De no atenderse la obesidad, en 2017 serán necesarios $150 mil millones

Por Emir Olivares Alonso, La Jornada, 9 de diciembre de 2015

Comienza a afectar a los más jóvenes, revela Graue en seminario

La obesidad es ya una auténtica epidemia en el país y ha comenzado a afectar a poblaciones cada vez más jóvenes. De seguir esta tendencia, en 2017 el monto que tendría que destinar la Secretaría de Salud para atender este padecimiento sería de alrededor de 150 mil millones de pesos.

De 1993 a 2010 se triplicó la cantidad de adolescentes en esa condición (35 por ciento). Además, 10 por ciento de los niños son obesos y más de 70 por ciento de los adultos, expuso el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers.

Al inaugurar el Seminario contra la obesidad y el sobrepeso infantiles, realizado ayer en el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la máxima casa de estudios, aseveró que la enfermedad está relacionada con un sinnúmero de padecimientos como diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

Es un conflicto al que, incluso, ya se le llama “diabesidad”, porque el número de obesos se reflejará en la existencia de gran cantidad de diabéticos, y “esto impactará tremendamente al sistema de salud mexicano”.

Si bien se han dado pasos importantes como el impuesto a los refrescos y la restricción del azúcar en las escuelas, estas acciones no han sido suficientes. “Mientras no tengamos agua potable en las escuelas y los niños no tengan bebederos, ¿dónde van a beber? Este es un problema multifactorial”, afirmó Graue Wiechers.

Aseguró que no basta con eliminar la comida chatarra de las tienditas de las primarias, si a la par no se coloca agua potable y se cuenta con los anaqueles y refrigeradores para expender frutas y verduras.

Efectos en la productividad

Para Enrique Cabrero, director del Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt), la obesidad y el sobrepeso tienen fuertes efectos en la productividad y la competitividad, así como en la calidad de vida de buena parte de la población.

Indicó que es urgente la coordinación de todos los sectores, pues se estima que en 2017 las autoridades de salud tengan que destinar hasta 150 mil millones de pesos para atender las consecuencias de esta epidemia.

“Para atacar el problema no basta con el análisis clínico e identificación del mal, sino con políticas públicas transversales, donde las diferentes áreas de la acción gubernamental y social puedan encontrarse y tener mayor eficacia en las iniciativas”.

La coordinadora académica del seminario, Mara Robles, indicó que hasta hoy no se ha conseguido detener de manera significativa la incidencia de esta afección, que lastima a los menores en su salud física y mental. “Un niño obeso no puede moverse libremente; no puede jugar ni brincar. Se limitan sus capacidades cognitivas”.

Tonatiuh Bravo, rector de la Universidad de Guadalajara, lamentó que México posea el primer lugar mundial de obesidad y sobrepeso en niños y uno de los primeros en adultos. Llamó a tomar medidas urgentes, pues las enfermedades ligadas a la obesidad saturan los sistemas de salud pública y privada y consumen la mayor parte de los recursos de las instituciones. “De continuar la tendencia, en 10 años el sistema podría colapsar”.