Agricultura “climáticamente inteligente”, otro engaño del agronegocio

El resultado ha sido la pérdida de la seguridad y la soberanía alimentaria, la transformación de países de exportadores netos de comida a importadores, no tanto porque no pueden producir comida sino porque ahora producen materia prima para producir alimentos industriales, para elaborar combustibles y para fabricar productos para su venta y especulación en los mercados financieros mundialmente.

Hoy en día, varios de los mismos actores de esos proyectos, como el Banco Mundial, son las fuerzas tras la imposición de la agricultura climáticamente inteligente como solución para resolver el cambio climático e incrementar el ingreso de los campesinos pobres con la misma tesis fallida de que lo que se necesita es incrementar su productividad.

Es claro que la intención es implantar el mercado de la Revolución Verde como una solución al cambio climático, a la pobreza y además como una propuesta de desarrollo sostenible en el medio rural. Identificamos esto como parte de un largo proceso de proyectos de ajuste estructural “verdes” requeridos por un sistema económico y una clase política en apuros, porque han agotado otros lugares para sus inversión financieras enormes y ahora ven la agricultura y las tierras agrícolas como la nueva frontera para dichas inversiones especulativas.”

El organizador comunitario haitiano Chavannes Jean-Baptiste, líder del movimiento campesino MPP y miembro del Comité de Coordinación Internacional de La Vía Campesina, señaló en una entrevista que la agricultura climáticamente inteligente es un concepto “bastante vacío, en el que puede entrar todo…

Para La  Vía Campesina es el mismo proceso que inició con la revolución verde y que sigue desarrollando pesticidas químicas, partiendo de las semillas híbridas, hoy las transgénicas”. (14)

Añadió que es un engaño decir que con la agricultura climáticamente inteligente se va a resolver el hambre en el planeta y al mismo tiempo luchar contra el calentamiento global, cuando de hecho es simplemente “una cara ‘modificada’ de la agricultura industrial que va a seguir acaparando las tierras, acaparando el agua, la energía… Es una forma de recolonización”.

“Sabemos que la FAO está manipulada por los países del Norte que están defendiendo el capitalismo verde, por las multinacionales que tienen acceso a los dirigentes de la FAO”, añadió Baptiste.

“Sabemos que la FAO está defendiendo la agricultura climáticamente inteligente, y nosotros estamos en contra de este tema.  Es una manera de utilizar el tema clima para engañar a los pueblos y seguir acabando con los recursos naturales; porque son las multinacionales … que están manipulando a los gobiernos, y los sectores populares no pueden incidir adentro… lo que hay que cambiar no es el clima, hay que cambiar el sistema capitalista.

Porque el calentamiento global es una consecuencia del acaparamiento de los recursos naturales para el capitalismo verde”.

El movimiento global por la agroecología identifica la agricultura climáticamente inteligente como parte de una tendencia preocupante hacia la cooptación y acomodación de la agroecología al paradigma convencional de la revolución verde.

Este asunto se discutió en el Foro Internacional de Agroecología que tomó lugar en el país africano de Mali en febrero de 2015. Citamos a continuación de la declaración final del Foro:

“La presión popular ha instado a muchas instituciones multilaterales, gobiernos, universidades y centros de investigación, algunas ONGs, corporaciones y otras instancias a finalmente reconocer la ‘agroecología’.

No obstante, han intentado reducir el concepto a una mera propuesta de tecnologías para ofrecer algunas herramientas que suavizan la crisis de sostenibilidad de la producción alimentaria industrial sin desafiar las estructuras de poder existentes.

Esta cooptación de la agroecología para ‘maquillar’ el sistema alimentario industrial y ofrecer un discurso ecologista de cara a la galería recibe varios nombres, entre ellos ‘agricultura climáticamente inteligente’, ‘intensificación sostenible o ecológica’, producción industrial de monocultivos de alimentos “orgánicos’, etc.

Para nosotros, esto no es agroecología. Rechazamos tales calificativos y lucharemos en denunciar y frenar esta apropiación insidiosa de la agroecología.” (15)

En cuanto a alternativas y soluciones, dice la declaración del foro:

“Las soluciones reales a las crisis del clima, de la malnutrición, etc., no pasan por conformarnos con el modelo industrial.

Debemos transformarlo y construir nuestros propios sistemas alimentarios locales que crean nuevos vínculos urbanos y rurales basados en la producción alimentaria genuinamente agroecológica por parte de los campesinos, pescadores artesanales, pastoralistas, pueblos indígenas, agricultores urbanos, etc.