Alistan primer invernadero de bioseguridad del País

Por Ivonne Mancera, Irapuato Local, 6 de mayo de 2016

Nota de Vía Orgánical: Entre la ofensiva que la Campaña ProTransgénicos en México ha impulsado, destaca el rol generalizado del Cinvestav (IPN) a favor de los productos genéticamente modificados, violentando el principio precautorio, un acuerdo internacional moral y político que indica que si una acción o política puede causar daños severos o irreversibles al público o al medio ambiente, y no existe consenso científico al respecto, entonces la responsabilidad recae en las que abogan por la acción o política. Este principio se aplica en países como México, que son centro de origen de semillas como el maíz, el frijol, el jitomate, el cacao, el chile entre otras. variedades

El primer invernadero de bioseguridad en México estará en Irapuato, para el uso en ingeniería genética de científicos y estudiantes del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN).

El investigador titular  y cofundador del departamento de Ingeniería Genética de Cinvestav, Reynaldo Ariel Álvarez Morales, informó que la construcción de la primera etapa de este invernadero, ubicado en Cinvestav, lleva un 70% y, hasta ahora, una inversión de 6 millones de pesos.

El recurso, especificó Álvarez Morales, se gestionó con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), esperando concretar la construcción del edificio para este 2016 y empezar su uso en 2017.

Este año, el departamento de Ingeniería Genética, cumple 30 años de arrancar actividades, siendo el primero en América Latina que se aperturó para la generación de nuevos productos en base a la modificación genética de las plantas.

Álvarez Morales recordó que en este tiempo, se comenzaron a hacer investigaciones, sobre todo en enfermedades en la planta de frijol, específicamente con las plantas que padecían el Tizon de Halo, que fueron frenadas por la moratoria del Gobierno Federal, que elaboraba un reglamento para los experimentos en esta área de la genética, y que hasta hace 5 años, pudieron retomar por el retraso en la reglamentación que se tornó no sólo científica, sino política y social.

Esperan concretar edificio este año 

Álvarez Morales informó que la terminación del edificio esperan concretarla para este año, y empezar las actividades de investigación en 2017, siendo el primer invernadero en Ingeniería Genética en México, e incluso, de los únicos en Latinoamérica, junto al invernadero que tiene Brasil.

El Químico Bacteriólogo y Parasitólogo, explicó los detalles de este invernadero.

“Hay puertas con un control para que cuando las abres, entre aire para que no deje salir el polen que estuviera adentro, tiene un área donde primero pasas por un tapete con sustancias químicas para limpiar la suela del zapato, dejas la bata y te pones otra para entrar a una segunda puerta, también con control de presión, y entrar propiamente al invernadero”, detalló.

Señaló que a diferencia de otros invernaderos, no tiene ventilas, sino extractores, que jalan el aire que pueda entrar al edificio, que contendrá una trampa de polen, para recuperar lo que pueda salir y dejarlo caer en un recipiente lleno de agua, con un sistema de cloración que funciona de forma continua.

“Es un invernadero realmente que en parte diseñamos en México pero siguiendo estándares internacionales, esperamos tenerlo ya funcional en un año, y ojalá que puedan ver las plantas de chile, jitomate, transgénicos ya funcionando muy bien”, comentó.

Ficha:

Reynaldo Ariel Álvarez Morales 

Confundador del Departamento de Ingeniería Genética, Cinvestav, Irapuato.

Titular del Departamento de Ingeniería Genética, Cinvestav, Irapuato.

Químico Bacteriologo y Parasitologo de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN.

Doctorado en especialidad Genética y Biología Molecular de Bacterías, en Universidad de Sussex en Gran Bretaña.

Post doctorado en Zúrich, Suiza, en Biología Molecular y Genética Molecular de Interacción de Plantas y Microorganismos.

 Luchan contra mala información

Introducir una planta transgénica al mercado es otro de los obstáculos que los científicos en Ingeniería Genética tienen que vencer.

“Mi modelo de trabajo en el laboratorio es con un frijol que se presta mucho para trabajo, además es muy susceptible a la enfermedad, es el frijol Canadian Wonder, pero nadie lo conoce aquí, nadie lo usa, tengo que hacer la modificación con el (frijol) que conoce el agricultor, que vende, que le compran, el que como consumidores preferimos, entonces la resistencia la tengo que pasar a ese frijol”, señaló.

Las ventajas de las plantas transgénicas es variada, desde la inocuidad, que puede permitir al agricultor exportar a otros continentes su producto, hasta el beneficio para el medio ambiente, pues hay especies de frijoles modificados que ya no requieren la aplicación de hasta 15 veces de insecticida, reduciéndolo a 1 ó 2 ocasiones, e incluso, en lugares como el norte de México, ya no se utilizan los insecticidas.

“En México tuvimos, por esos miedos y temores, una moratoria de 10 años, que impidió experimentar con organismos transgénicos de los que México es centro de origen, el frijol, el maíz, las propias decisiones del Estado nos retrasaron muchísimo, estamos re empezando cosas que hace 10 años o más, deberíamos ya de haber sacado”, lamentó.

En Cinvestav, los científicos tratan de sociabilizar el tema, publicando las investigaciones y productos que se han generado en estas 3 décadas de estudios, situación que tampoco es fácil.

 Cumple 3 décadas Ingeniería Genética

De la mano de importantes investigadores y científicos, como el doctor Luis Herrera Estrella, el Químico Bacteriólogo y Parasitólogo del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Ariel Álvarez Morales, inició en 1986, las actividades en el departamento de Ingeniería Genética de Cinvestav.

En este departamento, se utiliza tecnología para la modificación genética de plantas, buscando la generación de nuevos productos, las denominadas, plantas transgénicas.

Álvarez Morales se sintió atraído por la investigación referente a las bacterias que se encuentran en el suelo y que al sembrarse las plantas en ese espacio, y con determinadas condiciones, se convierten en un riesgo para las mismas, causando riesgos para la agricultura.

“Empecé a dirigir mi trabajo a un modelo que es el Tizon de Halo, una enfermedad que afecta las regiones productoras (de frijol) en Durango y Zacatecas, la idea entonces era eventualmente poder obtener una planta transgénica que pudiera defenderse de esta infección bacteriana”, comentó.

Luego de investigaciones que abarcaron aproximadamente 4 años y 2 años más para su publicación, los científicos pudieron encontrar un mecanismo para que la propia planta se defendiera de esta bacteria, después de la modificación genética, con un gen que se encuentra dentro de la misma bacteria que infecta la planta del frijol.

“Encontramos que lo que realmente mata la planta cuando tiene la infección, no es tanto la infección o que la bacteria esté ahí, que la bacteria produce una toxina, lo causa el mayor daño a la planta, la debilita y permite una infección sistémica,  inclusive llega a la semilla, si la infección ocurre en la parte en que la planta está formando la semilla, y si esa semilla se forma y alguien la siembra, va infectada”, explicó.

Productos inocuos

Álvarez Morales señaló que en el departamento de Ingeniería Genética tienen la “conciencia tranquila”, ya que saben que este tipo de productos que generan, y que esperan llevar al mercado, con un acercamiento continúo a los agricultores, no causa problemas en la salud de los humanos, de los animales ni al medio ambiente.

“Tenemos 20 años de experiencia, en el mundo se han sembrado más de mil 800 millones de hectáreas, con organismos transgénicos, se han producido quizá más de 2 mil millones de comidas, se han alimentado millones de reses, de animales, y no hay un sólo problema que se haya identificado causado por estos organismos”, enfatizó.

En opinión del especialista en modificación genética de plantas, la legislación actual ya es más congruente, pero este retraso dejó rezagado a México en el tema, aunque fue de los pioneros en la Ingeniería Genética, ahora debajo de países como Brasil, China, Filipinas y otros tantos que ya utilizan estas plantas como soluciones a problemas en la agricultura.

“Estamos convencidos de que los productos son inocuos, en primer lugar y voy a tomar el ejemplo del frijol que no ha podido salir por problemas reglamentarios, estamos trabajando para generar las plantas, y queremos dentro de pocos años sacarlo al campo, pero si yo voy a generar un frijol para venderlo a un productor, no le voy a llevar un producto nuevo, sino uno que conozca”, indicó.

 Retrasa avance en investigaciones

Álvarez Morales comentó que hubo un gran retraso en las investigaciones de Ingeniería Genética, de cerca de 20 años, aunque resaltó que el departamento en Irapuato fue el primero en arrancar este tipo de estudios en toda Latinoamérica, que fue el que no se pudiera librar las plantas transgénicas o probarlas en el medio ambiente, por la reglamentación federal que impuso una moratoria.

“Desafortunadamente (este producto) no está disponible todavía, yo quisiera hablar de un logro cuando estos productos están en el mercado, desde hace muchos años se empezaron a establecer reglas para poder evaluar si estas nuevas plantas, estas nuevas variedades, podrían o no causar daños al medio ambiente, a la salud humana, animal, etcétera, entonces nosotros como un centro de investigación dedicado a generar este tipo de plantas, teníamos que estar al tanto de lo que se hacía a la legislación”, lamentó.

La polémica que rodea a las plantas transgénicas, de acuerdo al Químico Bacteriólogo, es un lastre que no ha permitido ofrecer soluciones a los agricultores, sobre todo cuando la reglamentación se politizó y apenas en 2011 se pudieron comenzar a hacer nuevos estudios en campo.

“Una de mis principales labores fue asegurarme que lo estábamos haciendo (en Cinvestav) de acuerdo a los reglamentos, y que los reglamentos en el País se generaran de una manera congruente con las necesidades de la ciencia para que pudiéramos sacar los productos, desafortunadamente en México ha habido muchos problemas”, lamentó.