Confirma el Inecc que cultivos del país han sido contaminados con transgénicos

Por Angélica Enciso L., La Jornada, 22 de junio de 2015

El hallazgo se reveló en 2002, pero fue negado tres años después

Un reporte del instituto de diciembre pasado detalla los estados en los que se dio el problema

Aunque en 2002 el entonces Instituto Nacional de Ecología, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, confirmó la presencia de maíz transgénico en los campos de cultivo del país, lo cual indicaba que habían sido contaminados con ese producto, tres años después se retractó por medio de un reporte publicado en una revista científica.

Ahora, una información del mismo organismo reveló que entre 2004 y 2014 continuó con las colectas y encontró 89 casos positivos, pero esta información no la divulgó.

Esta diseminación de maíz transgénico ha ocurrido a pesar de que en México no está permitida la siembra comercial de estas semillas.

La Secretaría de Agricultura, encargada de dar los permisos con el aval previo de la de Medio Ambiente, sólo ha autorizado cultivos experimentales y pilotos, es decir, son confinados y con controles para evitar su propagación.

La presencia o contaminación del maíz transgénico –producto desarrollado por industrias como Monsanto, Piooner y Dupont, entre otras– en los cultivos de los campesinos que utilizan la semilla tradicional ha sido uno de los principales cuestionamientos que plantean científicos y organizaciones ambientalistas que rechazan el uso de esos productos en el país.

Un reporte del ahora Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc) de diciembre de 2014, entregado a partir de una solicitud al Instituto Nacional de Acceso a la Información, dio cuenta de que de 2004 a 2014 continuó con la investigación y realizó 2 mil 193 colectas de maíz para determinar la presencia de transgénicos.

Esto se realizó en los estados que son centro de origen, básicamente en Oaxaca y Puebla, además del Distrito Federal, Michoacán, Tamaulipas, estado de México, Veracruz y Chiapas.

La mayor cantidad de resultados positivos se observó entre 2007 y 2008 en Oaxaca, con 13; después, en 2009, en ese mismo estado se encontraron otros 14, y en Michoacán se contabilizaron 20 casos más en 2010.

El debate en torno a la presencia de maíz transgénico en los cultivos campesinos se remonta a por lo menos hace 14 años, cuando Ignacio Chapela, investigador de la Universidad de California, en Berkeley, así como David Quist, detectaron la contaminación de cultivos de la sierra Juárez de Oaxaca y en Puebla, centro de origen de la diversidad de maíz criollo.

Esto se publicó en la revista científica Nature, la cual después se retractó de la divulgación.

Unos meses después, en 2002, el Instituto Nacional de Ecología dio a conocer otros resultados positivos.

Sin embargo, en 2005 la revista PNAS publicó otro reporte del INE, liderado por la investigadora Sol Ortiz, en el que se reportó “inexistencia de transgenes” en la misma zona donde Chapela y Quist los detectaron.

Sin embargo, expertos independientes, como Elena Álvarez Buylla y su equipo de trabajo del Instituto de Ecología de la UNAM, entre 2009 y 2010 publicaron reportes que refutan el artículo del gobierno y confirman la presencia de transgénicos en las siembras campesinas, lo cual fue revelado en la revista científica Molecular Ecology.