El impuesto a las bebidas azucaradas logra reducir su compra en hogares mexicanos

El impuesto a las bebidas azucaradas en México logró una reducción en la compra y por ende en el consumo de estas bebidas, aún a pesar de ser un impuesto menor al recomendado y de las diversas tácticas comerciales puestas en marcha por las empresas refresqueras.

De acuerdo con organismos nacionales e internacionales, como el INSP y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el impuesto para reducir el consumo de manera significativa debería ser de al menos un 20%.

Esta medida fiscal para la reducción del consumo de bebidas azucaradas, que es una de las causas del sobrepeso, la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, está demostrando su efectividad.

En el largo plazo, esta política se traducirá en la disminución de las cifras de obesidad y diabetes, así como de los costos en salud siempre y cuando se fortalezca el impuesto con una política integral de prevención y combate a estas enfermedades crónicas.

Esto puede tomar varios años y a condición de que se implementen las políticas complementarias de combate a la obesidad, con base en las recomendaciones nacionales e internacionales libres de conflicto de interés.

“El impuesto ha mostrado su efectividad en reducir el consumo de bebidas nocivas para la salud, pero es necesario complementarlo utilizando los recursos recaudados para el objetivo social por el cual fue aprobado.

Las organizaciones de la Alianza por la Salud Alimentaria no desistiremos en exigir al gobierno que cumpla su promesa de utilizar los más de $18 mil millones de pesos que recaudó el impuesto en 2014 para la prevención de la obesidad y sus enfermedades asociadas, especialmente mediante el acceso al agua potable en escuelas con la instalación de bebederos.

Asimismo, es necesario reforzar el impacto positivo del impuesto en la salud pública con un paquete de políticas integrales, las cuales incluyen la regulación efectiva de la venta de alimentos y bebidas no saludables en escuelas, así como campañas y programas efectivos de prevención, entre otros”, enfatizó Luis Manuel Encarnación, coordinador de la Coalición ContraPESO, miembro de la Alianza por la Salud Alimentaria.

Al respecto, las organizaciones demandamos:

  • Sea considerado el aumento del impuesto a bebidas azucaradas del 10 al 20% con lo cual se podría tener un mayor impacto en la salud de la población mexicana.
  • Se elimine el IVA al agua embotellada en envases menores de 10 litros, con el fin de hacer económicamente más accesible el agua que las bebidas azucaradas.
  • Que se aplique el recurso recaudado a la instalación de los bebederos de agua en las escuelas con sus sistemas de purificación, a la vez que se establece un programa integral de instalación de dispensarios de agua en espacios públicos y privados, así como una política integral de prevención.

Los resultados preliminares del estudio pueden consultarse en: www.insp.mx/epppo/blog/3659-reduccion-consumo-bebidas.html

_____________________________________

  • Se utilizó una base de datos de compra de bebidas en hogares de 53 ciudades del país con al menos 50 mil habitantes.
  • Con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2012.