Los transgénicos en México

Igualmente me permito sugerir al Secretario que se informe directamente con grupos especializados FUERA del corrompido sector público que ya durante años y mediante conocidas inmensas “mordidas” ha abierto grandes puertas a los transgénicos en México desde la última década del siglo pasado y la primera de éste. Debe un secretario de un nuevo gobierno – que dizque pretende terminar con la corrupción aunque proviene del partido inventor – recurrir a la población informada. Por ejemplo, a la intachable campaña sin “MAÍZ NO HAY PAÍS”, y desde luego a instancias internacionales como Greenpeace, entre muchas más. Por ejemplo la ya mundial AVAAZ que está solicitando directamente a Peña Nieto la salvación de los maíces nativos de México.

Pero para empezar, el señor Guerra debe entender que no se trata nada más de una decisión “técnica” la que el gobierno tiene que tomar respecto a los transgénicos, pues está en riesgo algo tan trascendental como la alimentación de México y de toda la zona incluida dentro de La Cultura del Maíz. Se va a llevar agradables sorpresas al comprobar cuánto sabe sobre los transgénicos la gente que tiene, para fortuna de todos, el hábito de la lectura,

Se enterará, entre mucho más, de que a nivel internacional la embestida contra los transgénicos es de gran envergadura. Europa prácticamente los rechaza sin vuelta de hoja. Por ejemplo, la multinacional química alemana BASF anunció en Bruselas hace algún tiempo su decisión de “abandonar el mercado europeo de semillas transgénicas, reconociendo la falta de aceptación en muchos lugares del continente por parte de la mayoría de consumidores, agricultores y políticos”. Hasta la papa transgénica Amflora, el primer cultivo aprobado en la Unión Europea hace apenas 2 años tras 12 de lucha, dejó de consumirse. “Las razones de la falla de los productos BASF en Europa son muchas y diversas, pero la verdad fundamental es que en décadas ningún beneficio real ha compensado el comprobado daño causado por los AGM”.

Sin embargo, el 18 de enero 2012 se informó que la dicha BASF “se movía fuera de Europa hacia América Latina – Suramérica y México – que ya viven la tragedia de los OGM soya -maíz y la agricultura impulsada por gobiernos corruptos o intencionalmente ignorantes, en contra de la opinión pública”.

¿OGM en México? ¡ Uf, desde cuando!

El siguiente es un boletín que data del 11 de abril de 2001: Los Transgénicos en México: Empresas, Marcas y Productos, Gustavo Castro & Ryan Zinn. No. 239 Ciepac/ Global Exchange, San Cristóbal Las Casas.

Sabía usted que en México consumimos productos transgénicos sin darnos cuenta? Entre los cultivos transgénicos más producidos en el mundo son la soya, el maíz, la canola, la papa, el tomate y el algodón. Sólo en 1998 se cultivaron en todo el mundo 28 millones de hectáreas de alimentos transgénicos de los cuales el 52% fueron de soya y el 30% de maíz. En el año 2000 pasó a 43 millones de hectáreas de cultivos transgénicos que fueron sembradas en su mayoría en los Estados Unidos, Canadá y Argentina (China 1%). De los cultivos plantados, casi 100% fueron de algodón, maíz, soya y canola. En los Estados Unidos, la totalidad de la soya es transgénica. Quizá esto ni lo saben la mayoría de los ciudadanos estadunidenses.

El maíz y la soya se están usando ya como ingredientes para los alimentos industriales como los chocolates, conservas, pan, margarinas, aceites vegetales, leches, helados, alimentos infantiles, mayonesas, harinas, etc. La soya transgénica está presente en más del 60% de los productos elaborados con soya como grasas vegetales, aceites, harinas, lecitinas, etcétera. En el caso del maíz transgénico se encuentra en más del 50% de los productos elaborados con maíz en forma de harinas, aceites, almidón o la alta fructuosa que tanto importa México de los Estados Unidos para sustituir al azúcar en muchos productos industriales. No es coincidencia que los más de 60 ingenios azucareros del país (dos de ellos en Chiapas) se encuentren en crisis y que Estados Unidos se niegue a introducir a su país el excedente del azúcar mexicano violando así el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).

El maíz y la soya, como otros productos, se producen y consumen ya en Chiapas. La empresa Pulsar es líder de la producción de alimentos transgénicos, principalmente de las hortalizas. En Chiapas se cuenta con grandiosas inversiones y muy pronto podría desplazar a la producción local de maíz y desaparecer a las variedades, de no generarse alternativas campesinas, indígenas y sociales. El empresario Alfonso Romo es dueño de Pulsar, artífice del plan de desarrollo para Chiapas y del Plan Puebla Panamá.

La organización internacional Greenpeace ha publicado una serie de productos que contienen organismos genéticamente modificados en la guía: ¿Y ú sabes lo que comes?, editada conjuntamente con Vía Orgánica, AC.