Del campo a tu mesa

Por Daniela Castro

Cuando ingerimos un alimento satisfacemos una de nuestras necesidades básicas para poder sobrevivir, pero ¿Cuál es la conexión que tengo con mis alimentos? Es importante conocer qué es lo que estoy comiendo, qué es lo que causará en mi cuerpo.

Hemos dejado de lado cuestionar a la industria alimentaria, vemos varios productos nuevos cada día, las empresas tienen más marcas y nuevas líneas dentro de sus marcas, y nosotros como consumidores por saciar “la necesidad” compramos sin pensarlo antes. Al no pensarlo no logramos hacer consciencia que ese alimento es dañino para mí y para mi entorno.

Este problema es serio, como lo han demostrado los múltiples estudios que se han realizado para medir la presencia de compuestos tóxicos en el cuerpo humano. En 2004 se analizó en los Estados Unidos la presencia de toxinas en la sangre del cordón umbilical de diez niños recién nacidos. Se encontró un promedio de 200 químicos peligrosos utilizados tanto en empaques de comida rápida como en plaguicidas, retardantes de flama y residuos del teflón. Varias de estas sustancias han sido relacionadas con cáncer, defectos de nacimiento, afectaciones al desarrollo cerebral, entre otros daños…”

Es de espantarnos ¿no?, pero se trata de pasar de la preocupación a la acción, porque es muy sencillo evaluar qué es mejor para mi salud y que no, solamente leyendo etiquetados e informándonos cuestionando a quien nos ofrece el servicio. Cuando consumes fuera de tu casa, a pesar de que compres productos de calidad. ¿Sabes de dónde traen los ingredientes que utilizaron? Estamos en un país que tiene todo para consumir de manera saludable, debemos recordar que contamos con mercados locales, con señoras y señores del campo que siembran de manera tradicional y venden sus productos para poderte llevar del campo a tu mesa un alimento mexicano y libre de cualquier tóxico.

Cosecha de productos orgánicas. Por Vía Orgánica.

“Actualmente México se ha posicionado en los principales 20 países con mayor venta de productos orgánicos, facilitando un incremento de exportación hasta el 70 por ciento en los últimos cinco años. Lugares como EE.UU., Japón y Europa reciben alimentos orgánicos mexicanos como tortillas, mole, café y tequila, los cuales se convierten en una oportunidad ideal para emprendedores y PYMES.

Curiosamente, pese a que en México se produzca una de las principales cantidades de alimentos orgánicos en el mundo no es uno de sus principales consumidores…”

Así es, acabas de leer que exportamos a diferentes países pero aun así nosotros no lo consumimos, no lo tomemos como que es una moda, es REGRESAR a la forma en la que consumíamos antes y es por nuestro bien común, aunque el precio es alto para los bolsillos de algunos mexicanos y mexicanas, es evaluar qué es mejor para mí y recordar que entre más demanda más oferta y así los precios disminuirán, además no olvides que consumir orgánico no sólo es pagar porque está libre de químicos tóxicos, sino también es pagar el comercio justo al agricultor.

Visita los mercados, acércate con la gente que viene de las comunidades a vender a tu ciudad y pregunta más, al entrar a un supermercado estas seguro que compraras sólo porque es más ¿Barato?…

Este próximo 6 de agosto te invitamos al Mercado Rural de Vía Orgánica, que lo encuentras en San Miguel de Allende, Gto. Cada primer domingo de mes en la colonia Guadalupe, más de 30 productores y artesanos nos traen a vender NO un producto, sino historia, calidad y la verdadera responsabilidad con el consumidor. No faltes, en Margarito Ledesma #2 col. Guadalupe.

 

Cosecha de acelga en el Rancho de Vía Orgánica