Conmemoración del Día Nacional del Maíz, 2013

Por Mercedes López Martínez, Vía Orgánica AC

Un Quetzalcóatl gigante, en representación de los dioses fundadores del  pueblo mexicano y del maíz, nuestra semilla originaria, presidió la caminata que llevaron a cabo diversas organizaciones civiles y grupos ciudadanos, para conmemorar el Día Nacional del Maíz en la ciudad de México el domingo 29 de septiembre.

La actividad inició en el Monumento a la madre, a las 11:00 horas, donde se congregaron los convocantes: Campaña Nacional sin Maíz no hay País y el Carnaval del Maíz, junto con otras organizaciones civiles y personas que acudieron a la convocatoria. La primera actividad consistió en un performance con telas, donde se desplegó un reloj, señalando que el tiempo se agota, para detener los intentos de empresas transnacionales como Monsanto, que buscan apoderarse del maíz, planta que durante miles de años  ha sido desarrollada y preservada por las comunidades indígenas y campesinas de México.

Este reloj también marcó un proceso histórico que inició con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, a partir del cual, se abandonó al campo y a los campesinos, importando semillas y alimentos de otros países –con menor costo y menor calidad-, obligándoles a migrar, en las peores condiciones, y a dejar sus tierras.

Y nos trasladó hasta la época actual, en que el gobierno mexicano beneficia intereses empresariales por encima de los del pueblo, apostándole a grupos  nacionales y transnacionales como Maseca, Bimbo, Monsanto, Pioneer, Cargill, Wall-Mart, entre otros, para que lucren con el campo y se apropien de recursos naturales como el agua, las minas, el petróleo, el poderío eólico y las tierras.

Posteriormente, un grupo de huehues, proveniente de Tlaxcala, ejecutó danzas que representaban la burla del pueblo contra los españoles y franceses que invadieron su territorio, manifestando a través del arte su protesta e ironía contra los invasores.  Y qué mejor que un grupo colorido, festivo y tradicional como los huehues, para representar el rescate de las tradiciones mexicanas y del  maíz, nuestra semilla fundadora y originaria.

Luego de la danza, se leyó un pronunciamiento político para reiterar la defensa del campo y los campesinas y en pro de la reactivación del campo; en defensa del maíz criollo y originario; contra los intentos de sembrar masivamente maíz transgénico en México; en solidaridad con las y los maestros del CNTE y de los pueblos que defienden sus territorios contra la privatización.