Acuerdan organizaciones plan de acción en defensa de la tierra y contra reformas

Por Javier Salinas Cesáreo, La Jornada, 18 de agosto de 2014

Grupos campesinos y sociales crearán frente de resistencia y estrategia legal

Al concluir foro, denuncian que el despojo de agua, bienes y derechos es una realidad cotidiana

Representantes de unas 100 organizaciones campesinas, sindicales y sociales definieron un plan de acción en defensa de la tierra, el agua y contra el despojo de los pueblos y las reformas estructurales aprobadas, en el que destacan movilizaciones durante los días nacionales del Maíz y de la Industria Eléctrica, así como al conmemorarse 100 años del encuentro entre Zapata y Villa.

También incluye la integración de un frente de resistencia y la conformación de una estrategia legal a partir de las recientes modificaciones constitucionales, así como la promoción de amparos colectivos contra las reformas.

Una de las primeras acciones a realizar es una marcha el próximo 22 de agosto de San Salvador Atenco hacia los juzgados de Texcoco, que encabezará el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), para participar en una audiencia, luego de la suspensión provisional que otorgó un juez contra la asamblea del comisariado ejidal del pueblo Atenco, celebrada el pasado junio, en la que se aprobó el cambio de uso de suelo de más de mil hectáreas de uso común a dominio pleno para poder enajenarlas.

Esta aprobación significa el primer paso para la venta de las tierras al gobierno federal para que pueda llevar a cabo en ellas los proyectos Ciudad Futura, con la construcción de carreteras, la zona de mitigación, el rescate del lago de Texcoco y la edificación del aeropuerto alterno a la ciudad de México.

Declaratoria final

Durante sábado y domingo, unos 400 activistas participaron en el Encuentro y Jornadas Nacionales en Defensa de la Tierra, el Agua y la Vida, y mediante cinco mesas de trabajo definieron el plan de acción y conformaron comisiones para dar seguimiento a éste.

“El despojo es una realidad cotidiana que padecemos todas y todos: despojo de la tierra, del agua, del aire, de la biodiversidad, de nuestros saberes, del patrimonio familiar y comunitario, de los bienes comunes, derechos individuales y colectivos. No es algo nuevo, pero en los tiempos del neoliberalismo el despojo se ha intensificado. Los megaproyectos se imponen sin el consentimiento de las comunidades. Nos despojan los proyectos mineros, las represas, las carreteras y ductos.

“En los pasados 30 años, desde poderes institucionales y fácticos se ha dado un desmantelamiento sistemático del Estado y del marco normativo en México. Se ha impuesto una serie de reformas a la Constitución y leyes de carácter estructural, así como ratificaciones y profundización de tratados de libre comercio, que han destruido las normas que permiten a los pueblos defender el tejido social y la vida comunitaria.

La más reciente manifestación de esta embestida es la avalancha de reformas impulsadas por el gobierno de Enrique Peña Nieto. Todo este paquete de modificaciones coloca al país y a todo lo que en él se encuentra a la venta, expusieron en la declaratoria final del encuentro.