Para mejorar la producción del grano, Amatengo impulsa el Banco de semillas

Los productores se encargan de limpiar, barrer y mantener a una adecuada temperatura las muestras de semillas criollas. En el banco de semillas sólo están expuestas muestras de tres

kilogramos o frascos de menos capacidad, pequeños, pero los agricultores tienen más de su producto en sus hogares.

Faltan apoyos

Congregados en la casa de don Agustín Ordaz, los productores coinciden en que este proyecto ha servido para potenciar el cultivo de sus semillas. “Sólo lo utilizábamos para autoconsumo, pero ahora ya estamos pensando en vender poco a poco, buscar quién nos pueda comprar”, señala doña Margarita Mendoza Pacheco.

Lo que falta son apoyos por parte del gobierno, sobre todo para fertilizantes; “ojalá el gobierno se interese en el tema y nos ofrezca la mano, pero una mano sincera, sin tantos trámites para ser beneficiarios de recursos”, abunda la mujer.

Las expectativas de los productores son altas; a tres años de haberlo iniciado, hoy conocen un mejor rendimiento y calidad de sus cultivos. “Si sacamos por hectárea una o dos toneladas hay que tratar de mejorar esto, eso es básicamente lo que nos motiva”, asienta otra de las madres de familia y también productoras.

Don Joel Colmenares Ortega señala que en su familia guardar la semilla criolla se volvió toda una tradición: “Entonces no había botes, se guardaba sólo en ollas de barro y se tapaba bien, no se picaba”. Dice que su abuelo protegió y reprodujo estas simientes desde que era un mozuelo, y aunque él ahora está muerto, las semillas que él cuida tienen más de 70 años en su familia.

“El maíz híbrido sí lo sembré pero sale muy olotudo, no rinde de peso”, asevera.

San Agustín Amatengo

Es un municipio ubicado en la región de los Valles Centrales y pertenece al distrito de Ejutla. Su nombre significa: “en la orilla de los amates”, se forma de las raíces ama, que proviene de amatl: “amate” (árbol de papel de los mexicas); ten, tintli: “labio u orilla” y de co: “en”.

El patrono San Agustín se tomó, en memoria del obispo de Hipona, por sus cualidades intelectuales y espirituales.

Aquí abundan las plantas comestibles como los nopales, quelites, piñuelas, la calabaza, el epazote, verdolagas, tepiches, ejotes, guajes y guamúchil.

Además, existe una importante presencia de árboles frutales como el limón, toronja, lima, durazno, tuna, papaya, plátano y guayaba. En este lugar, la tierra permite la siembra del maguey para la elaboración del mezcal.