Organic Bytes en Español #201

Acción de Gracias y la Revolución Orgánica, Noviembre 26 del 2009

EN ESTA EDICION

¡Feliz Día de Acción de Gracias!

Hoy Noviembre 26, la Asociación de Consumidores Orgánicos ofrece un agradecimiento especial a los agricultores indígenas y artesanos de la naturaleza del Hemisferio Oeste, por cultivar y preservar nuestros alimentos, fibras, hierbas medicinales, y biodiversidad por miles de años. También reverenciamos a nuestros agricultores contemporáneos, jardineros, rancheros, trabajadores en alimentos, cocineros, y sanadores holísticos, quienes están siguiendo la ancestral Vía Orgánica. Así como apreciamos a nuestros ancestros y contemporáneos orgánicos, renovemos nuestro compromiso como consumidores y activistas orgánicos para proteger y salvaguardar nuestros fines comunes globales. Nos comprometemos edificar un futuro saludable y orgánico de paz, justicia, sustentabilidad y democracia participativa. Debemos prometernos unos a otros que rescataremos y re-estabilizaremos nuestro clima, limpiaremos nuestro aire y agua, estimularemos nuestras tierras, protegeremos nuestra preciada biodiversidad de la crueldad corporativa de “ganar a cualquier costo” y de los asalariados políticos y científicos.

• 75% de los Alimentos del Mundo

• Un Edén cultivado describe un Paraíso

• Una Biodiversidad Aún Hoy Preservada

o 4,200 Años de Cultivo en la Meseta del Colorado

o El Edén Cultivado de los Wayanas

o El Sistema de la Milpa y las 20,000 Variedades de Maíz

o El Cultivo de la Papa en los Andenes Andinos, con Miles de Variedades

75% DE LOS ALIMENTOS DEL MUNDO

Setenta y cinco por ciento de los alimentos y fibras de hoy fueron descubiertas y cultivadas por los agricultores nativos y por los cazadores y recolectores de América del Norte, Centro y Sur.

Estas variedades indígenas incluyen maíz, frijoles, cacahuates, algodón, papas, tomates, pimientos, aguacates, arándanos azules y rojos, calabazas, nueces, pecanas, cacao, tabaco, gomas, girasol, plantas y hierbas medicinales. Hoy todas estas variedades están amenazadas por Monsanto, Big Pharma, y la agricultura industrial entre otras, quienes están privatizando y patentando semillas y sus genes, degradando la biodiversidad, el suelo y el agua, contaminando la cadena alimenticia y desestabilizando el clima.

UN EDEN CULTIVADO DESCRIBE UNA SELVA

Lo que los Colonizadores Europeos Erróneamente Describieron como una Selva Virgen, era realmente un paisaje creado y nutrido, que ofrecía alimentos, hierbas medicinales, abundante vida silvestre, saludable, de tierra viva y de agua limpia.

Los nativos americanos manejaron el medio ambiente orgánicamente, produciendo y manteniendose ellos mismos, asegurando para ellos y para las futuras generaciones animales, aves, peces, frutas, nueces, hojas, bulbos, maíz, hongos, raíces, materiales para bolsas, cordones, leña, caza y construcciones, hierbas medicinales, y plantas para uso ceremonial.

Muchas plantas silvestres y comerciales o variedades que existen hoy son en realidad derivados de las prácticas de conservación de semillas y de los cruces realizados por los nativos americanos, que produjeron variedades de mejor sabor, de mejor adaptación al clima y de mejor nutrición.

La creencia popular que América pre-colombina era una selva virgen es falsa. Este mito destructivo está basado en un innecesario racismo estereotipado que reduce el éxito de las sociedades rurales nativo americanas en el cultivo de plantas y crianza de animales para presentarlas como si hubiesen sido sociedades de comportamientos animalescos y de salvajes.

Los ancianos nativo americanos recuerdan mejores tiempos: “El hombre blanco arruinó nuestra tierra”, dice el anciano Jim Rust de los Miwok de la Sierra Sur. “Se ha vuelto un desierto, antes se usaban más animales, venados, aves, ardillas y conejos.”

Ya no hay Edenes espontáneos en el planeta tierra. Los paraísos del nuevo mundo que se esparcían en todas las Américas y el Caribe, inconscientemente explotados por los conquistadores europeos, fueron producto de la sabiduría, del trabajo arduo y de la perseverancia de millones de nativos que cuidaron todo aquello en lo que creían: la “tierra es sagrada” y una interconectada red de vida que incluía todo elemento vivo. De manera similar debemos entender hoy que no habrá un espontaneo revivir de lo orgánico o lo verde, ni una revitalización mágica del clima. Una vida orgánica y saludable para las presentes y futuras generaciones requerirá un trabajo dedicado y una perseverancia de millones. En un futuro cercano, o detenemos el asalto diario a nuestra biodiversidad, a nuestra cadena alimentaria, a nuestra salud, y a nuestro clima, o la capacidad biológica de la tierra se colapsará, junto a lo que llamamos civilización moderna.