Guatemala: Una Comunidad Tradicional Lucha por sus Tierras

Por Susan Fitzpatrick Behrens, NACLA, 31 Agosto, 2009

Traducido por Ana María Quispe

Los miembros de Centro Campesino, una cooperativa en la región de Petén, Guatemala, están luchando por recuperar sus tierras. Su desplazamiento, su lucha y su incapacidad para proteger su comunidad, Yaxchilán, revelan las sorprendentes maneras que tanto los planes orientados hacia el desarrollo de la exportación como programas de conservación eluden los intereses de las comunidades indígenas y tradicionales. Para los grupos de conservación, este descuido puede llevar al fracaso de aliarse con las únicas comunidades que eficientemente podrían detener la minería, la exploración de petróleo, las represas hidroeléctricas y monocultivos, que destruyen el medio ambiente.

En 1976, los primeros miembros del Centro Campesino llegaron a Yaxchilán. Eran desesperadamente pobres campesinos del este de Guatemala, que participaban en un proyecto administrado por los militares de Guatemala y presionados por el gobierno de EE.UU. “¡Era un nido de mosquitos!”, recuerda un vecino. A pesar de las duras condiciones, la pobreza extrema condujo a unas pocas familias desesperadas a quedarse, “aunque,” como me dijo uno de ellos: “los tigres nos comieron”.

Durante tres años el pueblo batallaba, sufriendo el calor, la humedad, nubes de mosquitos, y penosos trabajos. Poco a poco la vida mejoró. La tierra era productiva. “¡Crecíamos de todo!”, recuerda una mujer de la comunidad, y otros enumeran los cultivos de la comunidad: maíz, frijol, café, cardamomo, arroz, piña, batata, “¡todo!” Junto con otras cooperativas a lo largo de los ríos Usumacinta y Pasión, Centro Campesino formó la Federación de Cooperativas del Petén (FECAP). La organización cooperativa, realizada con el apoyo del clero católico, permitió a FECAP presionar al reacio gobierno militar conceder títulos de propiedad. Las comunidades compraron embarcaciones, camiones, tractores, e instalaciones de almacenamiento comercializados en forma cooperativa. Se reinvirtieron las ganancias en sus comunidades, creando centros de salud, escuelas, iglesias, centros comunitarios, y cooperativas. Vivían felices durante años, pero esta felicidad terminó con la llegada de los conflictos armados del país.

En 1981 los militares obligaron al sacerdote, que había iniciado el asentamiento de Centro Campesino y asesor del FECAP, a huir en un barco de alta velocidad en medio de una lluvia de balas a la frontera con México. En los días siguientes, los militares ocuparon la comunidad, secuestraron y torturaron a dos dirigentes de las cooperativas. La mitad de la de la comunidad huyó a México, la otra mitad se quedó. Mientras la población de Centro Campesino vivía bajo la ocupación, los militares masacraron y quemaron cooperativas en ambos lados. En 1984, recuerda un vecino, un capitán del ejército les indicaba “tenemos 15 días, 15 días para salir. “Mira”, dijo, “si se van no pasará nada, por eso les estamos dando 15 días. Si no se van, tendremos que matarlos”

Así se fueron. Los militares llegaron en camiones civiles, vestidos de civil, y transfirieron a los miembros de la comunidad a una tierra nueva, cerca de San Andrés, en el Petén. Era inferior, muy baja, sin agua, sin títulos. Pero la gente conservaba el sueño de retornar a Yaxchilán una vez terminada la guerra.

En 1991, cinco años antes de la firma de los Acuerdos de Paz, el gobierno de Guatemala creó la “Ley de Áreas Protegidas”. Aproximadamente 70% del Petén fue declarado parte de una reserva natural. La tierra comprende una de las más espectaculares selvas tropicales de América Latina y algunos de los más importantes territorios arqueológicos mayas. También incluye las reservas de petróleo más grandes del país, las mayores fuentes de agua para hidroeléctricas, y las tierras más fértiles para el cultivo de árboles de palma africana. Estos recursos situaron al Petén en el centro de los planes visualizados en los 60, orientados al desarrollo de la exportación y expuesta en el plan promovido por los Estados Unidos Puebla Panamá / Central American Tratado de Libre Comercio (PPP / CAFTA siglas en Inglés).

La presencia de estos recursos en el Petén sugiere una lógica diferente detrás de la creación de reservas naturales. Un ex funcionario del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), la agencia de bajos fondos gubernamental responsable de la administración de áreas protegidas, señaló que debido a que Guatemala no está industrializada no necesita reservas naturales. Más bien la “ley de áreas protegidas”, sigue la “lógica del primer mundo para mantener reservas naturales, pero no por el interés en las aves, o en los bosques, o en el insecto más pequeño, sino por el interés en lo que hay debajo: petróleo. “