Reforma energética en México

Por Mercedes López Martínez, Vía Orgánica Asociación Civil, 28 de julio de 2014

El senado mexicano aprobó modificaciones de leyes secundarias en materia energética, decisión que ha sido cuestionada por grupos campesinos independientes, porque atentan contra la propiedad colectiva de la tierra, instituida en el país luego de la Revolución Mexicana de 1910.

Con estas reformas, el gobierno de Enrique Peña Nieto impulsa una política económica atentatoria de los derechos colectivos al brindar prioridad a empresas transnacionales sobre tierras campesinas, indígenas y comunales en las que pudieran encontrarse yacimientos petroleros, minas, gas e instalaciones eléctricas. Ante las protestas, el senado cambió la denominación de “expropiación” por “ocupación temporal”, que resultan lo mismo, pues las dos son forzosas.

La prioridad del gobierno es atraer la inversión extranjera en México, sin importar los costos políticos, económicos, sociales o medioambientales, pues también se concede el control de los acuíferos a empresas privadas, para el uso de millones de litros de agua en el fracking, a través de reformas a la Ley de Aguas Nacionales.

Los grupos campesinos exigen: respeto a la propiedad agraria; reasignación de recursos para la reactivación del campo; y modificación de la norma jurídica en materia energética.
Si se continúa en este camino, la debacle del campo, que comenzó con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte será total, ya que en lugar de fortalecer su rol en la generación de alimentos sanos, conservación de las tierras y del agua, se les despojará de territorios, insumos y bienes. Si continuamos po este camino, entonces, dejaremos al pasar una huella de pobreza, violencia y catástrofes ambientales.