ONU: Sólo los Agricultores Pequeños y la Agroecología Pueden Alimentar al Mundo

Por Nafeez Ahmed, Permaculture News, 26 de septiembre de2014, Traducido por el equipo de  Vía Orgánica AC

Fichado como Escasez de Alimento, Cambio Global Climático, Sistemas de Plantas, Sociedad, Erosión del Suelo y Contaminación, Desarrollo de Aldeas, Contaminación y Pérdida de Agua

De acuerdo a la Relatora Especial de la ONU en el Derecho a la Alimentación, los gobiernos tienen que cambiar el foco de los subsidios y patrocinar la investigación que vaya desde la monocultura agro-industrial a agricultores pequeños usando métodos ‘agroecológicos’. Tal como lo asegura Nafeez Ahmed, esta posture coincide con una nueva iniciativa de agroecología dentro de la Organización de Alimento y Agricultura de la ONU.

Los métodos agrícolas industriales modernos no pueden seguir alimentando al mundo, debido a los impactos de las crisis conjuntas ambientales y ecológicas relacionados a la disponibilidad de tierra, agua y recursos.

La dura advertencia proviene de la nueva Relatora Especial de las Naciones Unidas en el Derecho a la Alimentación, la Profesora Hilal Elver, en su primer discurso público desde que fuera nombrada en junio.

“Las políticas de alimentación que no se encargan de las causas fundamentales del hambre mundial estarán condenadas a fallar”, fijo ante una audiencia repleta en Amsterdam.

Un billón de personas en todo el mudo tienen hambre, declaró, antes de hacer un llamamiento a los gobiernos para que apoyen a la transición de la “democracia agrícola,” lo que empoderará a los pequeños agricultores rurales.

La agricultura necesita una dirección nueva: la agroecología

“La crisis alimenticia global del 2009 señaló la necesidad de un cambio en el sistema alimenticio global”, dijo en el evento organizado por el Instituto Transnacional (ITN), un grupo de expertos internacional.

“La agricultura moderna, que comenzó a mediados de 1950, es más intensiva en recursos, muy dependiente de los combustibles fósiles, usa fertilizantes y se basa en una producción masiva. Esta política tiene que cambiar.

“Ya nos estamos enfrentando a una gran cantidad de desafíos. La escasez de recursos, el aumento de la población, la disponibilidad y accesibilidad decreciente de la tierra, la emergente escasez de agua y la degradación del suelo requiere que volvamos a pensar cómo usar mejor nuestros recursos para las futuras generaciones.”

La funcionaria de la ONU dijo que la nueva investigación científica muestra cada vez más cómo la ‘agroecología’ ofrece métodos mucho más sustentables ambientalmente que también pueden cumplir con la creciente rapidez en la demanda por alimentos:

“La agroecología es una forma tradicional de usar los métodos agrícolas que están menos orientados a los recursos, y que trabajan en armonía con la sociedad. Nuevas investigaciones en la agroecología nos permiten explorar más efectivamente formas de usar el conocimiento tradicional para proteger a la gente y a su ambiente al mismo tiempo.”

Los pequeños agricultores son clave para alimentar al mundo

“Hay un desbalance geográfico y de distribución entre quién está consumiendo y quién está produciendo. La política global agrícola necesita ajustarse. En un mundo lleno de gente y caliente,com será el de mañana, el reto de cómo proteger al vulnerable aumenta”, continuó Hilal Elver.

“Esto conlleva el reconocer el rol de las mujeres en la producción de alimento – desde agricultora, ama de casa, madre trabajadora, las mujeres son las mayores proveedoras de alimento. También significa reconocer a los agricultores a pequeña escala, quienes son los más vulnerables y más hambrientos.”

“A través de Europa, los E.U.A. y el mundo en desarrollo, los agricultores a pequeña escala están desapareciendo. Así que al apoyar a la agricultura a pequeña escala podemos resolver el hambre y también lidiar con la producción de alimentos.”

Elver no sólo habla desde la autoridad que le da su rol en la ONU, sino también como una académica respetada. Es profesora de investigación y co-directora del Proyecto del Cambio Climático, Seguridad Humana y Democracia en el Centro Orfalea para Estudios Globales e Internacionales de la Universidad de California, Santa Bárbara.

También es una abogada y diplomática experimentada. A lo largo de su carrera fungió como asesora legal en el Ministerio Turco Ambiental, fue nombrada previamente por el Programa Ambiental de las Naciones Unidas como Jefa en la Diplomacia Ambiental en la Academia Mediterránea de los Estudios Diplomáticos, de la Universidad de Malta.

La agricultura industrial absorbe un 80% de los subsidios y un 90% del patrocinio para investigación

Señalando de alguna manera la dirección futura de su investigación y recomendaciones de políticas, criticó los amplios subsidios que son dirigidos a las grandes compañías de agronegocios monoculturales. Actualmente, en la Unión Europea, alrededor de un 80% de los subsidios y 90% del patrocinio de la investigación van para apoyar la agricultura industrial convencional.

“La evidencia empírica y científica muestra que los agricultores a pequeña escala son los qu alimentan al mundo. De acuerdo a la Organización de Alimento y Agricultura de lo ONU (FAO), un 70% de los alimentos que consumimos globalmente viene de pequeños agricultores”, dijo la profesora Elver.

“Esto es crítico para las futuras políticas agrícolas. Actualmente, la mayoría de los subsidios van a los agronegocios grandes. Esto debe cambiar. Los gobiernos deben apoyar a los agricultores a pequeña escala. Mientras los habitantes de zonas rurales continúen migrando a las ciudades, estaremos en problemas.”

“Si esta tendencia continúa, para el 2050, 75% de la humanidad vivirá en áreas urbanas. Debemos revertir estas corrientes al proveer con nuevas posibilidades e incentivos para los agricultores a pequeña escala, especialmente para la gente joven en áreas rurales.”

De ser implementadas, las sugerencias de Elver representarían un gran cambio en las políticas alimenticias gubernamentales actuales.

Marcel Beukeboo, un funcionario alemán que se especializa en alimento y nutrición en el Ministerio de Comercio y Desarrollo que expuso después de Elver, disintió del énfasis de Elver en las granjas pequeñas:

“Si bien estoy de acuerdo en que debemos hacer más para empoderar a los agricultores a pequeña escala, el hecho es que las grandes granjas monoculturales simplemente no van a desaparecer. Por lo tanto tenemos que encontrar formas de hacer que las prácticas del agronegocio industrial sea más efectivo, y esto significa trabajar asociados con el sector privado, pequeño y grande.”

¿Una iniciativa de la ONU en agroecología?

El discurso inicial de esta nueva relatora de la ONU coincidió con el siguiente hito: un Simposio Internacional de Agroecología para la Seguridad de los Alimentos y Nutrición de dos días en Roma, organizado por la FAO. Más de 50 expertos participaron en el simposio, incluyendo a los científicos, el sector privado, trabajadores del gobierno y líderes de la sociedad civil.

Una mesa redonda de alto nivel al cierre del simposio incluyó a los ministros de agricultura de Francia, Argelia, Costa Rica, Japón, Brasil y el comisionado agrícola de la Unión Europea.

El Director General de la FAO, José Graziano Da Silva dijo: “La agroecología continúa creciendo, tanto en ciencia como en políticas. Es un acercamiento que ayudará a dirigirse al reto de terminar con el hambre y la desnutrición en todas sus formas, en el contexto del cambio climático se necesita la adaptación.”

Una carta a la FAO firmada por casi 70 científicos alimenticios internacionales, felicitaron a la Agencia de la ONU por hacer el simposio de agroecología y afirmaron que una “iniciativa sistemática de la ONU sobre el sistema de agroecología constituirá una estrategia central para dirigirse al cambio climático, construyendo resistencia de cara a la crisis del agua.”

Los científicos describieron la agroecología como “una ciencia bien basada, un conjunto de prácticas agronómicas probadas y, que cuando se enmarca en instituciones socio-políticas, constituye el camino más prometedor para conseguir la producción alimenticia de alimentos sustentables.”

 

¡Más que una ciencia – un movimiento social!

Una firmante de la carta, Mindi Scheneider, profesora asistente de Estudios Agrarios, Alimentos y Ambientales en el Instituto de Estudios Sociales (IES) en La Haya, dijo: “La agroecología es más que sólo una ciencia, también es un movimiento social por la justicia que reconoce y respeta el derecho de las comunidades de agricultores para decidir qué es lo que cultivan y cómo lo cultivan.”

Muchos otros expertos alimenticios en el Instituto Transnacional ofrecieron críticas a las prácticas industriales predominantes. El Dr. David Fig, integrante de la junta de Biowatch en Sudáfrica, una organización no gubernamental preocupada por la soberanía alimenticia y la agricultura sustentable, dijo: “Estamos siendo demasiado amables con la agricultura industrial. El sector privado la ha apoyado, pero ha fallado en alimentar al mundo, ha contribuido a una contaminación ambiental muy fuerte y a un mal uso de los recursos naturales. Es hora de que cambiemos más la atención, fondos públicos y medidas en políticas hacia la agroecología, para remplazar el viejo modelo lo más pronto posible.”

El profesor Sergio Sauer, anterior Relator por los Derechos Humanos en la Tierra, Territorio y Alimentos por Brasil, añadió: “La agroecología está relacionada con la forma en que tú te relacionas con la tierra, con la naturaleza y con otros – es más que producción orgánica, es una forma de vida sustentable.

“En Brasil tenemos la Asociación Nacional de Agroecología, la cual reúne a 7000 personas de todo el país y sus experiencias empíricas concretas de prácticas agroecológicas. Ellos intentan basar todo su conocimiento en la práctica no sólo en conceptos.”

“Generalmente, nadie habla sobre la agroecología, porque es un tema muy político. El simple hecho de que la FAO haya convocado a una reunión internacional de tal envergadura para discutir la agroecología es una piedra fundacional muy significativa.”

El Dr. Nafeez Ahmed es periodista e investigador, autor bestseller y estudioso de la seguridad internacional. Escribe para los periódicos The Ecologist y The Guardian sobre las geopolíticas de las crisis interconectadas ambientales, energéticas y económicas. También ha escrito para The Independent, el Sydney Morning Herald, The Age, The Scotsman, Foreign Policy, Prospect, New Statesman, Le Monde Diplomatique, entre muchos otros. Su nueva novela del futuro cercano es Punto Cero.

Traducción por equipo Vía Orgánica A.C.