Nuevos Estudios Demuestran que Optimizar los Niveles de Vitamina D Podría Duplicar las Probabilidades de Sobrevivir al Cáncer de Mama, Reducir el Colesterol LDL y Ayudar a Prevenir el Autismo

Además, las proporciones distorsionadas de grasas omega-3 y omega-6 desempeñan un papel muy importante en el desarrollo del cáncer de piel. En el 2001, National Academy of Sciences publicó una revisión13 demostrando que la proporción de 6:3 de las grasas omega era la clave para prevenir el desarrollo de cáncer de piel. Un estudio14 australiano publicado en 1993 mostró una reducción de 40 por ciento en el melanoma en aquellas personas que comían pescado, que es rico en grasas omega-3. Y esto fue sin intención de reducir las grasas omega-6. Tanto las grasas omega-3 como las omega-6 son esenciales para la salud humana. Sin embargo, la persona promedio consume niveles muy bajos de grasas omega-3 y niveles muy altos de grasas omega-6 en su alimentación. Mientras que la proporción ideal entre las grasas omega-6 y omega-3 es de 1:1, nuestro promedio de proporción entre las grasas omega-6 y omega-3 es de 20:1 a 50:1.

Emerge Evidencia de Un Vínculo Casual Entre la Vitamina D, la Síntesis de Serotonina y el Autismo

La vitamina D también podría ser sumamente importante para combatir el trastorno del espectro autista (TEA). De acuerdo con un estudio15, 16 realizado por el Children’s Hospital Oakland Research Institute, la vitamina D podría afectar el comportamiento autista activando el gen responsable de la producción de triptófano hidroxilasa 2 (TPH2), una enzima que convierte el triptófano en serotonina en su cerebro. La investigación también demuestra que otras dos hormonas cerebrales relacionadas con el comportamiento social, oxitocina y vasopresina, son activadas por la vitamina D. Como lo informó Newswise:17

“Esto sugiere que los niveles adecuados de vitamina D podrían ser necesarios para producir serotonina en el cerebro en donde se da forma a la estructura y cableado del cerebro, actúa como neurotransmisor y afecta el comportamiento social. Ellos también encontraron evidencia de que el gen que produce la enzima triptófano hidroxilasa 1 (TPH1) es inhibido por la hormona de la vitamina D, que por consecuencia detiene la producción de serotonina en el intestino y otros tejidos, en donde sí se encuentra en exceso promueve la inflamación.

Este mecanismo explica muchos de le hechos conocidos, pero previamente no entendidos, sobre el autismo, incluyendo: 1) los niveles “anormalmente” bajos de serotonina en el cerebro y los altos niveles en la sangre de los niños autistas; 2) la preponderancia de los hombres sobre las mujeres en los niños autistas: estrógeno, una hormona esteroide similar, también puede aumentar los niveles de serotonina en el cerebro de las niñas; 3) la presencia de anticuerpos autoinmunes en el cerebro fetal en madres de niños autistas : la vitamina D regula la producción de células-T regulatorias por medio de la represión de TPH1”

Los investigadores proponen tratar el TEA con una combinación de vitamina D, triptófano y grasas omega-3 con el fin de elevar de forma natural la concentración de serotonina en el cerebro sin sufrir efectos secundarios. Esta no es la primera vez en la que la vitamina D ha sido implicada como un factor contribuyente en el aumento de las tasas de autismo. De acuerdo con investigaciones18 previas, existe un vínculo entre la deficiencia de vitamina D en mujeres embarazadas y el aumento de las tasas de autismo. La razón de esto es porque los receptores de vitamina D aparecen en una gran variedad de tejidos cerebrales a principios del desarrollo fetal y los receptores de vitamina D activas aumentan el crecimiento nervioso en el cerebro.

Personalmente creo que esto podría ser uno de los principales factores que contribuyen en el autismo y es la deficiencia de exposición solar de las mujeres embarazadas y por secuencia del feto, la que pone al niño en gran riesgo de un desarrollo cerebral anormal. Creo que uno de los cambios más importantes que podría reducir radicalmente el autismo es asegurarse de que TODAS las mujeres embarazadas tengan niveles de vitamina D de 50-70 ng/ml.

¿Ya Se Ha Hecho Análisis para Conocer Su Nivel de Vitamina D?

En este momento, después de varios meses de invierno y la mínima exposición al sol, es el momento ideal para analizar sus niveles de vitamina D para darse una idea de cómo están sus niveles. Si están bajos, tome las medidas proactivas para elevarlo y después vuélvalos a analizar a mediados del verano.