La agroecología resolvería la pobreza alimentaria en México: Toledo

Por Tania Damián, Ángulo 7, 8 de febrero de 2015

La única forma de resolver la pobreza alimentaria que existe en México será apostándole a cultivos tradicionales como el maíz, frijol y calabaza, pero bajo técnicas agroecológicas, pues se incrementará la producción.

Así lo señaló el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Víctor Manuel Toledo Manzur, quien agregó que la clase política se ha negado a revalorar estos cultivos, al considerarlos poco productivos, pero el problema es el paquete tecnológico recomendado por las autoridades para sembrarlos.

Lo anterior es porque el mismo se basa en el uso de fertilizantes químicos y plaguicidas, los cuales dañan la tierra y ocasionan que los rendimientos agrícolas sean cada vez menores.

No obstante, señaló que cada vez más investigadores y productores impulsan la nueva corriente de la agroecología y el llamado diálogo de saberes, sustentados en revalorar los conocimientos tradicionales.

“No se puede tener la idea que el científico sabe y los campesinos no; se debe reconocer que existe un conocimiento tradicional”.

Mayor interés en la agroecología

En entrevista con Ángulo 7, Toledo Manzur dijo que tiene tres décadas estudiando este tema, y en los últimos años cada vez hay mayor interés en el mismo.

Recordó que el 40 por ciento de la población mundial se dedica al campo.

“En México, las culturas indígenas tiene 500 mil años o más, ahí hay un conocimiento acumulado, una memoria porque el conocimiento tradicional se afina con el tiempo”, dijo.

Puso como ejemplo del diálogo de saberes al proyecto “Agua para siempre”, que se desarrolla en la Sierra Negra”, porque permite capturar agua, tomando en cuenta el tipo de piedras y el movimiento de ríos subterráneos, lo cual conocían las comunidades de la región.

Toledo Manzur dio a conocer que se cuenta con una base de datos con 2 mil experiencias de producción agroecológica, siendo los estados de Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo los pioneros en este tema, aunque dijo que Puebla no se queda atrás, sobre todo por proyectos en la Sierra Norte.

El también investigador del Centro de Investigaciones en Ecosistema de la UNAM insistió que la agricultura intensiva en terrenos de una o dos hectáreas erosiona el suelo, lo cual ocasiona muy bajos rendimientos.

Finalmente, dijo que si hay mayor productividad, a las familias mexicanas en el campo les alcanzaría la siembra.