecha subsidios europeos y federales para fomentar a agricultores que reorganizen sus granjas según pautas ecológicas sino que persigue un planteamiento más integral: la agricultura ecológica ya forma parte obligatoria de la formación de los agricultores.

En ese sentido, añadamos que se han abierto dos escuelas especializadas en el cultivo ecológico y se ofrecen cursos adicionales para agricultores convencionales.

Para aliviarles el cambio a la producción ecológica se formó una red de 90 fincas ecológicas que ofrecen asesoramiento y visitas guiadas. La agricultura ecológica también encuentra su camino en esta región para obtener más recursos de cara a la investigación: así se investiga cómo los sectores menos representados en la agricultura ecológica bávara -la cría de cerdos y el cultivo de verduras- pueden ganar terreno.

Un sello regional ecológico creado por el Ministerio de Agricultura propulsa la comercialización de los alimentos ecológicos bávaros con el consiguiente valor añadido de lo local.

No sólo goza de gran popularidad en la población sino que fue también es utilizado por dos cadenas de tiendas de descuento así como por tres empresas líderes en el mercado.