México tiene 30 de los 32 tipos de suelo existentes

Por Boletín UNAM-DGCS-344, 15 de junio de 2015 

La diversidad geológica del país favorece la presencia de gran variedad de materiales que, al formar la superficie, le otorgan características únicas, expuso Gerardo Cruz Flores, profesor de la FES Zaragoza de la UNAM

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Para formar un centímetro de suelo productivo se requieren de uno a cuatro siglos; se conforma de materiales minerales y orgánicos sometidos al clima, la topografía, la biota (vegetación y fauna) y a la influencia del tiempo geológico y la acción del hombre.

La génesis de la tierra requiere desde miles hasta millones de años, explicó Gerardo Cruz Flores, profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoce 32 tipos; “en este aspecto, México es diverso, al poseer casi 30. Nuestra nación es rica a nivel biológico, edafológico, climático, orográfico y hasta geológico, es decir, tenemos una gran variedad”.

La tierra es un cuerpo natural proveedor de los nutrimentos requeridos por las plantas, así como del agua y aire necesarios para su respiración y absorción. Ésta se forma a partir de factores variados donde interviene la regolita, el relieve, topografía, actividad biológica, el clima y la biota, agregó al impartir la conferencia Suelos de México y su potencial productivo.

La diversidad geológica del país favorece una gran variedad de materiales que, al integrar la superficie, le otorgan características únicas.

Si a esto agregamos que México tiene una distribución geográfica con costas en ambos lados del territorio e influencia marina constante, veremos que la precipitación y presión atmosférica influyen sobre la distribución de particularidades, no sólo en climas, sino en microclimas, añadió en el marco del Año Internacional de los Suelos.

La ciencia debe tomar en cuenta esos factores para entender el proceso de formación referido —como la influencia de la biota, atmósfera, litósfera, hidrósfera e incluso actividad humana— y considerar diferentes componentes, como sus fracciones gaseosa, líquida, mineral y la gama de organismos que viven ahí, subrayó el profesor.
 
Estrés

El científico planteó a los estudiantes de biología de la FES Zaragoza la incógnita: ¿qué tipo de problemas físicos o químicos deben vencer las plantas para desarrollarse?

“En condiciones de alta acidez, factores de toxicidad o deficiencia nutrimental, se altera el crecimiento y desarrollo vegetal, por lo que debemos poner atención a estos aspectos”, explicó Cruz Flores.

Las carencias de un terreno pueden ir desde una nitrificación deficiente o un desbalance de cationes hasta concentraciones de calcio, magnesio y potasio, o solubilidad de fósforo y molibdeno a niveles bajos. Además, puede ser tóxico ante presencias elevadas de hidrógeno, manganeso y hierro.

También existen superficies hidromorfas que inducen estrés por exceso de humedad, pues al carecer de oxígeno, disminuye la absorción de nutrimentos.

Para incrementar la producción agrícola sin deteriorar el ambiente (con plaguicidas, pesticidas, fungicidas) es necesario mejorar las técnicas de diagnóstico nutrimental y determinar el momento oportuno para suministrar fertilizantes. “Incluso se podría emplear flora con alta eficiencia en uso de los nutrimentos suministrados”, concluyó.