¡20 años de TLCAN son suficientes!
Por ANEC, enero de 2014
El campo ha sido arruinado y estamos decididos a cambiar este desastre
- Tenemos derecho vivir con dignidad de nuestro trabajo en nuestras tierras
- Exigimos soberanía alimentaria con propiedad social de la tierra y el territorio
I. Nada que celebrar a 20 años del TLCAN
Este 1º de enero se cumplen 20 años del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México están de fiesta. Las grandes empresas agroalimentarias de los tres países también.
Ellos celebran los beneficios alcanzados para unos cuantos a costa de nuestro trabajo, recursos y derechos.
Al mismo tiempo, nosotros y nosotras, campesinos y campesinas, rancheros y rancheras, pequeños y medianos productores e indígenas del norte, occidente, centro, sur y sureste de nuestra Patria, resistimos, trabajamos, nos organizamos y estamos de pié de lucha.
Y desde este puente internacional de Ciudad Juárez decimos a los gobiernos, congresos y sociedades de México, Estados Unidos y Canadá:
– Que 20 años de TLCAN son suficientes.
– Que el campo ha sido arruinado y estamos decididos a cambiar este desastre.
– Que tenemos derecho vivir con dignidad de nuestro trabajo en nuestras tierras.
– Y que exigimos soberanía alimentaria con propiedad social de la tierra y el territorio.
Hemos sufrido las consecuencias de dos décadas de abandono del campo pero no nos rajamos.
Aquí estamos organizándonos con autonomía y en movilizaciones por precios justos para nuestras cosechas de maíz, café, caña de azúcar, frijol, arroz, sorgo y trigo entre otras, en defensa de nuestras tierras y nuestro territorio, y sobre todo, luchando porque se nos reconozca que somos sujetos productivos y sujetos individuales y colectivos de derecho.
No somos pobres, nos han empobrecido con el TLCAN y sus políticas de desprecio, abandono, despojo y exclusión.
No somos pobres. Gracias a nuestras herencia indígena, a revolución campesina de 1910 y a las luchas agrarias ininterrumpidas por más de un siglo, tenemos tierra, territorio, semillas, conocimientos, organización y cultura y sobre todo tenemos mucha dignidad y patriotismo para salir adelante con nuestro trabajo y vivir bien en nuestras tierras y territorios y en nuestro suelo patrio.
No queremos caridad pública ni privada. No queremos TLCAN ni políticas neoliberales hacia el campo. Exigimos derechos y que el gobierno cumpla con sus obligaciones.
II. TLCAN: un océano de mentiras y promesas incumplidas
Hace 20 años nos dijeron que con el TLCAN íbamos a ser un país de primer mundo. Hoy seguimos viviendo como un país de tercer mundo pero en descomposición y en pérdida acelerada de independencia y soberanía.
¿De qué han servido las privatizaciones, la apertura comercial, el crecimiento del comercio y la inversión extranjera? De qué han servido si no ha crecido nuestra economía y en cambio sí ha aumentado la desigualdad, la pobreza, la migración, el precio de los alimentos, el desorden y monopolización de los mercados, la inseguridad y el despojo de nuestras tierras, aguas y recursos.
En 1992 Carlos Salinas de Gortari y un Congreso de la Unión a modo, impusieron la contrarreforma al artículo 27 constitucional para intentar privatizar el ejido y la comunidad y entregar nuestros territorios en concesiones a las mineras. Lo anterior como una condición para la firma del TLCAN.
Con el TLCAN y el abandono del campo, el gobierno ha promovido la violencia y el crecimiento y control del crimen organizado en el medio rural y también en todo el país. El gobierno saca campesinos del campo e introduce a los narcos, a los criminales.
Con el TLCAN también se impuso un modelo de alimentación de comida y bebida chatarras, provocando una epidemia de obesidad y sobrepeso.
No menos importante a considerar es que con el TLCAN y con los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN, ha aumentado la violación de nuestros derechos, la antidemocracia, la dependencia alimentaria y la pérdida de soberanía nacional.
También a los agricultores y consumidores de alimentos de Estados Unidos y Canadá les ha ido igual de mal que a nosotros con el TLCAN.
Los únicos beneficiarios del TLCAN y son los que están de fiesta ahora son las grandes empresas agroalimentarias de México, Estados Unidos y Canadá y una minoría de grandes agricultores. También lo está el gobierno de los Estados Unidos que cada vez nos tiene más dominados y sujetos como si fuéramos una colonia.