El Desayuno – Después de Todo No Es el Alimento Más Importante…

“Los científicos de la Universidad de California del Sur (USC, por sus siglas en inglés) dicen que el descubrimiento podría ser benéfico sobre todo para aquellos que sufren de sistemas inmunes dañados, como pacientes con cáncer que reciben quimioterapia. Podría ayudar a los ancianos también cuyos sistemas inmunológicos se vuelven menos eficientes…”

“Y la buena noticia, es que el cuerpo eliminó durante el ayuno las partes del sistema que podrían estar dañadas o viejas, las partes ineficientes. Ahora, si usted comienza con un sistema muy dañado por la quimioterapia o el envejecimiento, los ciclos de ayuno pueden generar, literalmente, un nuevo sistema inmunológico.”

Descubrieron que ayunos más largos (dos a cuatro días) llevaron a la reducción de una enzima llamada proteína quinasa A (PKA, por sus siglas en inglés), las cuales investigaciones previas han vinculado a la extensión de vida de los organismos simples. Cuando el cuerpo pasa hambre por un par de días se apaga el gen de la PKA, y este es el detonante que avisa a las células madre a ponerse en modo de regeneración.

Según Valter Longo, profesor de gerontología y ciencias biológicas de la Universidad de California del Sur, esto es lo que “da el SI para que las células madre comiencen a proliferarse y reconstruyan el sistema completo.” Ayunar por tres días también ha llevado a una reducción de IGF-1, una hormona del factor de crecimiento relacionada con el envejecimiento, cáncer, y crecimiento tumoral. Según el coautor Tanya Dorff:9 “Los resultados de este estudio sugieren que el ayuno puede mitigar algunos de los efectos nocivos de la quimioterapia.”

Otros Beneficios Saludables del Ayuno Intermitente

Ayunar ha sido parte de una práctica espiritual durante miles de años. Pero, la ciencia moderna ha confirmado que hay muchas razones contundentes para ayunar, que incluyen las siguientes:

  • Normaliza su sensibilidad a la insulina y leptina, e impulsa la eficacia energética mitocondrial: Uno de los mecanismos primarios que hace que el ayuno intermitente sea benéfico para la salud está relacionado con su impacto en su sensibilidad a la insulina. Mientras que el azúcar es una fuente de energía para su cuerpo, también promueve la resistencia a la insulina cuando se consume en las cantidades que se encuentran en nuestra alimentación actual a base de comida chatarra y procesada.

La resistencia a la insulina, a su vez, es el principal impulsor de las enfermedades crónicas, desde cáncer hasta enfermedades del corazón. El ayuno intermitente ayuda al cuerpo a ajustarse y utilizar la grasa como su combustible primario y la creciente evidencia confirma que cuando su cuerpo se adapta a quemar grasa en lugar de azúcar, como su principal combustible, el riesgo de enfermedades crónicas se reduce drásticamente

  • Normaliza los niveles de grelina, también conocida como “la hormona del hambre”
  • Promueve la producción de la hormona del crecimiento humano (HGH, por sus siglas en inglés): Investigaciones han demostrado que ayunar eleva la HGH tanto como 1,300 por ciento en mujeres y 2,000 por ciento en hombres,10 lo cual juega un papel importante en la salud, aptitud y disminuye el proceso de envejecimiento. HGH también es una hormona quema grasa, la cual ayuda a explicar por qué el ayuno es tan eficaz para perder peso
  • Reduce de los niveles de triglicéridos y mejora otros biomarcadores de enfermedades
  • Reduce el estrés oxidativo: El ayuno disminuye la acumulación de radicales oxidantes en las células, previniendo así el daño oxidativo a las proteínas celulares, lípidos y ácidos nucleicos asociados con el envejecimiento y las enfermedades

Ayunos largos también han demostrado promover la longevidad en animales. Hay una serie de mecanismos que contribuyen a este efecto. La normalización de la sensibilidad a la insulina es una de las principales, pero también el ayuno inhibe la vía mTOR, que desempeña un papel importante en el proceso del envejecimiento. El ayuno intermitente también ha sido identificado como un poderoso aliado para la prevención y quizá incluso para el tratamiento de la demencia. Primero, las cetonas son liberadas como un subproducto de quema de grasa y las cetonas (no la glucosa) son realmente el combustible de preferencia para su cerebro.

Además, el ayuno intermitente aumenta la producción de una proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés) que activan las células madre del cerebro para convertirlas en neuronas nuevas y desencadenar otras numerosas sustancias químicas que promueven la salud neuronal. También, protege las células cerebrales contra los cambios asociados con la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson. Una investigación realizada por el Dr. Mark Mattson, autor principal de National Institute on Aging, sugiere que el ayuno cada tercer día (restringir el alimento en los días de ayuno a aproximadamente 600 calorías), puede aumentar el BDNF desde 50 a 400 por ciento, dependiendo de la región del cerebro.11