Como Apoyar su Tiroides con Aceite de Coco Virgen

Por Cherie Calbom, MS y Brian Shilhavy, Dr. Mercola, 25 de noviembre de 2015

Muchas personas en Estados Unidos sufren de síntomas como manos y pies fríos, baja temperatura corporal, sensibilidad al frío, una sensación que los hace sentir frio todo el tiempo, dolores de cabeza, insomnio, piel seca, ojos hinchados, pérdida de cabello, uñas quebradizas, dolor en las articulaciones, estreñimiento, monotonía mental, fatiga, infecciones frecuentes, voz ronca, zumbido en los oídos, mareos, pérdida de la libido y aumento de peso, que a veces es incontrolable.

Aproximadamente el 65 por ciento de la población estadounidense tiene sobrepeso; 27 por ciento de ellos son clínicamente obesos. La investigación apunta al hecho de que el hipotiroidismo puede ser la principal causa de los problemas de peso, especialmente entre las mujeres.

La Verdad Sobre las Grasas y los Aceites

Muchos aceites alimenticios pueden afectar negativamente la salud de la tiroides. Casi todos los días cocinamos con ellos y están presentes en cantidades abundantes en los alimentos preparados comercialmente. Los aceites extraídos con solventes y a presión apenas se convirtieron en una parte importante de la alimentación de las personas el siglo pasado.

Es posible que sean algunos de los peores delincuentes cuando se trata de la tiroides. Son conocidos como aceites vegetales o aceites poliinsaturados. La fuente más común de estos aceites utilizada en los alimentos preparados comercialmente es la soya.

El cultivo de soya a gran escala en los Estados Unidos comenzó después de la Segunda Guerra Mundial y rápidamente alcanzo los 140 billones de libras por año. La mayoría de los cultivos son producidos para la alimentación animal y aceite de soya para las grasas hidrogenadas, como la margarina y manteca vegetal.

Hoy en día, es casi imposible comer en restaurantes o comprar alimentos empacados que no contengan aceite de soya en sus ingredientes. A menudo las etiquetas simplemente dicen “aceite vegetal”.

El Ph.D. Ray Ph. D, un fisiólogo que ha trabajado con la progesterona y hormonas relacionadas desde 1968, dice que el aumento repentino de los aceites poliinsaturados en la cadena alimenticia después de la Segunda Guerra Mundial ha provocado muchos cambios en las hormonas. Él dice

“Su efecto [aceites poliinsaturados] mejor conocido es su interferencia con la función de la glándula tiroides. Los aceites no saturados bloquean la secreción de la hormona tiroidea, su movimiento en el sistema circulatorio y la respuesta de los tejidos a la hormona. Cuando la hormona tiroidea es deficiente, el cuerpo generalmente se ve expuesto a mayores niveles de estrógeno.

La hormona tiroidea es esencial para hacer las hormonas protectoras tanto progesterona como pregnenolona, por lo que estas hormonas disminuyen cuando algo interfiere con la función de la tiroides. La hormona tiroidea es necesaria para el uso y eliminación de colesterol, por lo tanto, es probable que los niveles de colesterol aumenten por cualquier cosa que bloquee la función de la tiroides”

Hay un creciente cuerpo que investiga el efecto perjudicial de la soya en la glándula tiroidea. Gran parte de esta investigación se enfoca en los fitoestrógenos (“fito” significa planta) que se encuentran en la soya. En la década de 1960 cuando la soya se introdujo en la fórmula para bebes, se demostró que la soya era goitrógena y causó bocio en los bebés. Cuando se administró yodo, la incidencia de bocio disminuyo drásticamente.

Sin embargo, un estudio epidemiológico retrospectivo realizado por Fort y colaboradores mostraron que los niños adolescentes diagnosticados con la enfermedad tiroidea autoinmune fueron significativamente más propensos a haber consumido fórmula de soya durante su niñez (18 de los 59 niños; 31 por ciento) en comparación con los parientes saludables (nueve de 76, 12 por ciento) o lo niños del grupo de control (siete de cada 54; 13 por ciento).

Cuando las personas saludables sin ninguna enfermedad tiroidea previa consumieron 30 gramos de semillas de soja en vinagre al día durante un mes, Ishizuki y colaboradores reportaron presencia de bocio y niveles elevados de hormona que estimula la tiroides (TSH) (aunque en un rango normal) en treinta y siete adultos saludables con suficiente yodo.

Un mes después de interrumpir el consumo de soya, los valores de TSH individuales regresaron a los niveles originales y el bocio disminuyo en tamaño.

Para obtener más información acerca de los efectos de la soya en la alimentación moderna, consulte el sitio web de la Fundación Weston A. Price.1

Aceite de Coco: Una Opción Saludable

Tradicionalmente, los aceites poliinsaturados como el aceite de soya han sido utilizados para alimentar el ganado debido a que hacen que los animales aumenten de peso. Estos aceites son hechos con lo que se conoce como ácidos grasos de cadena larga—un tipo de ácidos grasos que promueven el aumento de peso.

El aceite de coco, por otro lado, es una grasa saturada creada principalmente por ácidos grasos de cadena media. También conocido como triglicéridos de cadena media (MCT). Los ácidos grasos de cadena media son conocidos por aumentar el metabolismo y promover la pérdida de peso.

El aceite de coco también puede elevar la temperatura corporal basal mientras que aumenta el metabolismo. Esta es una buena noticia para las personas que sufren de baja función tiroidea. Ha habido muchos testimonios sobre este efecto.

Una persona feliz dijo:

“Ahora mismo estoy atravesando por periodo de uso aceite de coco por una causa (cerca de tres semanas) y me estoy empezando a sentir genial. Durante los últimos 25 años, he sufrido de migrañas severas, los últimos 15 eran cada vez más severos, coincidiendo con la introducción de la soya y la mentalidad sobre los alimentos bajos en grasa. Nada ayudo.

Debería estar experimentando mi migraña premenstrual en este momento y en cambio me siento como si pudiera escalar la montaña del Everest. También me pregunto si disminuyó la relación cintura– cadera porque la mía toda mi vida fue de 7.2 y ahora 7 (o algo así). Creo que tuve también tenía baja la función tiroidea, al igual que baja temperatura corporal de entre 96 y 96.8. Ahora, por primera vez en años está empezando a subir.

Gracias… Atentamente, V. Potter “

Para más historias e información, ver el grupo de discusión de coco-info. 2

Cómo los MCT Promueven la Pérdida de Peso

Varios estudios han demostrado que los MCT promueven la pérdida de peso. Un estudio demostró que las ratas alimentadas con ácidos grasos de cadena larga (LCTs) almacenan grasa corporal, mientras que las ratas alimentadas con MCT redujeron la grasa corporal y mejoraron la sensibilidad a la insulina y tolerancia a la glucosa…

En marzo del 2003, esta misma revista publicó los hallazgos de que los triglicéridos de cadena media incrementaron el gasto de energía y disminuyeron la adiposidad en los hombres con sobrepeso. El estudio se realizó en veinticuatro hombres sanos, con sobrepeso con índices de masa corporal entre 25 y 31 kg/m. Ellos consumieron dietas ricas en MCT o LCT durante 28 días, cada uno en un ensayo aleatorio controlado. Los que consumieron MCT perdieron más peso y tenían más energía que los que consumieron LCT (en este caso el aceite de oliva).

Un estudio anterior realizado en 2002, The Journal of Nutrition llegó a la misma conclusión. Reportaron que los MCT se oxidan más fácilmente en el hígado que los LCTs, lo que provoca más energía y menos aumento de peso. El estudio concluyó que los MCT aumentan el gasto energético, lo que podría causar una más rápida sensación de saciedad y facilitar el control del peso cuando se incluía en la alimentación como un reemplazo a las grasas que contienen LCT.

Muchas personas han experimentado inmediatamente los beneficios de los MCT. Sharon escribe lo siguiente para el grupo de debate sobre el coco:

“He tenido el mismo problema con metabolismo lento y aumento de peso desde tener hijos. Incluso una alimentación sin calorías (ayuno) durante 5 días no funcionó. Tan pronto como empecé a tomar aceite de coco virgen, la grasa comenzó a derretirse y he perdido 20 libras.

Durante el mismo período de tiempo, mi hija de 13 años de edad que estaba pasadita de peso y muy preocupada al respecto, pero que no podía ejercer su autocontrol de renunciar a algunos de sus alimentos grasos favoritos, perdió cerca de 10 libras. ¡Ahora para su increíble felicidad tiene la figura perfecta! Los pantalones que apenas le entraban hace un año, ahora le quedan flojos”

Aceite de Coco y Estrés Oxidativo

Una de las razones por la que los ácidos grasos de cadena larga en los aceites vegetales son tan perjudiciales para la tiroides es que se oxidan rápidamente y se hacen rancios. Los fabricantes de alimentos conocen esta inclinación hacia la rancidez y, por tanto, refinan altamente sus aceites vegetales.

Muchas investigaciones han demostrado que los ácidos grasos trans, que se producen cuando los aceites vegetales son altamente refinados (hidrogenados o parcialmente hidrogenados), son especialmente dañinos para el tejido celular y pueden tener un efecto negativo en la tiroides así como en la salud en general.

Debido a que los ácidos grasos de cadena más larga se depositan en las células más frecuentemente como grasa rancia y oxidada, se genera una mala conversión de la hormona T4 a T3, que es un síntoma de hipotiroidismo. Para crear las enzimas necesarias para convertir las grasas en energía, T4 se debe convertir en T3.

Dr. Ray Peat dice:

“Cuando los aceites son almacenados en nuestros tejidos, son mucho más calientes y más directamente expuestos al oxígeno de lo que estarían en las semillas, por lo que su tendencia a oxidarse es muy elevada.

Estos procesos oxidativos pueden dañar las enzimas y otras partes de las células y especialmente su capacidad para producir energía. Las enzimas que descomponen las proteínas son inhibidas por las grasas insaturadas; estas enzimas no solo son necesarias para la digestión, sino también para la producción de hormonas tiroideas, eliminación de coágulos, inmunidad y adaptabilidad general de las células.

Aumentan los riesgos de coagulación anormal de la sangre, inflamación, inmunodeficiencia, shock, envejecimiento, obesidad y cáncer. Disminuyen las [hormonas] tiroideas y la progesterona.

Dado que los aceites no saturados bloquean la digestión de proteínas en el estómago, podemos estar desnutridos, a pesar de comer bien. “Hay muchos cambios en las hormonas, generados por las grasas no saturadas. Su mejor efecto entendido es su interferencia con la función de la glándula tiroidea. Los aceites no saturados bloquean la secreción de la hormona tiroidea, movimiento en el sistema circulatorio y respuesta de los tejidos a la hormona.

El aceite de coco es único en su capacidad para prevenir el aumento de peso o tratamiento contra la obesidad, el estimular el metabolismo. Se metaboliza rápidamente y funciona en cierto modo como un antioxidante”

Debido a que el aceite de coco es saturado y muy estable (el aceite de coco sin refinar tiene una vida útil de alrededor de tres a cinco años a temperatura ambiente), el cuerpo no está cargado de estrés oxidativo como es el caso con los aceites vegetales. El aceite de coco no requiere el estrés enzimático como los aceites vegetales, al prevenir la conversión de la hormona T4 a T3, no sólo porque es un aceite estable, sino también porque fue procesado de manera diferente en el cuerpo y no tiene que ser descompuesto por un proceso que depende de enzimas como es el caso con los ácidos grasos de cadena larga.

También, dado que el daño se genera principalmente en el hígado debido a los aceites oxidados y rancios que causan daño a la membrana celular y dado a que la mayoría de la conversión de la hormona T4 a T3 se lleva a cabo en el hígado, el eliminar los ácidos grasos de cadena larga de la alimentación y reemplazarlos con ácidos grasos de cadena media encontrados en el aceite de coco, podría, con el tiempo, ayudar en la reconstrucción de las membranas celulares y aumento de la producción de enzimas, lo que ayudara a promover la conversión de la hormona T4 a T3.

Se necesitan más investigaciones en esta área. Mientras tanto, las personas que reemplazan sus aceites poliinsaturados por aceite de coco están reportando muchos resultados positivos. Por ejemplo, Donna ha experimentado mejoras alentadoras en la salud de su tiroides. Ella dice:

“He estado tomando aceite de coco desde septiembre 2002 y, a pesar de que no parezca mucho tiempo, ha cambiado mi vida, la de mi familia y amigos. Mi peso realmente subió cuando empecé a tomar aceite de coco, pero me sentía SÚPER. El tener hipotiroidismo, había estado tomando Synthroid y Cytomel por años, pero con resultados inconsistentes, me sentía peor.

Otros cambios, además de haber agregado aceite de coco fueron eliminar completamente la soya (y eso es un gran reto en sí), todos los ácidos grasos trans, azúcar sin refinar y desintoxicación de los órganos estacionales.

Con el consentimiento de mi médico, deje de tomar los medicamentos para la tiroides, ya que mis niveles de energía estaban aumentando y tenía problemas para dormir. [Imagínese] de ser un teleadicto y dormilón eso era terrible. Mi peso se mantuvo estable hasta las últimas tres semanas y ahora ha empezado a bajar.

Mi objetivo era la salud y simplemente creía que el peso desparecería cuando empezara a llevar una apropiada alimentación y rutina de ejercicios que se ajustara a mi vida. He tratado de dejar de tomar el aceite de coco, pero mi energía baja y no me siento tan bien. Donna”

Lori escribe:

“He estado tomando aceite de coco virgen por aproximadamente dos a tres meses. Antes de empezar a tomar mis resultados de la tiroides eran limítrofes bajos. Después de dos meses de tomar una cucharada al día de aceite de coco, ahora están en un rango medio-normal. Nunca han estado así de altos. No tomo nada de tiroides. TAMBIÉN mi colesterol sigue siendo el mismo, así como mi LDL. Pero mi HDL [colesterol bueno] subió 10 puntos de 43-53. Esto es un milagro para mí. Lori”

El aceite de coco ha ayudado a muchas mujeres con menopausia. Muchas mujeres que eran posmenopáusicas repentinamente empezaron a tener nuevamente sus ciclos menstruales, lo cual es evidencia de que el aceite de coco en efecto, aumenta la producción de las hormonas.

Otra señora feliz escribe:

“He experimentado los mismos problemas que usted. La temperatura corporal no aumenta más de 97 grados, manos y pies fríos, no puedo bajar de peso, me siento cansada, con ritmo cardíaco lento, no puedo dormir algunas noches, tengo piel seca, etc… Mi médico hizo la misma prueba y salió normal. También tengo 46 y entrando a la menopausia. Mi naturópata me diagnosticó sintomáticamente con hipotiroidismo.

Me dijo que los análisis de sangre actualmente utilizados por la medicina alopática no son lo suficientemente sensibles. Empecé a tomar aceite de [coco] hace 5 semanas.

En la primera semana, noté que mi temperatura corporal había aumentado y mi ritmo cardíaco en reposo había pasado de 49 a 88 latidos por minuto. Desde entonces se ha mantenido en 66. Mis niveles de energía ahora están muy altos y estoy perdiendo peso poco a poco– tres libras en las últimas cinco semanas.

También he estado tomando aceite de linaza y ácido gama linoleico, pero he dejado de consumir todos los demás aceites, excepto el que me recomendó Raymond Peat, que es el aceite de coco, aceite de oliva y mantequilla (obviamente usando los dos últimos con mucha moderación). Tomo 3 cucharadas de aceite de coco todos los días. He hablado de esto con mi naturópata y le he dado todo el material escrito. Ella es muy abierta y le interesa conocer más al respecto. Cindy “

Estos testimonios son del que debate la información sobre el coco.3

El Hipotiroidismo Está Alcanzando Proporciones Epidémicas

En 1995, investigadores estudiaron a 25,862 participantes en la feria de salud en todo el estado de Colorado. Descubrieron que entre los pacientes que no tomaban medicamentos para la tiroides, el 8.9 por ciento padecía de hipotiroidismo (tiroides hipoactiva o poco activa) y el 1.1 por ciento padecía de hipertiroidismo (tiroides hiperactiva o muy activa).

Esto indica que el 9.9 por ciento de la población tuvo problemas de tiroides que estaban siendo pasados por alto. Estas cifras sugieren que a nivel nacional, hay hasta 13 millones de personas con un problema de tiroides sin diagnosticar.

En su libro titulado “Living Well With Hypothyroidism: What Your Doctor Doesn’t Tell You… That You Need to Know“, Mary Shomon cita al endocrinólogo Kenneth Blanchard, M.D., de Lower Newton Falls, Massachusetts diciendo:

“El punto clave es… que los médicos siempre están diciendo que la TSH es la prueba que nos da una respuesta positiva o negativa. La TSH pituitaria está controlada no sólo por cuánta T4 y T3 hay en circulación, sino por cuánta T4 se está convirtiendo en T3 a nivel de pituitario. El exceso de T3 generado a nivel pituitario puede suprimir falsamente la TSH.

Por lo tanto, muchas personas simplemente son analizadas para los niveles de TSH y sus resultados dan dentro del rango “normal”, en realidad podrían estar padeciendo problemas de la tiroides sin saberlo.

Ridha Arem, M.D., profesor asociado de medicina en la División de Endocrinología y Metabolismo en Baylor College of Medicine, está de acuerdo con esto. Dice que el hipotiroidismo podría existir a pesar de que los niveles de TSH estén dentro del “rango normal”. En su libro titulado “The Thyroid Solution“, dice:

“Muchas personas podrían estar sufriendo de desequilibrios mínimos que no han dado lugar a análisis sanguíneos anormales. Si incluimos a las personas con hipotiroidismo de bajo grado cuyos análisis sanguíneos son normales, la frecuencia del hipotiroidismo sin duda excedería al 10 por ciento de la población. Sin embargo, lo que es especialmente preocupante es que muchas personas cuyos resultados son descartados como normales podrían continuar teniendo síntomas de una tiroides poco activa.

Su estado de ánimo, emociones y bienestar en general se ven afectados por este desequilibrio y a pesar de esto no reciben el cuidado que necesitan para tratar la causa principal de sus problemas. Incluso si el nivel de TSH se encuentra en un segmento por debajo del rango normal, esa persona podría estar sufriendo de hipotiroidismo de bajo grado”.

Por lo tanto, si incluyéramos a todas las personas que podrían estar sufriendo de “hipotiroidismo de bajo grado”, esta cifra fácilmente se duplicaría a un estimado de 13 millones.

Cáncer de Tiroides

Las estadísticas sobre el cáncer de tiroides en los Estados Unidos también cuentan una historia perturbadora. Desde 1990, las estadísticas de cáncer (consultar en http://seer.cancer.gov/) muestran que la incidencia de cáncer de tiroides en todas las razas y edades en los Estados Unidos ha estado sujeta a un aumento anual estadísticamente significativo de 1.4 por ciento por año.

Ese aumento fue mayor entre las mujeres (1.6 por ciento por año). También vale la pena señalar el hecho que entre 1975 y 1996 la incidencia de cáncer de tiroides aumentó un 42.1 por ciento en los Estados Unidos.

Este aumento fue particularmente notable en las mujeres y la mayoría de las cifras más recientes a partir del 1996 muestran que la incidencia de cáncer de tiroides ha aumentado a 8.0 por 100,000. El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) señala que “la preponderancia del cáncer de tiroides en las mujeres sugiere que los factores hormonales podrían mediar la aparición de la enfermedad”.

Especialmente alarmante es la tasa de cáncer de tiroides entre los niños. La publicación Incidencia y Supervivencia de Cáncer entre Niños y Adolescentes: Programa SEER de los Estados Unidos de 1975-1996 del NCI ha reportado que el carcinoma más prevalente entre los niños y adolescentes que viven en los Estados Unidos menos a 20 años de edad fue el carcinoma de tiroides con un 35.5 por ciento – mayor prevalencia que los melanomas altamente publicitados (30.9 por ciento).

Aproximadamente el 75 por ciento de los carcinomas de tiroides se produjo en adolescentes de 15 a 19 años de edad.

¿Qué Está Causando Esta Epidemia?

A pesar de que se necesitan llevar a cabo más investigaciones, es generalmente aceptado que la alimentación desempeña un papel sumamente importante en la salud de la tiroides. Durante décadas, hemos sabido que un bajo consumo de yodo conduce a una baja función de la tiroides y eventualmente esto causa bocio. La sal ionizada fue creada con el fin de resolver este problema, sin embargo no ha sido la respuesta.

Existen un gran número de alimentos conocidos como bociógenos que bloquean el yodo. Dos bociógenos que son bastante comunes en la alimentación de las personas que viven en los Estados Unidos son – los cacahuates, mantequillas de maní y la soya utilizada en la mayoría de los alimentos preparados en forma de proteína vegetal texturizada (un alimento de soya refinado) y aceite de soya.

El auge de la industrialización, granjas industriales y producción en masa de alimentos ha cambiado drásticamente nuestro suministro de alimentos en comparación a lo que nuestros antepasados solían comer. Muchos estudios demuestran los efectos dañinos que tienen los azúcares refinados y granos en nuestra salud. Estos alimentos dañan mucho la glándula tiroides y a pesar de esto los consumimos en grandes cantidades.

El estrés ambiental causado por los contaminantes químicos, pesticidas, mercurio y fluoruro también daña nuestra tiroides. Cada vez es más la evidencia que sugiere que el fluoruro, que se encuentra contenido en las pastas de dientes y en las plantas de tratamiento de agua, podría inhibir el funcionamiento de la glándula tiroides. Además, el mercurio podría disminuir la función tiroidea porque desplaza el selenio y el selenio está involucrado en la conversión de las hormonas tiroides de T4 a T3.

Corrigiendo los Problemas de Tiroides

En lugar de simplemente tomar un medicamento para la tiroides, es sumamente importante identificar las causas principales del problema de tiroides. Podría necesitar tomar un medicamento hasta que haya tratado el problema principal, pero el simple hecho de tomar medicamentos de reemplazo de la hormona tiroides no beneficiará a la tiroides o corregirá el problema. David Frahm, N.D. dice, “en lugar de alimentar la tiroides y hacer que vuelva a funcionar por completo en el cuerpo, los medicamentos simplemente evitan pasar por la tiroides”.

Él dice que esto ayuda a aumentar la energía a cierto grado cuando el cuerpo se suministra con algunas de las hormonas que debería producir por sí mismo, pero que ninguno de estos medicamentos realmente restaura por completo la función de la tiroides.

Dado a que la tiroides produce una hormona llamada calcitonina que permite la absorción de calcio, las personas que toman medicamentos de reemplazo de la hormona tiroides no arreglarán el problema principal y la absorción de calcio se verá afectada. Muchas veces, esas personas experimentan pérdida ósea y esta es la mejor explicación de por qué tantas personas con hipotiroidismo también experimentan osteoporosis.

Antes de suspender el uso de los medicamentos de reemplazo de la hormona tiroides, consulte a su médico. Mientras tanto, hay muchas cosas que puede hacer para alimentar a su tiroides y mejorar su salud. Es posible que a usted no le hayan diagnosticado hipotiroidismo, pero podría estar experimentando una serie de síntomas relacionados con esta enfermedad que son causados por una glándula tiroides desnutrida.

A medida que incorpore soluciones dentro de su rutina diaria con el fin de reforzarla, deberá buscar señales que indiquen que su tiroides está comenzando a mejorar, algunas de esas señales podrían ser latidos rápidos y una aumento en la temperatura corporal. El Dr. David Frahm se refiere a estos síntomas como una “crisis de curación”. En este punto, si está tomando medicamentos para la tiroides, sería buena idea consultar a su médico para volver a probar.

Determinando los Niveles Bajos de la Tiroides

Si al leer este artículo se ha familiarizado con algunos de los síntomas, pero no está seguro si sus niveles de tiroides se encuentran por debajo del rango normal, tómese la temperatura durante cuatro mañanas seguidas antes de irse a la cama. Agite el termómetro de vidrio hasta que esté por debajo de los 95 grados y colóquelo cerca de su cama antes de irse a dormir. Al despertar, coloque el termómetro bajo su axila durante diez minutos. Es importante moverse lo menos posible mientras se toma la temperatura. Manténgase quieto con los ojos serrados. No se levante por ninguna razón.

Después de diez minutos, registre la temperatura y la fecha. Esto debe hacerlo durante cuatro mañanas consecutivas. Las personas con un funcionamiento normal de la tiroides deben tener una temperatura corporal basal de entre 97.6 y 98.2. La temperatura corporal basal por debajo de este rango podría reflejar hipotiroidismo.

Qué Puede Hacer para Nutrir Su Tiroides

Un gran número de nutrientes y alimentos han demostrado contribuir a una función tiroidea saludable. A medida que los vaya incorporando a su alimentación, comenzará a notar una mejora en la salud de su tiroides.

Consuma Grasas y Aceites Saludables Únicamente

Actualmente, muchos profesionales de salud recomiendan únicamente el consumo de aceite de coco, aceite de oliva virgen y mantequilla. Lo mejor es consumir aceite de oliva y mantequilla con moderación. Por ejemplo, puede utilizar aceite de coco en lugar de la mantequilla en pan tostado. El aceite de coco es uno de los aceites más estables gracias a sus triglicéridos de cadena media.

Al momento de calentarse no se convierte fácilmente en ácidos grasos trans, haciéndolo uno de los mejores aceites para cocinar. Evite todos los demás tipos de aceites para cocinar. Jamás coma margarina. Y lea todas las etiquetas de los empaques de alimentos. Si en la etiqueta se encuentra enlistado aceite vegetal o aceite de soya, no compre ese producto.

Tome en cuenta que la mayoría de los aderezos para ensaladas comerciales contienen aceite de soya u otro aceite poliinsaturado. Podría beneficiarse de preparar su propio aderezo para ensalada y llevarlo con usted al momento de viajar o comer fuera de casa. Si eso no es posible, pida rodajas de limón y aceite de oliva y prepare rápidamente su propio aderezo.

Los alimentos fritos de los restaurantes son especialmente dañinos porque los aceites que utilizan son calentados a temperaturas bastante altas y generalmente son utilizados una y otra vez para freír. Están llenos de ácidos grasos trans. Siempre que le sea posible, prepare alimentos saludables desde su casa y controle los ingredientes que utiliza.

Muchas personas han mejorado la salud de su tiroides, perdido peso y aumentado sus niveles de energía al agregar dos o tres cucharadas de aceite de coco virgen en su alimentación. Existen muchas formas de hacerlo. Cocinar con aceite de coco es el método más obvio y le da un gran sabor a sus platillos, desde cebollas salteadas, vegetales, huevos o comidas horneadas.

También querrá añadir una o dos cucharadas extra de aceite a su alimentación diaria. Los batidos son una buena forma de lograrlo. Puede probar mi Batido de Coco Bajo en Carbohidratos. También he preparado 101 recetas de batidos que se encuentran disponibles en el libro titulado The Ultimate Smoothie. También es posible que dese probar mi receta de Postre de Coco.4

Consuma Muchos Alimentos Ricos en Yodo

El yodo es más abundante en vegetales marinos, pescado y huevos. Puede encontrar una gran variedad de vegetales marinos secos en la mayoría de las tiendas de alimentos saludables, mercados asiáticos y algunos supermercados. Agregue una tira de kombu a su sopa o platillos con frijoles, espolvoree algas negras en las ensaladas o sopas.

Sazone sus alimentos con dulce o polvo de algas en lugar de utilizar sal. Consuma más pescado, especialmente los pescados pequeños de aguas frías como el salmón (evite el de criadero), caballa, halibut, lenguado y pargo. Evite los pescados grandes como el atún y el pez espada porque tienden contener más mercurio. Elija huevos provenientes de animales criados sin hormonas y antibióticos, ya que son más saludables.

Tome Suplementos de Vitaminas y Minerales

Un gran número de nutrientes han demostrado contribuir con la salud de la tiroides, incluyendo el zinc, selenio, vitaminas B, vitamina C, vitamina E y vitamina A. Margaret Ames, Ph.D. dice en su artículo titulado “Salud de la Tiroides: ¿Padece de Hipotiroidismo?” que las personas con hipotiroidismo han mostrado tener una capacidad deteriorada para convertir los beta-carotenos en vitamina A, por lo que se debe tener cuidado e incluir suplementos de vitamina A, además de beta-caroteno”.

Ella también agrega que el selenio está involucrado en la conversión de T4 a T3 y los niveles bajos de selenio podrían causar niveles bajos de T3. Dado a que el mercurio desplaza al selenio, le sugeriría un programa de desintoxicación de metales pesados, especialmente si le han puesto rellenos de amalgamas, consume mucho atún o ha estado expuesto al mercurio de alguna otra forma.

Los Jugos de Vegetales Podrían Ayudar

Hacer sus vegetales en forma de jugo es algo que puede ser particularmente útil para restaurar la salud de la tiroides así como la de todo su cuerpo. Los rábanos y el jugo de rábano pueden ser bastante benéficos. Un compuesto de azufre que se encuentra en el rábano es un regulador de tiroixina y calcitonina (una hormona péptida).

Cuando una cantidad suficiente de este compuesto de azufre está en circulación en el torrente sanguíneo, la tiroides es menos propensa a producir muchas o pocas de estas hormonas. El consumo constante de rábano y jugo de rábano puede ser sumamente benéfico. Pruebe mi Tónico Tiroideo, que está compuesto por zanahoria o pepinos, apio, rábanos y limón. A esto puede añadir una pizca de algas en polvo o dulce para aumentar su contenido de yodo.

El jugo de arándano también es muy benéfico. Debido a que los lugares en donde se cultivan los arándanos en Massachusetts están muy cerca del mar, los arándanos contienen yodo – 35 partes por billón de acuerdo con The Journal of Biochemistry (79:409-11; 1928).

Puede hacer jugo de  arándanos con una manzana baja en azúcar como la reineta o Granny Smith y añadir unas gotas de limón para un jugo absolutamente delicioso y nutritivo, a diferencia de los jugos de arándano que venden en los supermercados (excepto por el concentrado de arándano), no añadirá azúcar. Para otras recetas de jugos, échele un vistazo a mi libro titulado The Juice Lady’s Guide to Juicing for Health (Avery, 1999).

Modificaciones en su Estilo de Vida

A medida que nutrimos nuestra tiroides, también debemos evitar los alimentos y sustancias que pueden dañar esta glándula tan importante o interferir con la absorción de nutrientes. A continuación se encuentran unas cuantas sugerencias que pueden hacer una importante diferencia en la salud de la tiroides. Además, hay algunas intervenciones en su  estilo de vida que pueden ser sumamente benéficas para la tiroides.

Evite los Bociógenos

El consumo excesivo de ciertos alimentos puede impedir que el yodo sea absorbido por la glándula tiroidea; estos incluyen a los nabos, col, mostaza, raíz de yuca, piñones, mijo, maní y soya. Hasta que la salud de su tiroides se encuentre restablecida, deberá evitar estos alimentos por completo. Cuando su tiroides esté sana una vez más y ya no presente síntomas, podrá incluirlos de forma ocasional, pero le recomiendo jamás consumirlos de forma regular.

Los alimentos más dañinos son el aceite de soya contenido en los aderezos para ensalada, proteína vegetal texturizada utilizada como relleno y en la mantequilla de maní. Estos ingredientes se encuentran contenidos en muchos productos comerciales empaquetados. Vale la pena señalar que en las culturas asiáticas la soya se consume únicamente en pequeñas cantidades y en formas que han sido fermentadas.

Evite Todos los Granos Refinados, Azúcar y Sustancias que Dañen la Tiroides

Los alimentos más dañinos para la tiroides son los alimentos más comunes en la alimentación de las personas que viven en los Estados Unidos y que los consumen día tras día, tales como los granos, azúcares, dulces, cafeína (café, té negro, sodas y chocolate), aceites hidrogenados y parcialmente hidrogenados y alcohol. Evite los granos refinados como el pan blando y de trigo, panecillos, galletas, pizza, panques y pastas. El sándwich de mantequilla de maní es el ejemplo perfecto de una mala opción para la tiroides – granos refinados del pan y mantequilla de maní – un bociógeno.

Evite el azúcar en todas sus formas incluyendo el azúcar granulado, azúcar morena, jarabe de maíz, jarabe de arce, miel, melaza, fructosa y jarabe de arroz integral. Utilice stevia, un endulzante herbal, que se puede encontrar en las tiendas de alimentos saludables. Evite los postres. Además el estrés emocional (ira, tristeza, culpa, ansiedad y miedo) puede ser sumamente dañino para la tiroides.

Otras cosas que también pueden dañar la tiroides incluyen: dar a luz, el estrés ambiental como los contaminantes industriales, pesticidas (una razón más para comprar productos orgánicos), metales pesados, Candida albicans (crecimiento excesivo de levadura) y estrés médico (radiación, rayos-X y medicamentos).

Limite Su Exposición al Fluoruro y Mercurio

Es benéfico evitar el fluoruro y el mercurio lo más que le sea posible. Para lograrlo es necesario contar con un sistema de filtración de agua que elimine el fluoruro y otras sustancias químicas en su hogar. Comprar pasta de dientes libre de fluoruro. Extraer todas las amalgamas de mercurio que tenga en su boca. Y elegir pescados pequeños como el salmón y el halibut que generalmente contienen menos mercurio.

Protocolos de Limpieza

Muchas personas se han beneficiado enormemente de los programas de desintoxicación como la  desintoxicación del colon, del hígado, de la vesícula biliar, de los riñones y desintoxicación de metales pesados. Mi protocolo para desintoxicar el hígado en 7 días podría ser particularmente útil porque el buen funcionamiento del hígado realmente puede beneficiar su tiroides dado a que gran parte de la T4 se convierte en T3 dentro del hígado. Un hígado congestionado no podrá realizar sus funciones de forma eficiente.

Ejercicio

El ejercicio es particularmente importante en la curación del hipotiroidismo. El ejercicio estimula la secreción de la glándula tiroides y aumenta la sensibilidad de los tejidos a las hormonas tiroides. Elija ejercicios que vayan de acuerdo con su nivel de energía. Podría comenzar caminando o quizá tomando clases de estiramiento. Los ejercicios de levantamiento de pesas son particularmente importantes para prevenir la osteoporosis.

Esfuércese  hasta poder hacer ejercicio aeróbicos o caminatas rápidas que aumenten su ritmo cardíaco – estos son excelente para el sistema cardiovascular. El ejercicio ha demostrado aumentar la tasa metabólica, un aspecto importante en la pérdida de peso. Saltar sobre un rebotador (mini trampolín) es sumamente benéfico para los órganos y el sistema linfático. No importa lo que haga, párese y muévase. Su energía irá mejorando a medida que vaya haciendo ejercicio, incluso si comienza con tan sólo 15 minutos.

¿Cuánto Me Tomará Restaurar la Salud de Mi Tiroides?

“Los efectos benéficos de un tratamiento integral de hipotiroidismo generalmente es evidente a las dos o tres semanas después de comenzar la terapia”, dice Margaret Ames, Ph.D. “Sin embargo, es importante destacar que, aunque los síntomas pueden desaparecer y las personas con hipotiroidismo podrían experimentar una sensación de bienestar, en la mayoría de los casos, el tratamiento para esta enfermedad requiere de un compromiso para toda la vida”. ¡Vale la pena! Puede llevar una vida con una salud vibrante con menos riesgo de enfermedades degenerativas.

Conclusión

En conclusión, la disfunción tiroidea ha alcanzado niveles epidémicos en los Estados Unidos y es una de las causas principales de la obesidad. Nuestra alimentación moderna es uno de los principales culpables. El mejor tratamiento para mantener una tiroides sana y un peso adecuado es seguir los consejos que acabo de ofrecerle en este artículo.

Consumir alimentos saludables que nutran y no dañen la tiroides, añadir a su alimentación los nutrientes recomendados, evitar los alimentos y sustancias que dañan la tiroides y desintoxicar el cuerpo son los pasos que debe seguir para ver una mejora en el funcionamiento de la tiroides en cuestión de semanas.

Quizá el cambio alimentario más importante que pueda hacer es remplazar los aceites vegetales a base de soya y otros aceites poliinsaturados con aceites saludables, su mejor opción es el aceite de coco. Si necesita bajar de peso, puede eliminar esas libras de más de forma natural siguiendo estas recomendaciones. Y por supuesto, esto también lo ayudará a tener una mejor calidad de vida.

Sobre el Autor

Cherie Calbom, M.S. es una nutrióloga, investigadora y autora de once libros, incluyendo el exitoso libro titulado Juicing for Life. Ella ha ejercido como nutrióloga clínica y es conocida como la “Dama de los Jugos” por su trabajo con los jugos y la salud, la terapia de jugos y programas de limpieza. Puede localizarla llamando a 1-866-8GETWELL o en at www.juicinginfo.com.

Fuentes y Referencias

  1. Fort, N. Moses, M. Fasano, T. Goldberg and F. Lifshitz J. Am. Coll. Nutr. 9 (1990), p. 164

 

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