Movilización campesina en Colombia pone los reflectores sobre las semillas

Referencias

i Casi un tercio de la población colombiana vive en el campo y casi 60% de quienes viven en las áreas rurales pasan hambre, en alguna medida. Ver Paro Nacional Agrario y Popular. Pliego de Peticiones.

ii Los efectos apenas comienzan, pero son reales. Las exportaciones agrícolas a Colombia se dispararon 62% en el primer año del tratado, mientras que las exportaciones agrícolas colombianas a estados Unidos bajaron 15% (Ver USTR, y Portafolio.)

iii Para obtener registro y certificación las semillas requieren cumplir criterios de uniformidad y estabilidad genéticas, para ajustarse a los procesos agroindustriales. Esto excluye, por definición, a las semillas campesinas, o variedades criollas, como se les llama en Colombia —que tienden a ser diversas, adaptativas y dinámicas. Bajo las leyes actuales de Colombia, si un campesino quiere plantar semillas criollas, debe obtener una autorización del gobierno, sólo lo puede hacer una sola vez, solo lo puede hacer en cinco o menos hectáreas y debe consumir la cosecha completa en casa (n la puede vender en el mercado).

Ver la página de Facebook del film en https://www.facebook.com/documental970 y en Twitter busquen #NoMas970. En los tres años de vigencia de la Ley 970, hasta ahora (2010-2012), el gobierno rechazó o destruyó casi 4 mil toneladas de semillas.