Los transgénicos no han alimentado a los hambrientos del mundo

maiz transgenico, transgenic maizeEs una tecnología obsoleta y aumenta su manejo monopólico, señaló Elena Álvarez-Buylla

Mercados como el europeo rechazan su siembra, porque implica riesgos a la salud, al ambiente y al campo a pequeña escala, dijo la investigadora de la UNAM

La también integrante de la AMC responde así a la aprobación de la Sagarpa para que Monsanto cultive soya en México

Por La Jornada, 29 de junio de 2012

Los transgénicos no han alimentado a los hambrientos del mundo ni han mejorado la justicia en cuanto a distribución de alimentos, aseveró Elena Álvarez-Buylla, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Agregó que tampoco se han producido beneficios derivados del usufructo y de la mercantilización de estas semillas.

La experta, también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), subrayó que, en cambio, se tiene cada vez más un manejo monopólico, altamente riesgoso de los alimentos transgénicos que están obviando otro tipo de alternativas de un uso realmente sistémico, realmente integral, de la biotecnología para beneficio público, a largo plazo, y donde los beneficios deberían estar mucho más distribuidos.

Sólo fines mercantiles

Así se refirió al dictamen favorable del cultivo de soya transgénica en México, emitido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el pasado 11 de mayo y, como resultado de éste, la aprobación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para que la empresa Monsanto cultive 253 mil hectáreas de soya transgénica.

Aseguró que los desarrollos en materia de organismos genéticamente modificados no se basan precisamente en los avances científicos, sino que tienen un fin mercantil. La ciencia va mucho más rápido y estos desarrollos tecnocientíficos quedan muy atrasados; sin embargo, a pesar de ser obsoletos, tratan de capitalizar ganancias con base en patentes que están por caducar en Estados Unidos, pero que pueden usufructuarse en países como México.

Indicó que desde la ciencia se tiene que ofrecer una discusión realmente contemporánea con base en valores epistémicos, de sustentabilidad y de justicia social, y no en valores mercantiles y económicos privados.

Es inadmisible arriesgar una base de diversidad genética formada durante miles de años de coevolución entre las culturas mesoamericanas y el maíz, que es hoy el sustento de la agricultura, no solamente nacional, sino de muchos países del mundo, y la base de la seguridad alimentaria ante cualquier embate climático o de otra índole.

Información difundida por la AMC afirma que los mercados del mundo se están cerrando a los transgénicos, tanto por parte de los consumidores en Estados Unidos como de los de Europa (con excepción de España), región en la que prácticamente está cerrada la siembra o la liberación a campo abierto de cualquier producto de este tipo.

La investigadora universitaria remarcó que en territorio europeo se van cerrando los mercados a transgénicos debido a razones ancladas en los estudios científicos que demuestran con claridad riesgos y peligros en salud, ambiente e integridad de las organizaciones sociales y económicas del campo a pequeña escala.

Señaló que nos enfrentamos a la oferta de una tecnología que está muy cuestionada, que está ya casi de salida, que es obsoleta incluso en términos de las líneas productivas de las mismas compañías que la ofertan, lo que las hace parte de la lógica de una tecnología que se ofrece desde una visión meramente mercantil.

Para la investigadora, la discusión en este tema está muy restringida desde el punto de vista científico y es muy riesgosa, incluso muy peligrosa, para el gran bien público de este país y del mundo.

Sostuvo que si en este mundo rigiera el bien público, estaríamos en un momento muy distinto en términos de la destrucción ambiental y de la injusticia social.

 

 

Las sociedades sustentables, única opción

cambio climatico, climate change• Ante las actuales condiciones que prevalecen en el planeta, no hay otra alternativa, o el colapso
• El cambio climático sintetiza la crisis general al equilibrio ecológico de carácter global

Por Boletín UNAM-DGCS-392, 22 de junio de 2012

El cambio climático sintetiza la crisis general al equilibrio ecológico de carácter global. Asimismo, las zonas urbanas cubren el dos por ciento de la superficie terrestre y consumen dos terceras partes de la energía mundial. Dotarlas de ese requerimiento y de tecnologías limpias es un reto que puede llevarse a cabo, siempre que haya equilibrio entre escasez y consumo excesivo de combustibles fósiles, plantearon expertos universitarios.

Víctor Manuel Toledo Manzur, del Instituto de Ecología (IE), señaló que ante las actuales condiciones que prevalecen en el planeta, no hay otra opción más que las sociedades sustentables o el colapso.

El universitario tiene su propia definición de cambio climático: “No hay solución moderna a la crisis de modernidad”. Como está probado, el fracaso de modelos económicos impuestos en todo el mundo sugiere cambios en valores sociales, en hábitos de consumo de la civilización, así como en la economía.

“La temperatura ha aumentado, la Tierra tiene fiebre, como los seres humanos. Es una llamada de atención”. El cambio climático sintetiza la crisis general al equilibrio ecológico de carácter global, dijo.

Al respecto, citó tres capítulos recientes que han afectado al mundo: los incendios forestales en México, Brasil, Canadá, Centroamérica e Indonesia, entre marzo y junio de 1997, incluso 1998. La canícula europea que cobró la vida de miles de personas, particularmente de la tercera edad, en Francia, España, Portugal y otras naciones, en agosto de 2003. La devastación de Katrina y otros huracanes en 2005; el incremento en la potencia de estos fenómenos está relacionado al calentamiento global.

Millones en el mundo

En tanto, Claudia Sheinbaum, del Instituto de Ingeniería (II), comentó que en el mundo “hay mil 400 millones de habitantes sin acceso a la luz eléctrica, y existen dos mil 700 millones de personas que utilizan biomasa tradicional para cocinar”.

Así pues, dotar de energía, combustible y tecnologías limpias es un reto que bien puede llevarse a cabo, siempre que haya equilibrio entre escasez y consumo excesivo de combustibles fósiles.

El uso de estos últimos en el orbe se dedica, en primer orden, a la generación eléctrica y, en segundo, al transporte; en México sucede a la inversa, el primer sitio es para transportes, el segundo para electricidad, el tercero a la industria, el cuarto al consumo propio, seguido del residencial, comercial y agropecuario.

En cuanto a la mayor cantidad de emisiones, China, apoyada en el carbón, tiene el primer lugar; Estados Unidos el segundo; le siguen India, Rusia y Japón. México aporta el 1.8 por ciento, está entre las 15 naciones más activas en este rubro.

En su oportunidad, Gian Carlo Delgado, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), abordó el tema de urbanismo en relación al cambio climático.

Estableció que hay una docena de hipérpolis que cuentan entre 20 y 30 millones de habitantes, y más de un centro megápolis, entre uno y cinco millones. Las zonas urbanas cubren el dos por ciento de la superficie terrestre y consumen dos terceras partes de la energía mundial.

En una proyección de consumo de biomasas, particularmente en materiales de construcción, se reportaron incrementos de 12 a 34 veces; para el año 2000 fueron 48 mil toneladas, y tan sólo una década después, la cifra llegó a 60 mil.

Lo anterior impacta en términos ecológicos; el ciclo biogeoquímico del nitrógeno y del fósforo, entre otros elementos, así como el uso humano del agua dulce, están cerca de rebasar las fronteras ecológicas planetarias.

 

Critican impulso a siembra transgénica

Dia Mundial del Medio Ambiente 2010, World Environment Day 2010Los campesinos que siembran frijol, se denunció, han perdido al menos 30 por ciento de sus ingresos

Por Adriana Alatorre, Reforma, 28 de junio de 2012

Ciudad de México (28 junio 2012).- Es inaceptable que el Gobierno mexicano aliente la siembra de soya transgénica cuando se cae la producción de frijol, reprochó la nutrióloga Julieta Ponce, de la Campaña Sin maíz no hay país.

“Contra toda lógica, el 6 de junio pasado, un dictamen favorable al cultivo comercial de soya transgénica en México, pese a que no existen condiciones para asegurar la coexistencia entre este cultivo y la producción de miel y, mientras que en los últimos 10 años ha caído la producción de frijol de 30 kilos a 12 per cápita”, alertó.

En conferencia de prensa, detalló que los campesinos que siembran frijol han perdido al menos 30 por ciento de sus ingresos, sumiéndolos en una situación dramática.

Recomendó trabajar por el rescate de las milpas, en términos nutricionales, ya que, refirió, 28 millones de mexicanos se encuentran en pobreza alimentaria.

“Es lamentable que se permita a la siembra de una semilla transgénica y que se desaliente la siembra del frijol. Sería más grave dejar de consumir frijol, que maíz, porque esa leguminosa favorece el consumo de aminoácidos y proteínas, aporta carbohidratos complejos, aminoácidos esenciales para la construcción de músculos, tejidos y para el sistema inmunológico”, detalló.

Acompañada de varios especialistas, denunciaron que los permisos para siembra de 253 mil hectáreas de soya transgénica se aprobaron haciendo caso omiso a las opiniones de la Conabio, Conanp e INE, tres instituciones clave en la política ambiental del Gobierno federal.

 

Calentamiento incontenible

calentamiento global, global warmingRío+20 termina sin grandes avances; la ONU advierte que el planeta va a un deterioro ambiental irreversible

Por Guillermo Cárdenas Guzmán, El Universal, 25 de junio de 2012

La Tierra está enferma de gravedad: pese a los acuerdos internacionales en favor de una gestión ambiental adecuada, nuestro planeta sigue precipitándose por una pendiente no sostenible y los daños pronto podrían ser irreversibles.

Así lo señala una evaluación coordinada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicada en vísperas de la reciente Conferencia sobre Desarrollo Sostenible Río +20, que se celebró del 20 al 22 de junio, dos décadas después de la primera edición en esa misma ciudad brasileña.

La Quinta Edición de las Perspectivas del Medio Ambiente Mundial (GEO-5) evaluó 90 objetivos ambientales muy relevantes y concluyó que en sólo 4 de ellos se han conseguido avances significativos.

Según el informe, se eliminó la producción y uso de sustancias que deterioran la capa de ozono, así como la de gasolinas con plomo en la mayoría de los países. También se mejoró el acceso al agua potable y el fomento a la investigación sobre contaminación del medio marino.

En contraste, el documento señala que “la meta de contener el calentamiento del planeta a 2 grados para fin del siglo se aleja; los océanos son cada vez más ácidos (por la absorción de CO2); la biodiversidad desaparece a un ritmo desconocido y la deforestación alcanza altos niveles”.

Sistemas en riesgo

Según el PNUMA, los arrecifes de coral están entre los organismos más afectados: se han deteriorado en 80% desde la década de los 80, lo cual implica que su riesgo de extinción aumenta con más rapidez. Esta tendencia será más acentuada hacia mediados del presente siglo.

Además, hoy se dedica el 30% de la superficie terrestre a la producción agrícola, lo que ha provocado una disminución de 20% en los hábitats naturales desde hace 3 décadas.

Un artículo de Jeff Tolleson y Natasha Gilbert difundido este mes en la revista Nature alude también a este deterioro ambiental: mientras en 1990 se emitieron a la atmósfera 22 mil 700 millones de toneladas de dióxido de carbono, para 2010 la cifra global aumentó 45% y alcanzó 33 mil millones de toneladas del gas

“Si no somos capaces de invertir y disociar las actuales pautas de producción y consumo de los recursos naturales, los gobiernos verán niveles de degredación y deterioro sin precentes”, advierte en un comunicado el director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.

El informe GEO-5 subraya que vivimos una era de extinción masiva de especies y que si la humanidad no cambia de inmediato sus hábitos podrían sobrepasarse umbrales críticos a partir de los cuales las funciones vitales del planeta experimentarían cambios bruscos e irreversibles.

Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, coincide con que estamos en la sexta extinción masiva (abrupta y con alto porcentaje de pérdida de biodiversidad): “además es la única en los anales causada por el ser humano”.

Medidas urgentes

Pese a este escenario, Agustín García Reynoso, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, considera que aún hay esperanza si conseguimos abatir los niveles de emisiones de otros gases de efecto invernadero como el metano, de muy corta duración (días a a semanas) en comparación con el CO2, que permanece en el medio cientos de años.

“No hemos logrado disminuir el CO2 al nivel que quisiéramos, pero sí podemos abatir las emisiones de metano, carbono negro y las que originan el ozono (como dióxido de nitrógeno) para alcanzar una reducción equivalente, como se ha propuesto en la reunión de Río +20”.

El CCA trabaja en un proyecto conjunto con el PNUMA para alcanzar tal meta: “si hacemos más eficiente la combustión de leña se emitirá menor cantidad de hollín. Y si controlamos los compuestos orgánicos volátiles (como el benceno de las gasolinas) podremos reducir el ozono, lo cual ayudará a mejorar el medio ambiente”, considera el doctor García.

En las grandes ciudades, añade el maestro en Ingeniería Ambiental, sería importante promover el empleo de tecnologías más eficientes para los autotransportes, que contribuyen con más del 90% de las emisiones en la Zona Metropolitana del Valle de México.

El informe del PNUMA reconoce que los acuerdos internacionales han tenido éxito cuando se fijan metas específicas y medibles. Por ello, pide que se apliquen otras similares.

También reclama la adopción de políticas que aborden los factores desencadenantes del cambio ambiental, tales como el crecimiento de la población y la urbanización, las pautas de consumo no sostenible, el transporte y el uso de energía basada en combustibles fósiles.

 

 

Cumbre de Río: La decepción

Rio Mas 20 ConferenciaPor Anne Vigna, Proceso, 22 de junio de 2012

RÍO DE JANEIRO (APRO).- “Decepción” es la palabra más escuchada en los corredores del Río Center en esta ciudad para calificar el resultado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sustentable: Río+20.

El texto de la conferencia salió después de que la delegación brasileña tomara el relevo de la ONU en la etapa final de las negociaciones. El país anfitrión quería obtener, a toda costa, un acuerdo para no repetir el fracaso de la Conferencia de Copenhague en 2009, cuando ningún texto había sido aprobado antes de la llegada de los jefes de Estado.

Esta vez, en Río, sí se logró un texto, aunque tampoco tiene “ningún compromiso serio”, reconoce el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (Semarnat), Juan Rafael Elvira Quesada.

“Además, cuando llegamos el documento estaba ya cerrado. Es un texto amplio que impide ser ambicioso. Entiendo la decepción de la sociedad”, dijo Elvira en entrevista con apro.

Las organizaciones civiles también fueron muy críticas con los resultados de la Cumbre: “Estuvimos participando durante dos años en una conferencia que iba a tratar de la vida y del futuro de nuestros hijos. Al final, vivimos una demostración de la burocracia de la ONU”, recalcó Lasse Gustavsson, director ejecutivo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

Sin dinero, sin compromisos

Las ONG esperaban anuncios más serios de parte de los más de 100 jefes de Estado que habían hecho el viaje a Brasil. Pero nada de eso aconteció, al contrario: varios de ellos se fueron justo después de haber dado su discurso de 10 minutos (tiempo límite autorizado) en la Plenaria.

“Los Estados llegaron aquí con las manos vacías: sin dinero y sin compromisos. Culpan a la crisis económica mundial para justificar la ausencia de acciones”, deploró Daniel Mittler, director ejecutivo de Greenpeace.

Uno de los grandes obstáculos de esta Conferencia tiene que ver, en efecto, con el financiamiento: la propuesta de tasa a las transacciones financieras para financiar el desarrollo sustentable fue abandonado y no fue remplazada por otra: “Se está cayendo la cooperación multilateral porque los países ricos no respetan sus compromisos de apoyo y de transferencia de tecnología a los países que lo necesitan”, declaró Barbara Stocking, directora de Oxfam en Inglaterra.

Para obtener un texto común, Brasil usó la estrategia de quitar todos los “conflictos” que quedaban entre los países. Al final, el texto intitulado El futuro que queremos, de 49 páginas, no dice mucho de cómo obtener el famoso “futuro sostenible”.

Un ejemplo muy claro de los puntos incluidos en el primer documento (llamado “borrador cero”) y que no aparecieron después en el texto final tiene que ver con el tema esencial del agua. Hasta el inicio de la semana pasada, el texto tenía cinco párrafos sobre agua y saneamiento, haciendo referencia directa a la resolución A/RES/64/292 votada en julio de 2010 en las Naciones Unidas y que considera el acceso al agua y al saneamiento como un derecho humano. En el texto final no aparece ninguna referencia a la misma resolución debido a, según las ONG, la presión de Estados Unidos y de Canadá.

“Es inadmisible que en una conferencia de las Naciones Unidas se elimine toda referencia a sus propias resoluciones. Esto representa claramente una crisis del propio sistema de las Naciones Unidas que cede por la presión de unos cuantos países que sólo ven por sus intereses y no los de un futuro sostenible”, considera Nathalie Seguin, directora de la red de Acción por el Agua, FAN-México.

Del mismo modo, en lugar de reforzar la cooperación transfronteriza, tal como señalaba el borrador, el nuevo texto eliminó el imperativo de la cooperación por el agua a todos los niveles.

En un texto común, las ONG mas importantes en el sector del agua (Green Cross, The Butterfly Effect, FAN global, Coalition Eau, WWF y Stakholder forum) pidieron a los países “volver a agregar el lenguaje que reconozca el imperativo de la cooperación por el agua a todos los niveles. Existen 276 cuencas transfronterizas en el mundo, las cuales generan aproximadamente el 60% del flujo de agua dulce. Resulta imposible pensar en lograr una gestión sustentable del agua sino es una gestión por cuenca, con acuerdos tanto dentro de los países como entre ellos”.