Campesinos rescatan el amaranto, cultivo de alto valor nutrimental

Por Matilde Pérez U., La Jornada, 3 de agosto de 2015

Se produce en sólo una quinta parte de la superficie agrícola

Con una historia de exaltación, persecución y olvido, el amaranto trata de volver a colocarse en la dieta de la población como uno de los alimentos principales, junto con el maíz, frijol y chile.

El cultivo rescatado por los campesinos de San Miguel del Milagro, Tlaxcala; Huazulco, Morelos, y Tulyehualco, Distrito Federal, ocupa sólo una quinta parte de los 22 millones de hectáreas de la superficie agrícola, pero en pocos años ha llamado la atención de otros de ellos, ya que su precio en el mercado supera al de los granos.

De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (Siap), el año pasado se destinaron 5 mil hectáreas en Puebla, Tlaxcala, estado de México, Morelos, Oaxaca, San Luis Potosí y Distrito Federal; en superficies de siete y seis hectáreas también se cultivó en Querétaro y Durango, respectivamente.

La producción fue de 6 mil 547 toneladas con valor de 75.3 millones de pesos.

En los recientes tres lustros, el amaranto –que formó parte de la dieta maya, azteca, mixteca y zapoteca, entre otras, y prohibido por los conquistadores españoles– ha repuntado. Entre 2000 a 2013 la producción promedio fue de 4 mil toneladas. Puebla y Tlaxcala aportan más de la mitad del total.

Los productores no están convencidos de los datos del Siap, por lo que en diversos foros han demandado que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía haga un levantamiento de la superficie destinada al cultivo.

Sergio Barrales Domínguez, rector de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y promotor de la siembra del cereal en Tlaxcala, afirmó que la superficie reportada por el Siap se supera, pues sólo en esa entidad se han contabilizado más de 3 mil hectáreas. Las especies Amarantus cruentus y Amaranthus hypochondriacus –de origen mexicano– son legado nutrimental, importante alternativa para resolver problemas de desnutrición y fuente de empleo para los campesinos, sostiene.

Explicó que desde el punto de vista agronómico, al amaranto se le considera seudocereal por pertenecer a un grupo de plantas de familias diferentes y tener características morfológicas contrastantes; sin embargo, es un alimento de elevadas cualidades nutricionales: tiene hasta 70 por ciento de carbohidratos, de 16 a 22 por ciento de proteína, hierro, calcio y magnesio.

“Es una especie muy particular por su contenido, pero lamentablemente no se ha explotado debidamente en el país; el consumo es muy limitado. Hay interés en que se recupere como alimento, pues ayudaría a resolver muchos problemas de salud pública”.

Algunos estudiosos refieren que dicho cultivo fue utilizado por la Nasa como alimento de los astronautas por su alto valor nutritivo y capacidad de crecer en condiciones adversas.

El Amaranthus hypochondriacus, agregó Barrales Domínguez, es apto para climas templados y fríos, y el Amarantus cruentus para las zonas más cálidas y secas. “Se dice que su importancia económica es inferior a la de los cereales porque su explotación está restringida a algunas áreas agrícolas del mundo; lo cierto es que a las plantas se les ha dado poca atención e importancia”.

Según el Siap, el consumo anual per cápita es de 45.3 kilogramos, y a partir de 2009 empezó una tendencia de incremento en las exportaciones, pues de 2.1 toneladas pasó a 87 en 2013; en ese año el valor de las ventas a Estados Unidos e Italia sumó 87 mil dólares.