Nueva revolución tecnológica con campesinos y sin transgénicos

5. La formación de los dirigentes campesinos, productores destacados, técnicos y gerentes campesinos representa el factor determinante en la nueva revolución tecnológica así como la capacitación masiva y significativa de campesinos y comunidades, a partir de las experiencias exitosas en parcelas de campesinos destacados y bajo el modelo de enseñanza-aprendizaje “de campesino a campesino” y de “campesino a científico y de científico a campesino”.

6. La nueva revolución tecnológica supone la producción local autogestiva (o en redes a nivel regional o estatal) vía la organización campesina de semillas nativas e hibridas mejoradas, humus y lixiviados, abonos verdes; harinas minerales, biofertilizantes, caldos nutritivos, ácidos orgánicos, entomopatógenos, fertilizantes foliares (sustancias húmicas, aminoácidos, hormonas de crecimiento e inductores de resistencia); análisis continuos de suelo, planta y agua; etcétera.

7. Implica una auténtica revolución de conciencias, valores y actitudes, en primer lugar de los propios productores, comunidades y organizaciones campesinas. Se requiere recuperar valores tales como la autoconfianza individual y colectiva, la cultura del trabajo y del esfuerzo individual y colectivo, la ayuda mutua y la solidaridad; la conciencia de la calidad de sujetos de derechos, de sujetos productivos y de ciudadanía, entre otros. Es imprescindible abandonar las actitudes pobristas, victimistas, peticionistas, fatalistas y pasivas. Evidentemente que también se requieren cambios radicales en los tres ordenes de gobierno, en las universidades y centros de investigación y en los científicos y técnicos en lo individual.

8. Se requiere de una nueva política de Estado de largo plazo para construir otro sistema agroalimentario y nutricional. Asimismo, es ineludible el rompimiento de la subordinación del Ejecutivo federal y el Congreso de la Unión a las trasnacionales agroalimentarias y el establecimiento de una nueva alianza con los sectores productivos del campo,

¿Será verdad que la autosuficiencia alimentaria es la nueva política de la actual administración pública federal o es solamente un recurso demagógico para encubrir la continuidad del modelo neoliberal agroalimentario? Si es verdad que se asume la necesidad urgente de la autosuficiencia alimentaria, la pregunta es si se recurrirá a falsas y peligrosas soluciones para mantener y profundizar el modelo fallido o podremos ser capaces como sociedad y Estado de abrir una vía verdadera y factible a la autosuficiencia alimentaria por medio de una nuevas revolución tecnológica con campesinos y sin transgénicos.

*Víctor Suárez Director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) victor.suarez@anec.org.mx