Promotores de agroecología critican a juez que avaló siembra de transgénicos

Por Angélica Enciso L., La Jornada, 25 de agosto de 2015

Impide proceder la apelación interpuesta en 2013 por la Colectividad del maíz

Monsanto, Pionner y Dupont ya son propietarias de 95 por ciento de las semillas nativas

La decisión judicial de levantar la medida precautoria que detuvo por dos años el proceso de autorización de permisos de cultivo de maíz transgénico atenta contra la capacidad de gestión de los campesinos sobre su maíz nativo en sus territorios locales y en el país, señalaron integrantes de la red de promotores de agroecología de 11 municipios de Chiapas que colaboran con la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS).

Advirtieron que del Catálogo Nacional de Variedades Vegetales, creado con semillas nativas, incluidas las de maíz, las empresas Monsanto, Pionner y Dupont ya son propietarias de 95 por ciento de ellas.

Frente a ello, señalaron, buscar la preservación del maíz nativo no es un capricho “emocional”, desinformación ciudadana o de pruebas “nulas” como señalaron “los empleados de Monsanto o el encargado para Ciencia de la Oficina de la Presidencia (Francisco Bolívar). Para nosotros el maíz es identidad, conocimiento, territorio, cultura, historia, salud y la posibilidad de autonomía alimentaria”.

En un pronunciamiento señalaron que el juez 12 de distrito en materia civil del primer circuito, Francisco Peñaloza, al levantar la medida precautoria omitió argumentos presentados por la UCCS que exponen los riesgos a la salud vinculados con la alimentación industrializada y transgénica.

Aunque el juez levantó la medida precautoria, el cultivo de maíz aún no puede realizarse debido a que la Colectividad de maíz que interpuso en 2013 la acción colectiva en contra del maíz transgénico presentó una apelación, que aún tendrá que resolverse en tribunales.

Los integrantes de la red agregaron que existe gran interés de las trasnacionales que promueven la siembra de Organismos genéticamente modificados (OGM) en México, ya que Monsanto esperaba que los transgénicos representaran entre 75 y 80 por ciento de sus ventas.

Señalaron que el juez tampoco consideró que no es posible controlar los transgenes que afectan los maíces nativos, se atenta “contra el derecho de las generaciones actuales y futuras en su acceso a la biodiversidad nativa mexicana. Manifestamos que conocemos la manera en la que Monsanto y las trasnacionales agrupadas en Agrobio junto con el gobierno mexicano manipulan y tejen sus estrategias de desinformación”.

Agregaron que para el cultivo de maíz transgénico “nada tiene que ver el cambio climático ni el hambre o la supuesta ayuda humanitaria: lo que quieren es apropiarse de nuestro maíz”.