Cómo Prevenir y Curar las Quemaduras Solares

Por el Dr. Mercola, julio de 2014

Usted ya ha escuchado antes este consejo: permanezca fuera del sol o aplíquese mucho protector solar para bloquear los rayos ultravioleta (UV) cancerígenos. Pero si bien es cierto que la exposición excesiva al sol que ocasiona quemaduras solares puede aumentar el riesgo de cáncer de piel, es una idea falsa que la exposición al sol debe evitarse por completo.

La clave es encontrar el equilibrio adecuado, en donde está exponiendo una gran cantidad de su piel a los rayos del sol, pero no al grado de quemarse. La exposición al sol sólo puede ser terapéutica cuando se hace en los plazos adecuados y medidos.

La exposición excesiva al sol no proporciona ningún beneficio y sólo puede resultar en daños como quemaduras de sol, que es una respuesta inflamatoria en la piel por la sobreexposición a los rayos UVB. Sin embargo, la exposición a los rayos UVB es precisamente lo que necesita, en cantidades apropiadas, porque cuando los rayos UVB llegan a la superficie de su piel, su piel convierte un derivado del colesterol en vitamina D3.

Los beneficios por optimizar su almacenamiento de vitamina D no pueden ser exagerados, y ya he hablado de esto en un gran número de artículos por más de una década. Irónicamente, uno de los beneficios es en realidad la reducción significativa en el riesgo de cáncer—tanto de piel como muchos otros tipos de cáncer.

Más recientemente, los investigadores1, 2 nuevamente confirmaron que las reservas adecuadas de vitamina D aumentan las posibilidades de supervivencia de los pacientes con cáncer de colon. Otro estudio reciente3 encontró que los niveles bajos de vitamina D aumentaron el riesgo de fibrosis hepática avanzada en pacientes con hepatitis C.

La investigación continúa apoyando que la vitamina D es realmente una “llave maestra” para una óptima salud y prevención de enfermedades. Es por ello que es muy importante encontrar el equilibrio adecuado. Usted necesita la exposición al sol, pero no al grado que lo queme.

UVA vs UVB

Así que, ¿cómo puede obtener los beneficios sin aumentar el riesgo de daño en la piel? Es importante recordar que el sol podría ser benéfico o perjudicial, dependiendo de qué tipo de luz ultravioleta este recibiendo. La luz ultravioleta del sol se presenta en dos longitudes de onda principales:

  • Ultravioleta A (UVA) – Considerada como la longitud de onda poco saludable porque penetra la piel más profundamente y causa más daño de radicales libres. Los bloqueadores solares que contienen SPF filtran los rayos UVB benéficos, y no los rayos UVA que causan cáncer, a no ser que también contengan un ingrediente que bloquee los rayos UVA.

Como resultado, el uso de protector solar puede evitar que se queme, ya que el exceso de rayos UVB es la causa principal de las quemaduras solares, pero sigue recibiendo una gran cantidad de radiación que daña la piel. Por otra parte, los rayos UVA están constantemente disponibles, incluso en días nublados. Probablemente hay algunos beneficios de los rayos UVA en moderación que no entendemos completamente, ya que parecen estar con muchos espectros emitidos por el sol.

  • Ultravioleta B (UVB) – Esta es la longitud de onda “saludable” que ayuda a su piel a producir vitamina D. Mientras que los rayos UVA y UVB pueden causar bronceado y quemaduras, los UVB, lo queman mucho más rápido.

Contrariamente a los UVA, que son más fáciles de obtener, los rayos UVB son bajos en la mañana y la tarde, y altos al mediodía o el mediodía solar, haciendo de este el momento más óptimo para la producción de vitamina D (aproximadamente entre las 10 a.m. y 2:00 p.m.). Irónicamente, este es el período de tiempo que la mayoría de los principales expertos le recomiendan evitar.

¿Qué Significa Exposición al Sol ‘Segura y Adecuada’?

Como regla general, para optimizar sus niveles de vitamina D, es necesario exponer  grandes porciones de la piel al sol – incluyendo las piernas, la espalda, los brazos y el pecho. Para obtener un beneficio óptimo, trate de exponer por lo menos el 40 por ciento de su piel sin ropa.

La clave está en saber cuándo hay que cubrirse. Lo ideal sería que su piel se pusiera de un color rosa claro. Esto puede ocurrir entre 10 a 20 minutos, dependiendo de su tono de piel y otros factores, como la ubicación y las nubes.