Que hará Ud. por La Madre Tierra

Por Ana María Quispe, dietista, ecóloga, de Vía Orgánica

La Madre Tierra, ha ido poco a poco recobrando su ancestral importancia, en este mundo moderno hoy equivalente a un mundo retrasado, pues son justamente nuestras prácticas modernas las que han puesto en peligro a nuestra Madre Tierra y todos estamos en riesgo, pues esta vez los daños no discriminan a nadie. La Madre Tierra ya no es la frase cliché de los indios, de los salvajes, como muchos denominaron a los que rehusaron a través del tiempo a “modernizarse“. Sabias y ancestrales prácticas constituyen hoy el ejemplo a seguir para, si es que aún estamos a tiempo, remediar en algo los enormes problemas del cambio climático, de salud, de la paz, de  justicia. Nuestros ancestros sabían definitivamente antes más que hoy y a pesar de todos los testimonios que dejaron, hemos hecho caso omiso para dejarnos dominar por un fatal y falso sistema.

Las propuestas hechas ante el clamor de los pueblos más afectados, parecen a veces difíciles de cumplir cuando sabemos la profundidad en que somos manipulados bajo este fatal sistema. Pero las acciones de muchos son las que cuentan, pues mediante estas acciones vamos demostrando que remedios a las crisis globales si son posibles.

La agricultura orgánica, sin agroquímicos, ni transgenicos, manual, que cuida de la fertilidad y la biodiversidad de la tierra hoy constituye la base de nuestra alimentación sana y saludable que no sólo nos aleja de las enfermedades degenerativas si no que también atrapa el temible CO2 bajo la tierra para revertir el calentamiento global. Además esta agricultura pone en un plano de suma importancia la sabiduría de quienes heredaron la habilidad de sembrar. Hoy vemos como las “buenas madres modernas” están promocionando que niños vuelvan a adquirir estas habilidades para asegurar el auto-sustento que no proporcionará la educación académica, ni los sueldos.

El vegetarianismo promueve una nutrición saludable y justa para el ser humano, evita cientos de enfermedades degenerativas, no multiplica la enorme crianza de animales que no sólo contamina el medio ambiente, sino que peor aún compite en la alimentación con el ser humano, creando un sistema injusto para los que no tienen que comer. Además nos libera de la crueldad irracional y psicológica que promueve el exterminio de un ser.

La transformación de nuestros hogares con eco técnicas saludables para la Madre Tierra y el clima como las ollas solares, las cocinas y hornos solares, la energía con paneles solares y eólica (uso del viento), nos ahorrarían dinero, enfermedades y agotamiento de nuestros recursos.

La transformación de nuestras construcciones obsoletas que usan el radioactivo ladrillo se podría cambiar al uso del adobe y resinas de nuestros plantas para hacer viviendas “naturales” como las que han dejado nuestros ancestros y que sobreviven a pesar del tiempo y cataclismos.

Los sanitarios secos evitarían el uso de la escasa agua que nos queda para otros fines y evitarían la contaminación de las tierras y los océanos y los ríos. Los sistemas de captación de agua también ayudarían a remediar la protección de este preciado recurso.

El comercio justo o trueque, un sistema de intercambio de bienes o servicios, ya se practica con éxito en varios lugares del mundo sin el uso de la fatal moneda capitalista. Dentro del comercio justo esta también el consumo local que promueve una economía autosustentable que termine con los modelos de importaciones, exportaciones e industrias extractivas(minería) que tanto daño le han hecho al medio ambiente, a la salud, a la justicia, a los empleos y a la misma economía.

“Somos los Hijos y las Hijas de la Madre Tierra” reza el inicio de la declaración escrita en la Cumbre por el Cambio Climático y por los Derechos de La Madre Tierra realizada el pasado mes en Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia. Nuestras acciones individuales y colectivas pueden ayudar o pueden continuar con la destrucción, QUE VA A HACER UD.?