El cambio climático, un detonador de la crisis alimentaria y precios altos

El aumento de fenómenos causados por el clima extremo podría causar escasez de alimentos y, con ello, detonar conflictos sociales

Por CNN, 13 de marzo de 2013

A veces Jaria Faraj Ali tiene tanta hambre que se amarra una bufanda alrededor de su cintura para sentirse más cómoda.La madre yemení de seis le dijo al grupo internacional de ayuda Oxfam que ahora ha empezado a pedir dinero en las calles por los altos precios de la comida y los ingresos insuficientes.

Asif Masih, de 28 años, dice que tiene dos trabajos para comprar comida suficiente en Pakistán. “Manejo un taxi medio tiempo y también trabajo en una oficina, porque de otra manera mi familia y yo no podríamos comer”, dijo a CNN.

Sus historias hacen eco en el mundo desde Tajikistán hasta Perú, donde un reciente aumento en los precios afecta a los más vulnerables y, particularmente, a los países que dependen de los alimentos importados.

El problema es a consecuencia de varios factores; por ejemplo, al aumento de los costos energéticos, el cambio del uso de la tierra por la producción de biocombustible, conflictos locales, y una demanda cada vez mayor por carne y productos lácteos.

Pero los fenómenos causados por el clima extremo en 2012 generaron una baja en las cosechas en naciones como Estados Unidos, un exportador importante de cereales.

Oxfam teme que el cambio climático sea responsable por lo que la gente pobre podría enfrentar un futuro poco prometedor a causa de ello.

“Los precios altos y volátiles de los alimentos podrían sumir en la miseria a millones de personas que diariamente luchan por poner comida en la mesa. Una situación provocada por el hombre en un mundo que produce lo suficiente como para que coman todos”, dijo el vocero de Oxfam, Colin Roach.

“En un contexto de crecientes poblaciones y dietas que cambian constantemente, lo cual provoca una producción acelerada de alimento para seguir el paso a la demanda, expone un sombrío panorama para su abastecimiento”, de acuerdo con un estudio reciente sobre calentamiento global y los precios de los alimentos.

Ciertamente ha sido un año difícil para los granjeros. Buena parte de América del Norte soportó uno de los meses más caliente que se haya registrado y Medio Oeste sufrió su peor sequía en 56 años, mientras que Gran Bretaña registró en julio de 2012 su verano más húmedo en un siglo.

“Desde Ucrania hasta Yellowstone, en Pakistán y Kazajstán, los cielos se han mantenido despejados, y la tierra se secó. Y en la bolsa de productos básicos mundiales, los precios del maíz, frijol de soya, trigo y té están a la alza”, reportó CNN en septiembre.

Jeff Powell, granjero de cereales de Gran Bretaña, dice que fue la cosecha más pobre que ha visto en 30 años, y advierte que aún no se filtran los efectos completos al sistema.

“Sin duda tu pan costará mucho más dinero y podría aumentar aún más”, indicó.

“Es una verdadera pesadilla para cualquiera en la industria del ganado —especialmente para los cerdos y los lácteos— con el incremento a los precios de la carne, ellos no van a soportar mucho”.

En Kansas, EU, Donn Teske maneja una granja de pradera. Dijo que no es algo inusual tener años secos, pero añadió: “lo que encontramos es que los eventos de clima extremo son mucho más intensos. Históricamente no hemos tenido este tipo de condiciones desde la década de 1950 y antes de la de 1930”.

Las implicaciones pueden ser serias

Michael Roberts, profesor adjunto de economía en la Universidad de Hawai, escribió en agosto que las cosechas más bajas en EU impactarían a los más pobres del mundo y podrían generar disturbios sociales.

“Para esa gente, un gran aumento en los precios puede romper su presupuesto. En 2008 y 2011, cuando los precios del maíz subieron a niveles casi tan altos como los de hoy, el mundo vivió muchas manifestaciones por comida. Los precios del trigo fueron un catalizador de las revoluciones en Egipto, Túnez y Libia”.

Oxfam dice que los futuros mercados de productos básicos indican que podría haber otro gran aumento en los precios en 2013, en el mediano y largo plazo. Indicó que los gobiernos deberían hacer más para prevenir la hambruna.