Agroecología Frente al Cambio Climatico

Por Eduardo Gudynas, Acción y Reacción, octubre 31, 2010

Frente al cambio climático, la agroecología es una de las mejores alternativas que tenemos para enfrentar el riesgo. Esa es una de las ideas centrales que intenté presentar en una entrevista que los editores latinoamericanos de la Revista de Agroecología LEISA, tuvieron la amabilidad de hacerme semanas atrás en Lima. La entrevista tuvo lugar en el marco del Encuentro Latinoamericano y del Caribe de agroecología que tuvo lugar en la Universidad Agraria La Molina. Con una enorme concurrencia de varios países andinos, centroamericanos y algunos del cono sur, agricultores orgánicos y campesinos, debatieron sobre sus experiencias, prácticas y opciones de futuro. La revista de Agroecología LEISA es sin duda una de las más importantes del mundo, con ediciones en varios idiomas. Comparto el contenido de la entrevista:

En el marco del V Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Productores Ecológicos, celebrado entre el 5 y 8 de septiembre en Lima, tuvimos la oportunidad de entrevistar a Eduardo Gudynas, del Centro Latinoamericano de Ecología Social, con sede en Uruguay. El contenido de esta entrevista se vincula al tema que trata este número de LEISA: ‘Agua, ecosistemas y agricultura’, especialmente porque enfoca, en una perspectiva regional latinoamericana, los efectos del cambio climático y las propuestas de acción para afrontarlos.

LEISA: ¿Podría resumirnos brevemente las ideas centrales de su presentación del día de ayer? EG: Lo que hemos discutido en estas jornadas con los productores ecológicos latinoamericanos es la inminencia del cambio climático global. Un proceso que está en marcha y que va a afectar el régimen de temperaturas y de precipitaciones y, por lo tanto, van a haber grandes cambios, a escala planetaria, en la producción agropecuaria. Consecuentemente ocurrirán cambios también dentro de América Latina. Hay varios modelos de análisis y prospectiva que indican que, por ejemplo, en algunas zonas del continente, como la cuenca del Plata, habría un aumento en las precipitaciones medias mientras que en otras zonas, como los Andes centrales o la costa del Caribe, se espera una reducción en las precipitaciones. También tendremos un incremento de los extremos de temperatura, con mayores heladas y más días con heladas, y también con una mayor frecuencia de ondas de calor. Así, se va presentando un escenario de alta incertidumbre y alta variabilidad climática. Por lo tanto, la producción va a estar muy afectada.

LEISA: ¿Los productores ecológicos se verán igualmente afectados por el cambio climático? EG: En este contexto de alta variabilidad de las condiciones climáticas la agroecología es una de las mejores alternativas para enfrentar el riesgo. ¿Por qué? Porque aprovecha el saber local, el saber tradicional con mejores tecnologías, por ejemplo, para la captación y el manejo del agua, para evitar la erosión y una mejor gestión de los suelos. Además, porque aprovecha la variabilidad genética de diversas especies adaptándola a diferentes condiciones climáticas, de temperatura y de suelos. Por lo tanto, la agroecología está mejor preparada en este contexto de alta incertidumbre. Y lo que hemos explorado también es que en el futuro, en un mundo sin petróleo, de nuevo la agroecología está mejor preparada.

LEISA: ¿Se están aprovechando estas ventajas de la agroecología para incorporarla en los planes de desarrollo agropecuario en nuestros países? EG: Justamente, si la agroecología está mejor preparada y es la mejor opción en la actualidad, el debate ya no debe ser solamente sobre cuestiones específicas, a nivel de prácticas agronómicas, por ejemplo de manejo de suelos, sino que hay que dar un salto cualitativo y tratar de articular e introducir la agroecología en las discusiones sobre desarrollo y sobre políticas agropecuarias. Y esto se refuerza por la circunstancia específica de América Latina, donde la principal fuente de emisión de gases con efecto invernadero no es el sector industrial, la combustión de motores de automóviles y el transporte, sino que en nuestro continente sucede a la inversa de los países ricos. La principal fuente de emisiones está en la producción agropecuaria y en la deforestación que casi siempre está asociada al avance de la frontera agropecuaria.

Por lo tanto, discutir cambio climático en América Latina es discutir desarrollo agropecuario.

LEISA:¿Conoce usted algunas experiencias interesantes de recuperación de los sistemas de manejo tradicional que hayan sido recogidos por la academia o los investigadores? ¿Experiencias de diálogo entre estos dos tipos de conocimiento? EG: Hay experiencias de aprovechamiento, de revisión, de otro abordaje sobre conocimiento tradicional, saberes locales y tecnologías apropiadas que se han utilizado desde hace mucho tiempo y de alguna manera han sido menospreciados o mirados con cierto desdén por la academia tradicional.Entonces ya hay algunos procesos de diálogo.