Baja productividad agrícola y desperdicio de alimentos agravan la pobreza en el país: FAO

Por Carolina Gómez y Angélica Enciso, La Jornada, 17 de octubre de 2013

Cada año se dilapidan 30 millones de toneladas de comestibles, señalan comerciantes

En México, más de 50% de la población que padece carencia alimentaria en América Latina 

En el Día Mundial de la Alimentación salieron a relucir los problemas que enfrenta México. Por un lado, la baja productividad del sector agrícola, que en los últimos diez años no ha superado el 1.1 por ciento de crecimiento, cuando en la década de los 90 llegaba a 2.5 y 3 por ciento, señaló Nuria Urquía Fernández, representante de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México.

Por otro está el tema de los comestibles que se desperdician, cuyo nivel llega a 30 millones de toneladas al año en toda la cadena alimentaria, desde el productor hasta el consumidor, con las cuales se podría dar de comer a los 27.4 millones de mexicanos en carencia alimentaria, sostuvo Ramón Chavira Campos, presidente de la Confederación Nacional de Agrupaciones de Comerciantes de Centros de Abasto.

En conferencia de prensa, dijo que de los 49 millones de latinoamericanos que carecen de comida, 27.4 millones son mexicanos, por lo que apremió al gobierno a atender el sector, en el que intervienen productores, transportistas, comerciantes y consumidores, pues ahí existen rezagos profundos.

También solicitó al Poder Legislativo mayor sensibilidad en la discusión de la reforma hacendaria para que considere el rezago del sistema alimentario nacional, así como el tamaño de la pobreza o, de lo contrario, podría convertirse en una fábrica de más carencias y hambre.

Chavira agregó que los altos índices de pobreza patrimonial y alimentaria, principalmente en las áreas rurales, son resultado de décadas de programas gubernamentales enfocados a la dádiva y utilizados clientelarmente.

Por separado, Urquía Fernández señaló que el crecimiento de la productividad en el país es muy bajo e inferior al 2.5 por ciento promedio de América Latina, e incluso al de Centroamérica