Campesinos de Haití Marchan en Contra de Monsanto

El sector agropecuario de Haití ya ha sido desarticulado por la influencia de los Estados Unidos en el pasado. En 1991, Jean Bertrand Aristide, el primer presidente de Haití electo democráticamente fue quitado a través de un golpe de estado apoyado por los Estados Unidos. Como condición para regresar a Haití, los Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial requirieron que Aristide abriera el país al libre comercio. Los aranceles sobre el arroz (grano básico para el país) se redujeron del 35 al 3%. Financiamiento del estado fue desviado del desarrollo agropecuario y hacia la financiación la deuda externa del país. Arroz subsidiado de Arkansas (era la época de la presidencia de William Clinton, proveniente de ese estado) inundó el mercado haitiano. La producción de los campesinos y campesinas arroceros fue destruida y hoy en día casi todo el arroz que se consume en Haití es importado. Sacos de arroz se pueden ver en todos los mercados y tiendas de las comunidades, también como bultos encima de las cabezas de la gente y en los costados de las mulas.

Hoy en día, los Estados Unidos están desestabilizando el sistema alimenticio de Haití desde su base. Una carta que fue enviada del Ministro de Agricultura de Haití a Monsanto indica que semilla modificada genéticamente pudo haber sido ofrecida a parte de la semilla híbrida. “en la ausencia de una ley que regule el uso de organismos genéticamente modificados (OGMs) en Haití, no estoy en libertad de autorizar el uso de semilla Roundup Ready o ninguna otra semilla con material genéticamente modificado”, dijo Juanas Gue, Ministerio de Agricultura de Haití en una carta a Monsanto xii, la cual comprueba claramente que abrirá nuevos mercados en países en vía de desarrollo para su semilla transgénica y químicos tóxicos. En 2005, Monsanto fue condenado por el gobierno de los Estados Unidos por haber sobornado a funcionarios de Indonesia de alto nivel para legalizar el algodón genéticamente modificado. También hay evidencia que en 2004 Monsanto vendió una finca a un senador brasileño por un tercio de su valor en intercambio a ayudara a legalizar el glifosato, el herbicida más utilizado en todo el mundo (comercializado por la compañía como Roundup). xiii

De acuerdo con Paulo Almeida de 31 años, y miembro del movimiento brasileño de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) quien ha estado en Haití desde 2009 como parte de una brigada de solidaridad organizada por la Vía Campesina en Brasil, Monsanto también ha fomentado que campesinos brasileños siembren soja Roundup Ready de manera ilegal en Brasil. “Quieren implementar el paquete tecnológico de la Revolución Verde, lo cual no es posible en Haití. Aquí no hay forma de sobrevivir con monocultivos.”

La semilla de maíz donada por Monsanto fue tratada con el fungicida Maxim XO, y la semilla de jitomate calypso fue tratada con thiram, un químico tan tóxico que el gobierno de los estados Unidos requiere a los trabajadores de la agricultura utilicen ropa protectiva cuando utilizan las semillas tratadas con el fungicida. La comunicación entre Monsanto y el Ministerio de Agricultura no contiene ninguna explicación del riesgo causado por estos químicos, o alguna oferta de ropa protectora o entrenamiento especial para cuando los campesinos Haitianos utilicen esta semilla. xiv

El desarrollo de agricultura industrial en Haití está relacionado con planes para desarrollar una industria de agrocombustibles para la exportación en el país. En 2007 USAID publicó un informe sobre las perspectivas para los biocombustibles sólidos y líquidos en Haitíxv, mientras que en el documento de estrategia para Haití de 2007-08 del Banco Interamericano de Desarrollo indica que el quitar “obstáculos para la exportación de productos agropecuarios es una prioridad alta” y que “la promoción de biocombustibles está siendo explorada de forma especifica.” xvi

El gobierno estadounidense de Obama mantiene una política hipócrita e inconsistente en cuanto a Monsanto y los cultivos transgénicos. Cuando la familia Obama se mudó a la Casa Blanca sembró un huerto orgánico, y sólo podemos asumir que no sembraron transgénicos o semillas híbridas. En los Estados Unidos Monsanto monopoliza el 60 por ciento del mercado de semilla de maíz y el 80 por ciento del mercado de semilla de maíz transgénica. En marzo, el gobierno de Obama convocó audiencias publicas contra los monopolios que juzgarían sobre la competitividad en el mercado de semillas de los Estados Unidos y aún tiene que publicar sus conclusiones. Sin embargo, el gobierno de Obama está fuertemente promoviendo los intereses de las transnacionales de biotecnología para la agricultura de los Estados Unidos en el exterior. En la convención anual de la industria de biotecnología en mayo, José Fernández, secretario asistente para la Oficina de Asuntos Económicos, Energéticos y Empresariales indicó que el Departamento de Estado de los Estados Unidos (el cual incluye al USAID) pretende confrontar agresivamente a los enemigos de la biotecnología para la agricultura.xvii