Contra la espiral tóxica

Se suma a la brutal amenaza de despojo que significan las leyes secundarias de la reforma energética, que dan prioridad y ventajas a la explotación energética sobre sus derechos a la tierra. (Ver documento de Ceccam y Grain, Reformas energéticas, despojo y defensa de la tierra)

Los delegados de la Península de Yucatán, denunciaron que además de los daños a la apicultura por el uso intensivo de agrotóxicos en soya y maíz –legales e ilegales, incluso transgénicos– sufren una “invasión” de siembras de stevia, haciendo que más campesinos, empujados por la necesidad, abandonen sus cultivos tradicionales para obtener efectivo.

Cuando ya no interesen a la industria, terminarán como marginados urbanos o trabajadores agrícolas semi-esclavos, como lo denuncian y resisten los jornaleros de San Quintín.

Pedir la prohibición del glifosato puede parecer limitado, pero es importante por ser un detonador y por nuestra salud.

Rompe otro eslabón de las cadenas que quieren terminar la vida campesina y dejarnos sin opción más que comer sus venenos.

*Investigadora del Grupo ETC